Helloween - Estadio Luna Park, Buenos Aires, Argentina. (02/09/2022)

Enviado por Vesper Lynd el Mar, 04/10/2022 - 20:46
Helloween

Setlist Beto Vazquez Infinity

1. Man at War
2. Master of Fools
3. The Abyss
4. The Temple
5. Faster Than You
6. Painkiller (Judas Priest cover)

Setlist Hammerfall

1. Brotherhood
2. Any Means Necessary
3. The Metal Age
4. Hammer of Dawn
5. Renegade
6. Last Man Standing
7. Hero's Return / On the Edge of Honour / Riders of the Storm / Crimson Thunder
8. Let the Hammer Fall
9. (We Make) Sweden Rock
10. Hammer High
11.Hearts on Fire

Setlist Helloween

1. Halloween (intro only)
2. Skyfall
3. Eagle Fly Free
4. Mass Pollution
5. Future World
6. Power
7. Save Us
8. Metal Invaders/Victim of Fate/Gorgar/Ride the Sky
9. Heavy Metal is the Law
10. Forever and One (Neverland)
11. Guitar Solo (Sascha Gerstner)
12. Best Time
13. Dr.Stein
14. How Many Tears
15. Perfect Gentleman
16. Keeper of the Seven Keys
17. I Want Out

Helloween era una de esas bandas importantes que tenía anotadas en mi lista, pendiente de escucha. Sabía que, en sus primeros años, tenían a un cantante guapísimo de cabellera dorada, cual dios nórdico (o germano, mejor dicho), que cantaba como los ángeles y a unos guitarristas súper talentosos y veloces. Ya era hora de que conociera a los “abuelos” del metal sinfónico y fue precisamente en esta web, donde me dieron un empujoncito para que me animara a escucharlos. Las reseñas de Haki fueron un aliciente y una motivación para oír la discografía clásica de las calabazas y así fueron cayendo en mi reproductor de música: “Walls of Jericho” (que me dio ganas de agitar la cabeza con esos riffs y solos incendiarios de Kai Hansen), los míticos “Keeper of the Seven Keys Part I y II” ( con esa voz casi celestial de Michael Kiske y esas melodías preciosas de Weiki y Kai Hansen. ¡Qué temazos, por Dios!), los polémicos “Pink Bubbles Go Ape” y “Chameleon” y la primera etapa con Andi Deris, “Master of the Rings” ,“The Time of the Oath” … Todos estos discos me hicieron querer y valorar a la banda en las dos etapas.

Cuando me enteré que Helloween volvían a la Argentina, decidí que no me lo iba a perder. Así que, por fin, tras meses de espera, llegó el ansiado día… El domingo 2 de octubre de 2022. Mi hermana y yo viajamos en tren, luego en subte, hasta la mítica Avenida Corrientes de la Ciudad de Buenos Aires. Era la primera vez que iba al famoso Estadio Luna Park, hogar de grandes eventos deportivos y musicales. Allí me despedí de mis familiares, hasta que nos reencontramos unas horas más tarde.

Fui vestida sencilla, con mi remera del “Walls of Jericho”, un par de jeans y zapatillas de cuero negro resistentes a los pisotones, porque no saqué entrada para la platea, sino que quise ir voluntariamente al campo para poder estar más cerca del escenario. Decisión de la cual, no me arrepiento. Hacía un frío espantoso en la calle y eso que se supone que estamos en primavera, pero cuando llegamos a la fila, estaba lleno de metaleros que literalmente, se habían “tirado el placard encima”. Llevaban puestas sus mejores remeras, camperas de cuero, botas, muñequeras con tachas… Vi remeras oficiales de giras anteriores de Saxon, Iron Maiden, los mismos Helloween… Otros iban vestidos con camisetas de Pantera, Dream Theater, Hermética, Judas Priest, Megadeth…

Y lo más bonito, es que como las calabazas son una banda veterana, había gente de todas las edades. Vi veteranos y veteranas muy curtidos de más de 40 y 50 años, unas cuántas cabezas blancas o canosas, heavies de melenas larguísimas y de cabello corto… Parejas de metaleros jóvenes o mayores, veteranos que llevaban a sus hijos veinteañeros a ver a Helloween por primera vez…. Hasta un grupo de chicas jovencitas emocionadísimas por ver a los suecos Hammerfall, que venían de invitados y teloneros.

Esta vez, llegué temprano y no me perdí a ninguna banda. A las 19hs ya estaban tocando los teloneros, Beto Vázquez Infinity, banda nacional de power sinfónico que dieron un show muy profesional y emotivo. Era la primera vez que los veía y me gustaron muchísimo, la cantante, Melanie, es todo un portento de la mejor escuela clásica Tarja Turunen y la teclista, Diana, que también hacía los coros, estuvo brillante. Tocaron cinco canciones y se ganaron al público enseguida, la gente alentó, coreó y fue muy afectuosa con el grupo. La última canción fue un cover del mítico “Painkiller” de Judas Priest que cantamos todos a pleno pulmón y puedo decir que la versión de la vocalista fue “cojonuda”, como dicen los españoles. Que ovarios que tenía esa chica, por Dios. Me encantó verlos en el escenario. Mientras las plateas y el Estadio se llenaban, Beto Vázquez y su banda se despidieron agradecidos y contentos de participar en el evento, a lo que el público argentino los aplaudió y ovacionó.

De a poco el campo se iba llenando de gente, y yo, aconsejada por un veterano que llevó a su hijo por primera vez a ver a las calabazas, me adentré lo más cerca que pude del escenario. Logré quedar a la derecha de la pasarela, a unos tres metros más o menos, desde donde tenía una excelente panorámica del escenario y, sobre todo, una posición bastante privilegiada considerando el manantial de metaleros que había allí. A unos cinco o seis metros, tenía el enorme escenario delante de mío, con una pantalla gigante.
Lo que me causó un poco de gracia, es que, conversando con los heavies más curtidos y veteranos que estaban alrededor mío, me dijeron que no les interesaba ver a Hammerfall, sino que esperaban ansiosos por Helloween. Y recordé las palabras del reseñista Hawkmoon sobre los suecos (Los llamaba“heavies de cartón piedra” y “banda para adolescentes”) y por dentro, me desternillaba de la risa. Aun así, como pude comprobar más tarde, los suecos convocaron a una buena parte de los metaleros más jóvenes.

Doy testimonio de que Hammerfall dieron un concierto muy sólido y consistente, sonaron espectacular, le pusieron toda la onda, garra y pasión y se ganaron el beneplácito de los espectadores. En la pantalla se veía a su mascota, Héctor, que blandía el martillo todopoderoso y las fans que me había encontrado antes estaban emocionadísimas. Los suecos aparecieron en el escenario a las 20hs en medio de vítores y gritos de emoción; los que más llamaron la atención fueron su vocalista, Joacim Cans y el guitarrista de melena platinada, Oscar Dronjak. Los dos se movían por todo el escenario, caminaron varias veces por la pasarela y ahí los pude ver de cerca, los tenía ahí nomás, así que los miré de arriba abajo: las caras, los gestos, la ropa, los tatuajes… Estaban vestidos con un atuendo muy cuidado, con sus chalecos de cuero y botas negras, las melenas tan prolijas y largas que daba gusto verlos.

Me parecieron muy profesionales, carismáticos y se metieron al público del recital en el bolsillo. Hasta se armó un pogo a mi derecha, los metaleros más jóvenes saltaban, empujaban, hacían el gesto de la mano cornuta y había unos cuantos que se sabían las letras de las canciones y gritaban “Hammerfall, Hammerfall!”… Le gritaban al guitarrista: “Oscar, te amo”. Los veteranos, más tranquilos, se quedaron en la parte de atrás del campo.

Lo bueno es que la gente si bien saltaba y empujaba, lo hacía en determinados momentos, estar en el campo era algo tolerable. Lo que me puso contenta fue el respeto y el compañerismo, los hombres te preguntaban si estabas bien, te pasaban vasos con agua que repartían los guardas de seguridad que teníamos a 2 o tres metros (protegiendo la valla de la pasarela)… Hacía mucho calor y a veces tenía que hacer puntas de pie para poder ver bien el escenario, pero tuve más suerte que otras mujeres que estaban cerca mío, que eran tan bajitas que no veían nada. La mayoría eran hombres y algunos eran muy altos.

Era una odisea escuchar la música, mirar el escenario, cantar, alentar…. Todavía me duelen las piernas del esfuerzo de estar cinco horas parada, aguantando y cuidando el lugar, porque había algunos heavies jovencitos poco respetuosos que te querían quitar el sitio… Me di cuenta de que los veteranos tenían otros códigos. Me quedé en mi lugar durante todo el concierto de Hammerfall, que duró una hora, tocaron sus temas más conocidos, como no soy fan de la banda, solo conocía algunos, pero la pasé genial.

El vocalista hizo una pequeña encuesta sobre quienes los veíamos por primera vez (se alzaron unas cuántas manos) y quienes ya los conocían y se puso contento, dijo que ahora iban a tener más fans argentinos y les iban a comprar más discos. Recordé las palabras de Hawkmoon y la actitud de Cans me sacó una sonrisa. Que descarados. En el buen sentido. Vi cómo le regalaban una bandera argentina, que Joacim se puso en los hombros con mucho respeto. Nos hizo cantar a todos en “Let the Hammer Fall” y entonces, obedientes: cantamos, aplaudimos, saltamos… Hasta hubo lugar para los clásicos cantos futboleros argentos: “Olé, olé, olé… Hammerfall” y “Hammerfall, es un sentimiento…”.

Los suecos estaban muy contentos con la recepción de la audiencia y dieron lo mejor de sí. Telonear a Helloween era todo un desafío para ellos y como nos dijeron, consideran un honor acompañar a la banda alemana en la gira mundial. Joacim Cans cantó muy bien, afinado y demostró tener enormes cualidades de frontman, porque se desenvolvió como el dueño total del escenario, se lo veía muy contento y entusiasmado. Por su parte, Oscar Dronjak se paseó por todo el escenario con su guitarra, luego cambió por una con dibujo de martillo, se quitó el chaleco de cuero (las fans habrán suspirado en ese momento) y hasta revoleó su guitarra en el aire, en la pasarela, por suerte, la atrapó y nadie salió herido. El vocalista presentó a toda la banda, cada integrante fue aplaudido por todos y se despidieron con “Hearts On Fire”, en medio de ovaciones del público.

Hammerfall cumplieron, caldearon el ambiente y animaron a los fans, dieron un concertazo, pero lo mejor… Estaba por llegar. Apareció una cortina bordó con el logo de las calabazas y tuvimos que esperar como media hora, mientras escuchábamos la prueba de sonido. Nos vino bien para hidratarnos y descansar un poco, reunir fuerzas, porque el excelente concierto de los suecos nos había agotado. En el campo, el recital se vivió de una manera muy intensa y emotiva. Yo estaba muy contenta y feliz, salté, canté, alcé la mano cornuta con cientos de metaleros, sentí que ese era mi lugar en el mundo. Son momentos y recuerdos que no me voy a olvidar nunca.

A las 21:30, ya veíamos a la calabaza inflable alrededor de la batería de Daniel Löble , así que sabíamos que Helloween estaban por salir al escenario. Oímos la intro de “Halloween” y por fin, se levantó la cortina. Ahí estaban, los reyes del Power Metal. A cinco o seis metros delante de mío, tenía al bajista Markus Grosskopf, la tríada de guitarristas integrada por el jovencito y fachero Sascha Gertsner y los miembros fundadores Michael Weikath y Kai Hansen, el Power Metal God, como diría Haki. En el lugar del recordado Ingo, estaba Daniel Löble quien demostró una técnica y poderío impecables tras los parches de su preciosa batería, decorada con una siniestra calabaza naranja de ojos malignos.

Y finalmente… el carismático y simpático Andi Deris, quien se ganó la admiración y devoción de todos los metaleros; también apareció uno de los motivos principales por los que yo estaba allí: Michael Kiske. Mayor, pelado, vestido perfecto para la ocasión e impecable con su campera de cuero roja llena de parches, tachas y detalles, tal vez no sea ese muchachito pelilargo en la flor de su juventud, pero conserva la garganta y la voz intacta (ya quisieran eso, varios cantantes de su generación) y estuvo magnífico en todo el concierto.

El alemán despertó pasiones, gritos y cánticos repletos de cariño y amor de todos los fanáticos. Se movía menos que Deris, pero como dice la coach vocal y YouTuber, Elizabeth Zharoff, que lo analizó, es porque tiene un manejo perfecto de la respiración y el aire, por eso canta y afina de esa manera impresionante para sus 54 años. Helloween comenzaron su concierto con “Skyfall” el sonido era perfecto, se escuchaba nítido y espectacular en todo el Estadio, esas tres guitarras, el bajo y la batería eran una maquinaria bestial. Desde mi lugar, los veía a Weiki y a Kai Hansen, y también a los dos cantantes, que estaban a cada lado del escenario. Mientras tanto, la pantalla gigante pasaba videos animados con dibujos de la mascota de la banda y era muy entretenido y divertido. Una producción muy cuidada, a nivel estético y visual. Como buenos alemanes que son, todos estaban bien vestidos, prolijos, por ejemplo, Michael Weikath lucía una camisa negra y jeans, con unas Converse negras, ya Kai Hansen era más rebelde y tenía unos mechones rosas en su cabello, y una sonrisa eterna. Y tenía su carismática guitarra rosa, que me recordó a los videos de la banda de los ochenta.

Uno de los momentos más emocionantes de la noche fue cuando tocaron “Eagle Fly Free”, todo el Estadio cantó junto a Michael Kiske y el veterano no desafinó una sola nota. Temazo inmortal. Saltamos, cantamos… y Kai, Weiki y Sascha fueron los tres a la pasarela y allí tocaron los solos. Era gracioso porque Hansen nos sonreía y Weiki nos hacía gestos graciosos con la cara, no le salía sonreír, pero se lo veía muy contento... Me encantó como se acercaron a la gente para que pudiéramos verlos más cerca, se portaron genial con los fanáticos. Los metaleros los saludaban, les sacaban fotos, los filmaban… Yo no podía creer que los tenía tan cerca, a tres metros, tan cerca que les veía las manos, los ojos azules de Weiki, el cabello ligeramente desprolijo y hasta sus zapatillas, y, sobre todo, como movía los dedos por las cuerdas de la guitarra con tal maestría, que daba gusto escucharlo. Fue muy lindo ver el compañerismo entre los tres guitarristas, los más veteranos y el más joven, dieron un verdadero espectáculo.

Cuando Kiske cantó la nota final de “Eagle Fly Free” no lo podía creer… que hermosura escucharlo cantar así, con esa voz hermosa y poderosa, privilegiada que tiene. Después llegó Andi Deris y nos hizo rockear a todos con “Mass Pollution” del último disco homónimo que sacaron. Nos habló en español y dirigió el show como un verdadero frontman, enseguida se metió al público en el bolsillo. Fue como escuchar a otros Helloween, más rockeros y estuvo fantástico. Andi Deris cantó muy bien durante todo el concierto, mantuvo un gran nivel a nivel físico y vocal. Admirable por su edad. Eso es fue lo lindo de este recital, poder oír las canciones clásicas y las nuevas, de todas las etapas de la banda. Además, notaba que Kiske y Deris se iban intercalando canciones, un setlist bien armado de manera inteligente para darle tiempo a ambos de fortalecer esos pulmones. Y vaya que lo lograron.

Aparecieron canciones de los “Keepers”, como “Future World” que nos arrancó una sonrisa a todos los que estábamos allí, y “Dr. Stein”, que todos los fans cantamos con alegría y entusiasmo. De la etapa noventera rescataron clásicos del “The Time of the Oath”, como “Power” y del “Master of the Rings”, eligieron “Perfect Gentleman”. Andi nos sacó una sonrisa cuando apareció con una galera, capa y un cetro, como en el video original de la canción. La gente se sabía casi todas las canciones y no paró de cantar, saltar, y alentar. Fue hermoso. También cuando tocaron “Save Us”, a cargo de Kiske y “How Many Tears”, una belleza de canción, en la que los tres cantantes se repartieron estrofas.

La parte más heavy y speed metal estuvo a cargo de Kai Hansen, quien cantó un Medley con un par de temas del “Walls of Jericho”, “Metal Invaders, Victim of Fate, Gorgar y Ride the Sky” nos hicieron saltar, agitar la cabeza y sentir una adrenalina única. Lo mismo cuando cantó “Heavy Metal is the Law”. Demás está decir que se llevó una ovación del público y se ganó unos cantos futboleros: “Olé, olé, olé, Hansen, Hansen” y nos saludó, contento y con una sonrisa, cuando estuvo en la pasarela.

Algo parecido pasó con Kiske, que cada dos por tres abrazaba a Kai y se acercaba a la pasarela. Hubo un momento muy gracioso que me hizo pensar que, para algunas fans, el ex rubiales no perdió atractivo, una fan le arrojó un corpiño y Hansen, sonriendo, se lo puso en el hombro a Michael. También le regalaron una remera de la selección argentina de fútbol, que el veterano se puso en el hombro y luego dejó respetuosamente en el escenario. También se llevó cantos de los fans, pero respondió de manera más sobria que su compañero.

Cuando llegó el momento de la balada, Andi Deris nos dijo que los argentinos éramos los mejores cantantes del mundo y que teníamos que cantar con ellos, así que los vi a él y a Kiske sentarse en unas sillas en la punta de la pasarela, a unos tres metros de donde estaba yo, súper feliz y emocionada. “Forever and One” fue uno de los momentos más hermosos y emotivos de todo el concierto. Ambos cantaban con el corazón, pura pasión y sentimiento; eso se contagió y percibió en todo el Estadio.

Antes de que tocaran la mítica “Keeper of the Seven Keys”, el escenario se puso a oscuras y en la pantalla se leía el logo de la banda con los colores de la bandera de Ucrania. Cuando escuché los primeros acordes, supe que tocaba ese tema y no me alcanzan las palabras para describirlo. Estuvo increíble, ambos cantantes se lucieron muchísimo y Michael Kiske cantaba espectacular, como en sus años de juventud. Tal vez no llegue a esos agudos altísimos, pero conserva la voz y canta con una fuerza y contundencia, con un poderío, que te llega al corazón. Y los músicos, no se quedaron atrás. Verlos a Hansen y Weikath repartiéndose los solos fue una delicia para los oídos y para la vista. Como banda, todos se complementan muy bien y dieron un concierto impresionante. Sentaron cátedra de heavy metal esa noche en Buenos Aires.

Y otra vez nos hicieron cantar, en “I Want Out”, Andi Deris y Michael Kiske se repartieron ambos lados del campo y nos dirigían como si fuéramos una orquesta. Más tarde, mi hermana me dijo que se escuchaba desde afuera del Estadio y hasta grabó esa parte… Los reyes del Power Metal y de la calabaza se despidieron entre vítores, aplausos y gritos, los guitarristas regalaron todas las púas y Daniel Löble, los palillos de su batería. Cayeron papelitos naranjas y blancos y sabíamos que el concierto llegaba a su fin. Los músicos se abrazaron y se despidieron entre aplausos, gritos y las 7000 almas estábamos felices de haberlos visto en Buenos Aires.

Para mí, fue un sueño cumplido ver un concierto de estas leyendas y, sobre todo, haberlos tenido tan cerca, después de escuchar sus discos, (que me han hecho compañía en incontables horas de estudio y descanso), ver que son personas de carne y hueso como nosotros y que nos entregaran esas dos horas y medias de música compuesta con tanto amor, pasión, con profesionalismo y calidad fue algo único. Nosotros, los fans, estábamos felices y ellos, Helloween, también. Impecables a nivel de sonido, de escenografía, de calidad musical… Súper profesionales y es admirable que con la edad que tienen, sigan dando conciertos de semejante calidad.

Como me dijo un veterano en el campo, contento de ver gente joven, a las nuevas generaciones de metaleros, me puedo considerar bendecida por haber descubierto esta música maravillosa, amarla, sentirla y apoyarla, con el cuerpo y con el corazón. Quiero agradecer a mi familia por haberme “hecho el aguante” en esta aventura metalera, a mi hermana que me acompañó en el viaje a Buenos Aires y pasó frío a las afueras del Estadio, aunque pudo disfrutar de “I Want Out” y de la música de las calabazas. También le doy las gracias a Haki, porque no habría estado allí de no ser por ti y tus excelentes reseñas que me animaron a descubrir y a disfrutar de esta banda.

No sabía si iba a llegar a publicar esta crónica, por el inminente cierre de la web, pero también se las dedico a ustedes y les doy las infinitas gracias a todos los usuarios que le dieron vida a la página y a colegas reseñistas que aportaron su tiempo y conocimientos en este lugar. Hasta siempre, portalians.

Beto Vázquez Infinity
Hammerfall

Michael Kiske
Andi Deris
Michael Weikath
Kai Hansen
Markus Grosskopf
Sascha Gertsner
Daniel Löble

estuvo tremendo, quizas el mejor show de helloween que vi, los vi la mayoria de las veces que vinieron y con esta, las tres veces ya con esta formacion, y aun asi siendo fan de la calabaza, el "problema" fue que hammerfall les "robo" el show, obviamento esto es subjetivo y al final se disfruto a pleno de ambas bandas!!

Era la primera vez que los vi, y me encantó. Hammerfall dieron un show espectacular, aun así sus canciones no me parecieron tan buenas como las de Helloween. Aun asi, fue un gusto poder verlos en directo. Me alegra saber que también estuviste allí. Muchas gracias por tu comentario.

Un saludo!!

y fue una presentación inolvidable.
Fue la penúltima presentación que pude ver antes de pandemia, y para el momento las cosas eran a otro precio.
Saviendo que el portal en el año que viene vendrá a su fin, creo que esta reseña de la compañera es el cierre con broche de oro de la página.
Besos, Vesper Lind!
PD: Podríamos contactarnos por ¿ facebook?
Para seguir conversando sobre metal y otros temas.
Quedo atento

En el 2017 y seguro que el concierto estuvo increíble. Es cierto que las entradas aumentaron mucho de precio. Jajaja hubiera quedado linda como última reseña, pero veo que se publicaron más y espero que así continúe. Hace casi una década que no tengo Facebook. Tampoco Instagram, Twitter ni redes sociales. Fuera de aquí, soy una ermitaña digital jajaja.

Un saludo

Pues primero que nada es bueno verte de nuevo por aquí, en cuanto me avisaron de que el Portal seguía por aquí vine corriendo tan pronto como pude para cerciorarme de que era cierto (aunque hasta apenas hoy me ha dado tiempo de comentarte). Me provocó una gran sonrisa ver que tendremos al portal por un año más, aunque igual me deja un poco confundida y con cierta incertidumbre de qué es lo que pasará después.

Pues qué te puedo decir, amiga. Las calabazas son una leyenda viviente del género y has logrado aprovechar muy bien la oportunidad para poder disfrutar de su magnificencia. Por lo que veo el Setlist se ha mantenido igual en las demás presentaciones y en algunas cuantas le varían un poquitín. Veo que con todo lo que te aventaste terminaste muy exhausta pero con mucha satisfacción (estar más de 2 horas parada en el campo no es fácil), yo la verdad en esta ocasión decidí estar en las gradas (además de que llegué tarde y me perdí de Hammerfall).

Pero vamos que lo importante es ver que te la pasaste genial con esta banda, que en mi opinión no defrauda. Me encanta la forma en que describes todo el ambiente que rodea al concierto, de verdad me hace sentir que estoy ahí contigo. Eso sí, a mi parecer faltaron un par de canciones que sí o sí deberían ser tocadas en cualquier concierto de Helloween: "Halloween" y "I'm Alive". No obstante el setlist no deja de ser bueno y demuestra que las canciones del nuevo álbum pueden ganar mayor fuerza en directo.

Me halaga ver esos agradecimientos, saber el alcance que pueden tener las reseñas sí que motiva, amiga. Así que yo también estoy agradecida contigo, no sabes lo bien que me sabe leer tus opiniones.

Un abrazo, amiga. Nos leemos!

PD: qué galán es ese Sascha Gerstner!

Y por lo que leo, veo que vos también lo pasaste genial en el reci de las calabazas. Había publicado esta crónica un dia antes del cierre de la web, de ahi que quedó... Me pasa lo mismo que a vos, estoy contenta porque la página no cerró pero la incertidumbre está, fue mucho tiempo dedicado a las reseñas y al Portal. Le tengo mucho cariño a este lugar y ojalá que perdure por varios años más.

Me suscribo a tus palabras. Este recital fue distinto a los dos anteriores, ya sea por la escenografía, el lugar o la cantidad de fans, pero sentí eso, que son unas leyendas y una banda grande. Literalmente, salieron a "matar" al escenario jeje, temazo tras temazo, sonaban con una contundencia, una potencia y profesionalismo que habla de una banda veterana que sabe hacer bien su trabajo. Lo de ir al concierto, fue un impulso, sobre todo porque quería ver en vivo y en directo a Michael Kiske y a todos los otros músicos, claro... Parece que el Setlist fue casi siempre el mismo en casi todo Latam y sí fue un esfuerzo enorme estar 5 horas parada en el campo, te empujaban, querian quitar el lugar, era como estar combatiendo cuerpo a cuerpo 5 horas jajajaja. Tremendo, pero valió la pena, porque los tuve muy cerca y se escuchaba re bien, aunque ver, los veía mejor cuando caminaban por la pasarela... Si hay una próxima, seguiré tu ejemplo e iré a las gradas, que es más tranquilo y se ve mejor. Además, las pantallas gigantes mostraban todo lo que pasaba en el escenario.

El concierto de Hammerfalll estuvo increíble y eso que yo no soy fan de los suecos. Lo dieron todo y la gente respondió muy bien. Pero no se puede comparar con Helloween. Helloween son de otro nivel y eso lo pude comprobar esa noche.

Me temo que no me defraudaron, Haki, salí muy feliz y contenta del Estadio, valió cada peso invertido, porque estuvo hermoso, espectacular, fue muy emotivo. Valió la pena y me dio una gran alegría en tiempos de estrés universitario. Creo que los conciertos son uno de los motivos por los que vale la pena vivir esta vida, recordaba tus palabras; "una vez que pruebas los conciertos, quieres más"... Es verdad. Muchas gracias por tus palabras, de corazón. Hice mi mejor esfuerzo para mostrarles lo que fue esa noche, también me inspiré en los grandes cronistas que pasaron por esta página. Siempre que voy a un concierto pienso en la reseña para esta página, porque a fin de cuentas, de eso se trata el metal, de compartir estas experiencias tan lindas y disfrutar de la música.

También me quedé con las ganas de oír "Halloween", muy lindo "Skyfall" pero la primera es mítica... Faltaron "Im Alive" y me hubiera encantado que tocaran "Twilight of the Gods"... pero bueno, dentro de todo, pude disfrutar de Deris y Kiske que dieron lo mejor de sí, lo mismo el medley de Kai, que tipo más simpático. Las canciones del nuevo disco me gustaron, sobre todo "Mass Pollution", le agregó mucho power al show.

Las palabras tienen poder, Haki. Y no me cabe la menor duda de que eres una excelente reseñista. Tu trabajo aquí no es en vano, vale la pena el tiempo y la dedicación invertidos. Después de leer tus reseñas me dio curiosidad la música de Helloween, busqué los discos y vaya que me dieron momentos de alegría y satisfacción, también de emoción... Lograste transmitir esa pasión por la música y también diste cuenta de tus conocimientos sobre el tema, que para mi son dos factores claves para "convencer" al lector de que le de un tiento a la banda. Me alegra que te ponga contenta leer mis opiniones. Yo te debo a ti un agradecimiento porque de no ser por ti, no habría disfrutado ese magnífico concierto.

Jajajaja sin duda que Sascha es un galán, muy fachero y arreglado, pero a mi se me hace más atractivo Weiki, con su aire de misterio y su semblante serio... aunque es demasiado mayor para mi jajaja. Pero lo que habrá sido en su juventud... y Deris y Kiske, afortundadas las que los vieron en sus años mozos... Jajajaja. Todos los músicos de Helloween tienen su atractivo, ya los Hammefall... pues no tanto jeje. Como diría Hawkmoon, aunque él usó otros términos menos sutiles para describirlos xD

Un abrazo grande, querida amiga. Muchas gracias por pasar por aquí y comentar.

Vesper, nunca fui muy fan de Helloween porque ocurre que hay bandas que por algún motivo no a todos nos entran, aunque nunca es tarde. Pero disfruté mucho de tu reseña. Leerla fue como una narración que te hace sentir como si uno hubiera estado ahí. ¡Bravo!
Me alegró que la velada fuera perfecta y que, tal como contás, la gente a tu alrededor también te la haya hecho pasar fenomenal.
Yo en los conciertos a los que voy (trato de que sean bandas no ultraconocidas para poder verlas en lugares chicos en donde disfruto más), siempre llego temprano para ponerme en primera fila. Tener al artista a un metro, como me pasó con Crucified Barbara, no tiene precio, je je.
Felicitaciones por la reseña y al menos tenemos los portalians un año más de intercambio de opiniones, reseñas y anécdotas.

Me quedo muy contenta leyendo tus palabras y sabiendo que supe transmitir y describir todo lo que pasó esa noche en el Luna Park, no fue una tarea fácil pero al final pude traerles la crónica. Me gustan mucho este tipo de textos y leí muchos escritos por otros en esta web.

La verdad que los metaleros se portaron muy bien, había buena onda y camaradería, la gente estaba muy contenta. Aunque fue una odisea aguantar las cinco horas en el campo, pero valió la pena porque estuvo hermoso el recital.

¿Así que vas a la primera fila. ¡Que suerte! Yo ya renuncié a eso porque me empujan demasiado y no tengo tanta fuerza física para resistir, así que me quedo más al costado jeje. Sólo vi un concierto en un lugar chico, fui a ver Rata Blanca y estuvo espectacular. Viste a las Crucified Barbara en directo... lo que es vivir en Europa. Nunca vivieron a Argentina, solo a un festival en Brasil.

Muchas gracias por las felicitaciones y así es, nos queda un año más de Portal... Un gusto leerte, Gastón. Saludos y gracias por tu comentario :)

De nada :)
Y sí, por algún lugar comenté acá que en 2013 vi por primera vez a las Barbara en Madrid (las vi dos veces antes de que se separaran) y el lugar era tan chico (la sala "El Sol", en Madrid) y las tuve tan cerca que sólo te digo que cuando los roaddies llevaron los instrumentos al escenario, pude hasta tocar disimuladamente con un dedo la Gibson Explorer de la guitarrista ritmica, ja ja. Y otra cosa graciosa fue que la baterista entró antes para ajustar su batería, con ayuda de un pibe que no hablaba inglés pero que le iba subiendo y bajando los platos y timbales según ella le iba diciendo con gestos de la mano "más arriba. Más abajo". Es un lujo poder ver bandas que quieres en lugares así.

Los vi por primera vez cuando fue la reunión de ese pumpkins united...
Y fue una experiencia inolvidable. También estuve en primera fila, y eran tipo las 8 p.m en mi país, cuando las pantallas gigantes se iluminaban y salían a escena los germanos...
y en ese momento, sí tocaron la canción Halloween, y otros clásicos de sus primeros álbumes, además de la canción que dio nombre al tour.
A los de la calabaza los conocí cuando salió The Dark ride, un álbum famoso porque en la radio se ponía frecuentemente escalation 666, que me puso la piel de gallina.
Luego conocí el material anterior al Dark Ride, y hasta que me topécon sus álbumes de los 80.
Si hablamos de tipos atractivos, Kiske se llevaba la gloria, pues con su cara de inoscente y su cabello rubio, conquistó a más de una en esa década, y era por eso que después de que se fuera el tito Kay, Kiske se sentía un rock star.
De ahí los problemas con Noise Records, cambios de integrantes, discos flojos como el Pink Bubbles go Ape, Chameleon, la expulción del rubio e Ingo, un Michael Weicath que tenía sí o sí que reconducir la banda antes que se quedara sin trabajo, volver a buscar una discográfica que apostara por ellos, la inclusión de Deris y el resto es historia.
Pero el periodo 1989-1993, fueron años muy difíciles para Helloween. Sin Kay las cosas no fueron lo mismo, y que Kiske tomara el control y se comportase como Bon Jobi, sí que pasó demasiada factura.
Además que en entrevistas de Kiske donde decía "no me siento metalero sino más rockero porque mis influencias eran Elbis Presley, b.b. KIN, ETC", terminó por la enemistad que duró años sin resolverse entre Weikath y su tocayo.
Tan es así que a Kiske le dedicaron un tema como MR Ego, en referencia al señor que se creía más que los compañeros, lo cual terminó de sepultar a la banda a la casi disolución.
Pero fue justo ahí, en medio de material irregular como 7 siners y los que le siguieron, donde ni Gama ray importaba un culo al igual que la calabaza, que por medio de su equipo de manajement, buscaron que las partes se reconsiliaran y así Helloween volviera a estar en el ojo público.
Por eso su gira fue excitosa, reportó grandes dividendos económicos y nos hizo felices a nosotros los que los hemos visto en estos tiempos.
Así que entiendo la crónica de Vesper, porque ella rememora lo que yo sentí en el momento cuando los vi.
Unos viejos que hacen música porque les gusta, señores muy carismáticos en el ecenario, gente feliz como yo y las compañeras y todo hecho en paz.
Así que gracias por la crónica, Vesper, y HaKi, qué rico verte por aquí