
1. Black Future
2. Oblivion
3. Destroying the Cosmos
4. Forests of Legend
5. Hunger for Violence
6. Deoxyribonucleic Acid
7. Asteroid
8. Dark Nebula
9. Accelerating Universe
Thrash Metal sideral y afilado, técnico y apabullante, directo y poco dado a la mariconería: "Black Future".
Para aquellos que pensábamos que el Thrash Metal estaba muerto y enterrado, patadón en la bocota.
Por gilis, por desconfiados.
Los americanos Vektor, amantes a ultranza del material más saltarín y pecaminoso de grandes como Voivod (sus gurús), Annihilator, Destruction, Coroner, Megadeth o Deathrow, entre muchos otros, vienen a demostrarnos cuán equivocados andábamos.
Logo mega-Voivod, portadita maquetera a muerte. Excelso, joder.
La "nación Rrröööaaarrr" no olvida, los hijos de Korgüll harán temblar el universo.
"Black Future" abre la fiesta con el tema-título, y solamente empezar ya arranca cabezas. Intenso riffeo crudote-denso-slayeriano, progre-tecnicorro, cruzando la onda Watchtower con el tono vocal del jodido Schmier de los amos Destruction, la velocidad ultrasónica y el despiporre bateríl. Cerebrines aplastantes. Los más listos de la clase resultan ser también los más cabrones. Una columna vertebral de kevlar y unos brazos que disparan torpedos. Menudo criaturón.
Un olorcillo (tufazo más bien) a los Emperor "equilibristas" abre "Oblivion" para acabar con un sonidazo totalmente thrashero-devastador. La técnica oscurota, "robada" de las bandas nórdicas, heredada en parte del sonido y la voz de Vektor (cuando no se imita al papá de "Infernal Overkill"), cuajan de puta madre. Onda Voivod, Thrash sin piedad y Emperor en la sombra. Anda y quéjate, colega. Tres reinos de nivel se cruzan aquí.
"Destroying the Cosmos", speed-power cañón que bajará de revoluciones (pero para volver a subir), con el voceras desgañitándose a lo Dani Filth y haciendo aullar su guitarra como un campeón, ya nos descuajeringan del todo. Suenan ochenteros, incontestables, y poderosamente sólidotes. Y hablamos de un debut. Flipad.
Resiste ante lo que viene, valiente. "Forests of Legend", con una intro acústica bellísima, que no se deja en el tintero nada en cuanto a material velocista, sobrado y aplasta-moscas (y que roza la frontera thrash-blackie), "Hunger for Violence" (Destruction en versión Einstein), "Deoxyribonucleic Acid" (inicio épico-maidenesco, a lo "Wasted Years" pasado de vueltas, seguido de machaque absolutista), "Asteroid" (otro puntazo, ahora incluso con aires punk) y "Dark Nebula" (Black, Thrash y "gafapastismo" mesiánico de primera; Metal parido en el año 4.000).
Vektor dejan lo mejor para el final: "Accelerating Universe". Un resumen de lo que se vende en el álbum. Partes lentas, rápidas, locuras, relax... joyaza de track. Más de diez minutos, y se pasan en ná. Minuto 9.00, para llorar de emoción. Subidón máximo. Me rio de las juventudes de Scorpia.
Una nueva forma de entender el Thrash. Y de las mejores. Maestría, estilazo y cojones.
Paladines de nueva era de lo más acojonante. Bravo.
4 cuernos (medios) para "Black Future".
El futuro no pinta tan negro con bandas como Vektor pululando por aquí.
David DiSanto: Voz y guitarrra
Erik Nelson: Guitarra
Blake Anderson: Batería
Frank Chin: Bajo