
1. Trisomie XXI (4:49)
2. Final Words (3:48)
3. Last Of The Dynasty (7:14)
4. A New Beginning (4:42)
5. Acting With Intellect (5:58)
6. Himitsu (7:11)
7. Coroner's Inquest (4:51)
8. Like Burning One's Boat (2:58)
9. The Fear To Feel (6:47)
10. Inside You (5:14)
Álbum completo: YouTube
En cuanto vemos la etiqueta de Noise automáticamente pensamos en ceñudo thrash metal europeo o en el viejo y resultón power metal alemán, así que bandas que no entran en uno o en otro cajón acaban pasando de forma inevitable bajo el radar. Secrecy fueron una de ellas (otro día os hablaré de V2) aunque, para ser sincero, tampoco estaban tan lejos de ambos estilos. Algo del power y del thrash teutón hay en sus dos estupendos álbumes de principios de los 90, pero estos cinco muchachos de Bremen acabaron, desafortunadamente para ellos, jugando a otra cosa menos popular. Un poquito de la fiebre tecno-thrash de finales de los 80 también se les contagió y, además, salpicaban la fórmula con una generosa dosis de metal progresivo americano a lo Queensrÿche o Fates Warning. Así acabaron con una mezcla de lo más saludable, incluso personal, que a mí me engancha irremediablemente, pero que acabó perdida en la ensalada de etiquetas que empezaba a surgir en la época sin atraer de forma particular al público de ningún rincón del cuadrilátero.
Lo primero, desechad inmediatamente esa mierda de portada, sosa como pocas y que no hace la más ligera justicia lo que se va a encontrar en Art in Motion… el título sí lo veo bastante apropiado. A decir verdad, por ahí se atisba a los miembros de Secrecy levitando sobre unas arenas de tono rojizo, pero como si no hubiera nada. Y luego, no es que el logo ahí plantado en ese azul tan llamativo ayude lo más mínimo. Una buena manera de hacer a la gente pasar de tu LP en la estantería de una tienda u hoy en medio de una lista de recomendaciones “random" cualquiera. ¿O es que estos Secrecy estaban tan seguros de si mismos que pensaban que no les hacía falta una portada más atractiva? Lo cierto es que la del segundo Raging Romance tampoco mejora mucho la cosa…
Seguro que ese es parte del problema, calculo que la mayoría, incluso hoy, habrán pasado por encima de este Art in Motion poco atraídos por ese despropósito de imagen. ¡Atención, no comentáis tal error! Esta es una banda de mucho nivel que prácticamente nadie conoce. Tampoco diría que son exactamente el sueño húmedo de todo heavy de la vieja escuela, pero se le acerca bastante y tienen mucho potencial para gustar a todo aquel seguidor del buen heavy, thrash y power al que le atraiga cierto aire intelectual en su metal. “Thinking man’s metal" que le llaman, aunque con un pie bien plantado en el buen heavy de toda la vida, lo suficientemente auténtico para que nadie vea comprometida su integridad metalera.
Se trata de una banda muy pro, veterana, con buenos músicos y mucho gusto a la hora de componer. Y es que a pesar de su tardía formación, 1987, dos de sus miembros ya venían de editar un buen álbum de clásico speed alemán en el 86 bajo el “glammie" apelativo de Sweet Cheater. Cualquier día de estos igual me entretengo con ellos un rato, que su Immortal Instant tampoco está nada mal. Art in Motion, en cambio, muestra un refinamiento que a mí, personalmente, me pierde. Imaginando algo entre los Fates Warning de No Exit, el prog-thrash de unos Depressive Age y ciertos recuerdos a los Gamma Ray que debutaban ese mismo año o a los Scanner de Hypertrace, básicamente por la voz de Peter Dartin, te acercarás al sonido de Secrecy. Al final, a lo que me acaban sonando bastante es al debut de los también alemanes Jester's March, Beyond, aunque con menos Queensrÿche y más Fates Warning en la mezcla. Hasta se me vienen a la cabeza los noruegos Conception, los Titan Force de Harry Conklin o sus compatriotas Letter X de cuando en vez, aunque con mucha más potencia.
Este Peter Dartin puede ser, por tanto, uno de los pocos inconvenientes que le vayan a encontrar algunos a Secrecy con su aire a Kai Hansen después de unas clases de canto. Sus esfuerzos a lo John Arch o Ray Alder hacen que me acabe acordando de Robert Lowe de Solitude Aeturnus, pero tiene un toque nasal que puede no gustar a todo el mundo. Yo, personalmente, me acostumbré pronto a la tonalidad de su voz ya que estoy bastante hecho a ciertas acrobacias vocales que, obviamente, han influenciado mucho su estilo y no encuentro un gran problema, pero ya he leído a alguno quejándose al respecto.
Las composiciones combinan con mucho estilo contundentes riffs powermetaleros, de escuela americana, con estilismos muy “proggies” en los que destaca particularmente un más que capaz Alex Zasso, como en la instrumental Like Burning One's Boat o en esos ritmos atresillados de la épica Himitsu. Aparecen con cuentagotas las estructuras laberínticas del thrash técnico europeo, siempre con un trasfondo melódico muy agradable y todo con una producción afilada, brillante, contundente y muy guitarrera de Harris Johns… entre lo mejor que le he escuchado nunca, sin ocultar ningún instrumento. Hasta del bajo de Steve Kerby podremos disfrutar a ratos. Estupendos y melódicos solos en Trisomie XXI, los dramáticos giros vocales de Final Words, los toques orientales y progresivos de Last of the Dynasty, la pesadez de la intencionada Acting with Intellect, el introspectivo intimismo de The Fear to Feel… aquí hay mucho donde rascar en un riquísimo abanico de recursos, marcando un fuerte contraste con la deliberada austeridad de la cubierta. Mucho y muy bien conjuntado, como decía, algo hecho a la medida del heavy que peina canas y gusta de un punto cerebral en su música.
El igualmente recomendable Raging Romance cierra una de las mejores duplas del metal alemán de principios de los 90 y no es que fuera precisamente una mala época para su escena. Quizás ese fue el otro gran motivo que terminó por enterrar a la banda entre tantas otras, no su falta de calidad. Espero que mis respetuosas palabras contribuyan a que alguien más pase por alto esa espantosa portada y les dé una merecida oportunidad, aunque es algo que veo complicado a estas alturas. A punto estuve de plantarle los cinco cuernos para provocarlo, pero no sería del todo justo con otras bandas que he reseñado en el pasado. Como en el caso de Realm, lo voy a dejar a punto, con cuatro bien altos.
8,5/10
- Peter Dartin: voces, guitarra
- Alex Zasso: batería (d.e.p. 2014)
- Manni Meccyca: guitarra
- Jörn Eriksson: guitarra
- Steve Kerby: bajo