The Ruins of Beverast - The Thule Grimoires

Enviado por IchiTheKiller el Lun, 01/02/2021 - 18:50
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1. Ropes into Eden 12:42
2. The Tundra Shines 11:18
3. Kromlec'h Knell 08:33
4. Mammothpolis 06:22
5. Anchoress in Furs 09:11
6. Polar Hiss Hysteria 07:13
7. Deserts to Bind and Defeat 14:07

Disco Completo: Bandcamp - Youtube

Abriendo telón musical de 2021, se nos presenta ante nosotros uno de los eventos más importantes del año: un nuevo disco de The Ruins Of Beverast aterriza, y de antemano y sin tapujos puedo decirles desde ya que (como es costumbre con este proyecto) no defrauda ni un ápice. El alemán Alexander von Meilenwald es un músico que ha mantenido la excelencia por más de dos décadas (desde los míticos Nagelfar) en todo lo que hace, en su proceso y visión única que domina y cincela con sumo rigor y paciencia. Esos cuatro años de espera por cada disco, de alguna manera se palpan y se agradecen, como un sello que garantiza calidad.

The Thule Grimoires representa otro movimiento audaz de Alexander; quizás no tan atrevido como el inesperado enfoque tribal-indoamericano de Exuvia (su disco pasado) pero con un aura igualmente fresca y renovada, no menos misteriosa y exuberante, que nos invita a darle vueltas, vueltas y más vueltas, en una travesía longitudinalmente extensa y doblemente intensa (como ya es costumbre) que al final recompensa, vaya que sí.

Este disco se siente como un digno agregado a su discografía, una obra sumamente densa y atmosférica en su compacta amalgama Black/Doom muy característica del alemán, esta vez cincelada de forma más fina y delicada, abrazando un barniz sonoro más pulcro (comparado a los abisales orígenes del proyecto) pero ojo, que a pesar de los bellos ornamentos musicales presentes (que parecen importados de la encantadora y sensual música gótica) el sonido penumbroso, y exigente para el oyente, se mantiene siempre omnipresente.

La avasallante y envolvente pared sónica dice presente desde el comienzo. Por supuesto, hablo de la vastísima guitarra que surfea lentamente, junto la hábil percusión, entre estos paisajes fantasmagóricos que despiertan una rica variedad de estados anímicos; vacío absoluto y desolación, en los dominantes y ceremoniosos medio tiempos del Doom y los pasajes de ambiente, pasando por los usuales atracones de histeria, con una generosa cantidad de flamas negras, que no negocian clemencia alguna.

Punto y aparte para hablar un poco del apartado vocal, claro protagonista en la propuesta de The Ruins Of Berevast, y que en este disco da un paso más allá, hacia terrenos inexplorados por Alexander. Desde las usuales y portentosas vocales crudas, que mutan constantemente entre el misterioso y profundo tono grave y el grito desgarrador; llegando hasta el inusual protagonismo absoluto que algunas veces gozan las voces limpias, que en entregas anteriores siempre funcionaron como un preciado apoyo. Lo que al comienzo resulta un poco raro (la forma en que encajan esas voces en los primeros temas del disco) termina convirtiéndose en una interpretación bastante honesta y emotiva, que crece y explota una vez vamos llegando al cenit del disco.

La construcción sucede de forma lenta, sin ningún apuro como es costumbre, resultando en un comienzo de disco que roza lo simplista, sin caer nunca en la reiteración mundana. La ritualista Ropes into Eden resulta familiar, una primera prueba sensorial, tenue como la luz del crepúsculo que tímidamente ilumina la portada del disco. Un vaivén hipnótico que vaticina la intensidad y el aplomo venideros, y si ya llegaste a esos últimos minutos de este tema, ¡huy! Aquí no hay vuelta atrás, mi pequeño saltamontes. Tambores al aire, al ritmo de la monumental The Tundra Shines, aliándose con una melodiosa Kromlec'h Knell, compartiendo una tónica que alterna entre los pesados y lentos ritmos de perdición con la velocidad telúrica que va agitando las llamas de la hoguera.

Lo más emotivo y ecléctico del disco va llegando, con una Mammothpolis que claramente parte en dos el terreno, con su psicodelia descarada y una correspondiente dosis de euforia que continuara disparandose hasta el cielo. Simplemente tremenda Anchoress in Furs que podría sacarte alguna lagrimilla durante su ascenso meteórico, y la no menos genial Polar Hiss Hysteria que sienta como un buen chute sano de adrenalina, siempre bien agradecido.

Un final a la altura es lo único que faltaría para cerrar el telón; he aquí cuando, la gigantesca en extensión Deserts to Bind and Defeat hace los honores y no queda otra que hincarse en absoluta sumisión. No haría falta nada más. Catorce minutos espectaculares.

En resumidas cuentas, el alemán Alexander von Meilenwald lo hace de nuevo con The Thule Grimoires; demostrando, como proyecto en solitario, cotas de calidad y constancia tan altas como los absolutos pesos pesados de la escena, donde siempre convergen varias cabezas. Un Grimorio que contiene una magia antigua; con él en mano, nos embarcamos en un viaje a tierras recónditas y ancestrales, más allá del velo de la imaginación, hacia ese Ultima Thule. Con The Ruins Of Beverast como guía, la cosa pinta bien señores. Cuatro Cuernos Monolíticos.

Alexander von Meilenwald: Todo

Sello
Van Records