Delain - Lucidity

Enviado por Vesper Lynd el Sáb, 05/09/2020 - 05:39
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1. Sever - 4:53
2.Frozen - 4:43
3.Silhouette Of A Dancer - 5:25
4.No Compliance - 5:10
5.See Me In Shadow - 4:41
6.Shattered - 4:20
7.The Gathering - 3:35
8.Daylight Lucidity - 4:36
9.Sleepwalker's Dream - 4:27
10.A Day For Ghosts - 3:37
11.Pristine - 4:31
12.(Deep) Frozen (bonus track) - 4:46

La historia de la banda de metal sinfónico Delain comenzó cuando el tecladista y miembro fundador de Within Temptation, Martijin Westerholt, enfermó de mononucleosis infecciosa en el año 2001 y se vio obligado a abandonar la formación. El músico había participado en la grabación de los álbumes “Enter”, “The Dance” y “Mother Earth” en la banda holandesa. Martijin fue reemplazado por Martijin Spierenburg, quien hasta el día de hoy es el tecladista oficial de Within Temptation. Tras cuatro años de lidiar con esta enfermedad, el músico pudo recomponerse y decidió formar un proyecto musical nuevo, lo que le llevó varios años.

Recién en el año 2006 salió a la venta “Lucidity”, el primer disco de Delain; tras firmar contrato discográfico con Roadranner Records. Tras grandes dificultades para encontrar una vocalista adecuada, tuvo la buena suerte de conocer a una joven de tan solo 19 años, vecina de sus padres: Charlotte Wessels, quien se interesó en su proyecto y decidió participar, escribiendo cinco de las diez letras de las canciones del disco y convirtiéndose en la cantante principal.
Debo aclarar que Delain fue pensado originalmente con un proyecto con músicos de sesión, no como una banda para salir de gira con una alineación establecida. Westerholt no se imaginaba el éxito y la repercusión que tendría este trabajo, que llegaría al puesto número 43 en las listas de ventas holandesas. El próximo disco de Delain, “April Rain” contaría con una formación estable con nuevos músicos y realizarían giras con bandas importantes, como Kamelot y Nightwish, ya como una banda, no como un pequeño proyecto en solitario.

Para componer y grabar los instrumentos de este trabajo, Martijin contó con la ayuda de varios músicos reconocidos y prestigiosos del ambiente del metal sinfónico, entre ellos destaco al famoso bajista de Nightwish, el vikingo Marco Hietala (quien grabó el bajo en todas las pistas del álbum, además de participar como vocalista en cinco canciones) y Ad Sluijter, antiguo guitarrista de Epica. Además, colaboraron en el disco otras dos vocalistas reconocidas de las que hablaré más adelante.

Antes de comenzar con el análisis del disco, quiero aclarar que el sonido de esta banda no se parece al de Nightwish, Epica o Within Temptation. A pesar de tener alguna influencia de estas agrupaciones, las composiciones de este grupo son sencillas, con estribillos pegadizos y efectivos, es un metal sinfónico más accesible, en el que destacan el teclado, las orquestaciones, instrumentos de cuerda como violines y chelos, pero en un nivel más reducido que en bandas como Epica. Aquí no van a encontrar temas de la complejidad de “Ghost Love Score”, “The Truth Beneath the Rose” o “Consign to Oblivion”. Su vocalista, Charlotte Wessels, si bien entrenada como cantante clásica y de jazz, no utiliza voces operísticas, lo cual le otorga cierta originalidad a esta banda, le da un soplo de aire fresco al género.

Si algo me gusta de este grupo, es que se parecen a ellos mismos, no son una copia mediocre de nadie. Respecto a la pelirroja Charlotte, tiene una voz dulce, expresiva y emotiva, en mi opinión es una buena cantante, con un estilo más cercano a Elize Ryd de Amaranthe, Aylin de Sirenia o inclusive Sharon den Adel antes que al de Tarja, Floor Jansen o Manuela Kraller. Lo que destaca a Delain de otras bandas de su generación es la calidad de las composiciones de Westerholt y la voz de Wessels, que conforman una dupla interesante que desarrolló su potencial en trabajos como “April Rain” o “The Human Contradiction”, en mi opinión, sus mejores álbumes.

Lo que vamos a encontrar en este “Lucidity” no es nada que no hayamos escuchado antes, sin embargo, este disco y los que vendrían después, tienen una producción y ejecución impecables, poseen canciones de buena calidad con una vocalista talentosa y carismática, y le hacen pasar un buen momento al oyente. Si bien es una propuesta más sencilla que las bandas emblemáticas del metal sinfónico (The Big Six, las llamo yo: Nightwish, Within Temptation, Epica, Xandria , Leaves’ Eyes y los ya disueltos After Forever) eso no los hace menos meritorios. Para los que, como yo, se hayan cansado de escuchar una y otra vez los discos de las bandas mencionadas, son una buena opción, este grupo es de lo mejorcito de la nueva camada de agrupaciones formadas durante el nuevo milenio.

El disco comienza con “Sever”, una canción en la que destacan los teclados, aquí tenemos el primer dueto entre Charlotte y Marco Hietala, cuya voz de tenor le suma muchos puntos al tema, acompañados ambos de unos coros grandilocuentes y una buena orquestación, otorgándole un ambiente gótico y sinfónico, lo que seguirá ocurriendo en el resto del álbum.

A continuación, aparece “Frozen”, el primer single, que comienza con un suave teclado al que luego se le suman el resto de los instrumentos. La voz de Charlotte termina de conquistar al oyente, realizando un gran trabajo teniendo en cuenta su juventud y su inexperiencia; esta chica no se limita a utilizar una buena técnica, sino que tiene una voz versátil, emotiva y expresiva. Lo primero que juzgo en una banda de este estilo es a la vocalista y me temo que, a su favor, Westerholt ha dado en el clavo con su elección. “Frozen” es una canción bonita, accesible, con un buen estribillo y solo de guitarra, los coros se complementan a la perfección dándole un aire épico y dramático. Uno de mis temas favoritos del disco y de la discografía entera de la banda.

En “Silouhette of a dancer” destacan más las guitarras y los teclados. Esta canción tiene una letra preciosa, interpretada de manera magistral, donde resalta el contraste entre la voz angelical de Charlotte y la voz gutural del vocalista invitado George Oosthoeck (ex -Orphanage). Conocía a este muchacho por su colaboración con Within Temptation en “Candless” y “The Other Side of Me”. No soy una experta en vocalistas de death metal, pero este hombre hace unos guturales geniales, superando ampliamente a Mark Jansen y Alexander Krull, por ejemplo. No me extraña que Jansen lo haya fichado para su banda de death metal sinfónico MaYan, de la que ahora Oosthoeck es miembro oficial.

Continuamos con “No Compliance”, en la que dos vocalistas invitados realizan un dueto: el finlandés Hietala y una vocalista que cualquier amante del metal sinfónico identificará de inmediato tras escuchar la primera estrofa. En mi opinión, Sharon den Adel (junto a Tarja Turunen), es la mejor vocalista de metal sinfónico que haya pisado la Tierra, y una de las más emblemáticas del género. Aquí Sharon y Marco se despachan un buen dueto al mejor estilo Nightwish, sumamente efectivo, en una canción gótica y sinfónica en la que la holandesa despliega su capacidad vocal de una manera impecable, realizando una notable interpretación en la que contrasta su voz angelical y suave con la voz grave y poderosa del finlandés. Otro acierto en el disco.

El track número seis, “See Me In Shadow”, con Charlotte de nuevo a las voces, es una de las mejores baladas de toda la carrera de Delain, una joya, en la que la pelirroja realiza un dueto con la legendaria cantante noruega Liv Kristine. Esta canción es hermosa, con una excelente interpretación a nivel instrumental, las voces de ambas se complementan a la perfección, acompañadas de la orquesta, y un buen trabajo en las guitarras. Uno de los puntos altos del disco, que se puede ver en el DVD “Live in Paradiso”, en el que Liv hizo una participación especial.

Continuamos con “Shattered”, un tema de medio tiempo en la que destacan los teclados y la voz de Wessels, con un buen estribillo, es aceptable y está bien ejecutado. Luego sigue “The Gathering”, otro single en el que participó Marco Hietala: canción pegadiza, con un estribillo más que decente y un buen trabajo en las guitarras, en la que ambos vocalistas alternan estrofas. Hietala está genial como siempre y sus aportes en las voces colaboraron en la buena calidad de las canciones y restaron cierta monotonía y linealidad.

En “Daylight Lucidity” destaca el buen trabajo a las voces de la señorita Wessels y el trabajo de Westerholt a los teclados. A la mitad de la canción Marco hace una pequeña aparición, agregándole algo más de agresividad al tema. Además, quiero resaltar la labor impecable del coro, al igual que la del guitarrista.

Ya entrando en los tramos finales del disco, aparece “Sleepwalker’s Dreams”, uno de los puntos fuertes del mismo, una canción preciosa con una excelente orquestación y una de las mejores interpretaciones de la joven Charlotte en toda esta placa. Metal sinfónico en estado puro, sumamente recomendable e interpretada diez años después en su DVD “Live In Paradiso”, en la que festejaron su primera década como banda.

En “A Day for Ghosts”, otro tema destacado, cantan dos vocalistas invitados: Liv Kristine y el bajista de Nightwish. Es una canción excelente: gótica, oscura, con guitarras aceleradas y potentes, en la que un Hietala pletórico cumple su rol a la perfección. Nunca había escuchado la voz de Liv Kristine y me fascinó tanto que fui corriendo a buscar la discografía de Leaves’ Eyes. La dulzura con la que canta esta mujer es indescriptible, tiene una de las voces más hermosas, suaves y expresivas que haya escuchado en mi vida. Hermosa canción y bellísima interpretación.

Por último, aparece “Pristine”, un dueto entre Charlotte y George Oosthoeck, comienza de una manera lenta y luego va adquiriendo mayor velocidad a medida que se agregan los demás instrumentos. Aquí se luce la voz angelical de la pelirroja que se complementa a la perfección con la voz gutural del holandés, que le otorga un poco más de agresividad al tema. Un buen tema para cerrar este “Lucidity”. Como bonus track, se encuentra “(Deep) Frozen”, una interesante versión del primer single con la aparición de los guturales de George.

“Lucidity” es un buen debut para una banda sumamente prometedora, que supo ganarse su lugarcito en el mundo tan competitivo del symphonic metal. Las colaboraciones de los artistas invitados le sumaron a este trabajo, además de contar con buenas canciones en las que Westerholt demostró su valía como compositor, y más que una decente y efectiva labor de Charlotte a las voces. ¡Quién pudiera cantar así a esa edad! Para mí, es un 8/10, 3 cuernos bien altos para Delain y su ópera prima, “Lucidity”. Ya mejorarían la fórmula y madurarían en sus próximos discos, de los que recomiendo “April Rain” y “The Human Contradiction”.

Miembros de la banda

Charlotte Wessels - voz principal (excepto tracks 4 & 10)
Martijn Westerholt - teclado, arreglos orquestales, coproductor

Músicos de sesión

Marco Hietala - voz en los tracks 1, 4, 7, 8, 10; bajo
Ad Sluijter - guitarra en los tracks 1, 2, 4, 9, 10
Guus Eikens - guitarra en los tracks 3, 6, 7, 8, 11, teclado en el track 7, coros los tracks 1, 2, 7, 8, 10, 11
Ariën van Weesenbeek - batería
Rosan van der Aa - coros en los tracks 1, 2, 7, 8, 10, 11

Músicos invitados

Sharon den Adel - voz principal en el track 4
Liv Kristine - voz en los tracks 5 & 10
George Oosthoek - voz gutural en los tracks 3, 11, 12
Jan Yrlund - guitarra en los tracks 1, 4, 5
Oliver Phillips - guitarra en el track 4, arreglos orquestales, productor
Rupert Gillett - chelo en los tracks 3, 4, 5

Sello
Roadrunner