
1. Cyberchrist
2. Buried Alive
3. Kill the Day
4. No Apologies
5. Fear of God
6. Gigs Eviction
7. Barcelona
8. Downpour
9. Candles Burn
10. Fiend
11. Faith
12. Thorne
Después de editar el molón "Something Burning", Vicious Rumors, el combo Heavy-Power ideado por Geoff Thorpe, nos regalaba, para variar, otra maravilla frenético-cañera. Su nombre: "Cyberchrist".
Los americanos tienen el culo pelado, se las saben todas. Llevan años, muchos, sirviendo una leña de película, sci-fiesca, con sus extraterrestres, sus complots siderales y todas esas movidas que a nosotros, al fan, nos la pone mega-cipotona. "Soldiers of the Night", "Digital Dictator" o "Welcome to the Ball", tres discos que merecen honores en los altares del reino, apostaron por entregar el mejor material posible, que interesaba tanto al fan de Judas Priest o Accept como al de movidas algo más subidillas de nivelón. Vicious Rumours siempre han sido netamente eléctrico-metálicos. Y nunca lo dejarán de ser.
Venga, sin liarnos. Directos a vivir "Cyberchrist". El disquete que nos trae a un nuevo vocalista, Brian O'Connor (tiene nombre de actor porno o de jugador de hockey), quién tiene la papeleta de tener que hacernos olvidar a pasados titanes vocales de la banda, caso de Gary St. Pierre, el acojonante (e icono vocal del sonido Vicious Rumors) Carl Albert o el propio Thorpe (que se hizo cargo del micro de cara a la grabación de "Something Burning").
Finales de milenio, nuevo vocalista, incertidumbre. Las bandas de Metal clásico no viven su mejor momento a finales de los noventa (salvo si eres uno de los trillones de clones helloweenistas y practicas Eurometal azucarado y moñarrón). La cosa está jodida. Y pensando en que, pese a merecerlo, la banda nunca ha visto reconocida su estupenda labor (salvo por el fanatismo de cuatro gatos que los veneran. Y así será hasta el final de los tiempos), "Cyberchrist" no será un "The Number of the Beast" ni un "Painkiller". Pocos se harán eco de la aparición del trabajo. Las revistas especializadas lo reseñarán brevemente. Algunas, joder, ni eso. Nadie apuesta ya por ellos. Salvo ellos mismos. Y eso es mucho, joder. Muchísimo.
Portadita, claro, mesiánico-futurista, con su cyber-cristo estampado como prota total. Si el disco se hubiese llamado "Dogs of Steel" pues, supongo, saldrían unos perros hechos de acero en portada, jejeje. Ilustración bien molona, sobretodo en el momento de la edición, 1998. Aún recuerdo lo que me llamaba la jodida portadita desde la tienda de discos. "Cyber..." me echaba algo para atrás, pero "...Christ", jejeje, es una palabra que siempre va asociada, sobretodo en terrenos Heavy Metal, a blasfemia. Sumé dos y dos y aposté por ello. Mú buena compra. ¿Que no? Anda, va, tira y lee.
"Cyberchrist", que comienza a latir misteriosota, poquito a poquito, como un recién nacido, amoldándose a su nuevo entorno, encontrando una postura, pronto destapa la caja de los truenos. Con un sabor muy Nevermore, sobretodo en el sentir de las guitarras, en su retumbar, en su filo, el combazo de Thorpe hace que no paremos de darle al cuello. Steve Smyth, futuro Testament y Nevermore (para que os hagáis idea de cómo toca el mendas), acompaña al maestro y se luce tanto como él. Fusión creativa de magia riffera y metalera. O'Connor, el jugador de hockey que hace de actor porno en sus horas libres (je), se lo curra totalmente. Voz Power a la antigua usanza, a lo States, cumplidora, técnica y con mogollón de feeling, con su propia naturaleza. Se nota que le enrolla la forma de cantar de Warrell Dane (Nevermore) o de Matt Barlow (Iced Earth), aunque esa facilidad para alcanzar agudos, onda Halford o Carl Albert, le queda de lujo a la onda.
Temas como "Buried Alive" (groovie total, soterrada, navegando por mares Thrash), la cabalgadora y adrenalítica "Kill the Day", "No Apologies", "Fear of God" y "Gigs Eviction" (a lo "Buried Alive", calentorra y vacilona, con picante) dejan claro que Vicious Rumors apuestan por unirse a la guardia actual, la que ahora está gobernando el panorama. No es que se pongan gorras, bermudas y piercings. Pero se unen a la horda moderno-clásica y vanguardisto-cañera, les sale natural, y, encima, al ser tipos que nacieron con el Metal en vena, suenan terroríficamente metálicos, sin perder potencia, fuego ochentero. Combinan los elementos actuales (tranqui, no le dan al Nu) con la magia de los tiempos pasados. Fusión ganadora.
"Barcelona", instrumental dedicada, claro está, a la maravillosa ciudad catalana, y "Downpour", veloz y aplastante, que incluso me retrotrae a material de Forbidden, nos lanza a la conquista de "Candles Burn", "Fiend", "Faith" y "Thorne", que repiten patrones, que suenan algo anquilosadas, aunque nada carentes de fuerza.
Thorpe ha vuelto a dar con la creación de otra criatura Heavy y poderosa (no tan magna como lo vivido con sus primeras obras de arte), ha dado con un vocalista potente y con fuelle y se sirve de una banda que ya la querría yo para mí.
Otro puñetazo, ahora cyber-mesiánico, de los papis del "Digital Dictator". No se trata de una joyaza, pero la podemos llamar buen regalete riffero.
Groove nevermoriano, Power, Heavy y saborcillo Thrash. Y firmado por nuestros amigos. ¿Vas a decir que no?
Pues véte a la cyber-mierda. Y llévales antes 3 cuernos (mú altos) a los de Thorpe.
Brian O'Connor: Voz
Geoff Thorpe: Guitarra
Steve Smyth: Guitarra
Tommy Sisco: Bajo
Larry Howe: Batería