Vain - All Those Strangers

Enviado por Witchfyre el Mié, 01/07/2020 - 18:35
Vain

1. Love Drug (3:47)
2. Planet's Turning (5:32)
3. Shooting Star (3:52)
4. Too Bad (5:16)
5. Far Away (3:58)
6. Wake Up (4:07)
7. Freak Flag (6:07)
8. Here Comes Lonely (3:36)
9. Shouldn't Cry (4:19)
10. Do You Sleep with Strangers? (3:55)
11. Looking Glass (3:53)

Álbum completo

Antes de nada, pido disculpas por utilizar como imagen de portada esta de la reedición de 2009 en lugar de la original, pero es que no existe tal portada ni tal edición original (además de que me encanta esa foto de la banda en medio del desierto, las cosas como son). Y no hay tal edición original porque este álbum tardó nada menos que 18 años en ver la luz de forma oficial, más que por un puñado de copias promocionales. Esta es una de esas tristes historias en el mundo del rock, una de esas ocasiones en la que todas las aspiraciones de una joven y prometedora banda se ven frustradas por las intrigas del mercado discográfico, cuando éste aún existía y tenía una importancia trascendental en el destino de los artistas.

Para los que no conozcáis a Vain, que algunos seréis, era esta una de esas bandas de buen hard rock, muy clásico y rockero, valga la redundancia, con ciertos toques de rebeldía y pasotismo, para las que se acabó acuñando el término “sleaze” (sordidez, asquerosidad, corrupción y todo tipo de marranadas que se os puedan ocurrir). Extraído de la letra del Bastard de los Crüe y, a priori, sin mucho significado descriptivo, yo siempre he asociado la etiqueta con esas bandas que fueron apareciendo en la segunda mitad de los 80 fijando su mirada en artistas de rock y hard clásico de décadas anteriores como los Stones, AC/DC y Aerosmith, bandas de glam y punk como New York Dolls, Ramones, Sweet o Slade y, muy especialmente, en una formación bisagra como fueron los finlandeses Hanoi Rocks. Todo barnizado con un aire de agresividad y decadencia más propio de su tiempo, supuso cierta ruptura con ese aire festivo e intrascendente que estaba tomando buena parte de la escena de aquel Los Ángeles de finales de los 80.

Más al norte, en San Francisco, cuna de Journey, Y&T, el thrash y el movimiento hippie, tenían su hogar estos cinco escuálidos muchachos. Como contagiados del decrépito ambiente que rodea Union Square, centro neurálgico de la ciudad, poco tienen que ver las historias que narra Davy Vain con ese ambiente frívolo y playero que atribuimos a la California de aquellos años. Algo de fiesta sí que buscan Vain, pero no es esa fiesta al borde de una piscina o en una playa a medianoche, es esa en la que alguien se pasa de rosca y la cosa acaba en coma etílico y sobredosis. Las composiciones de Davy Vain y los suyos son las que fluyen al día siguiente cuando, fruto de la insoportable resaca que soportas para recuperarte, te sientes un gusano miserable y no encuentras más refugio que esa misma botella o esa última dosis de heroína que te llevo al hospital la noche anterior.

Algo de patético y miserable tiene esta visión del rock ‘n' roll que cobraba un decadente esplendor en aquel fantástico No Respect de 1989. Love Drug, que parece aunar esas amargas historias de desamor con el doloroso padecimiento de la adicción, coge los restos exactamente donde los dejó su predecesor y nos pega un esperado, aunque certero, zarpazo. De puesta en escena y presencia similar a aquel Beat the Bullet que sirvió de single para el debut, puede no sonar tan fresca, pero sigue haciéndolo de lujo. Hard rock urgente, punkarra, pero con un extraño gusto por la melodía y un “llorón” Davy Vain profiriendo lánguidos lamentos sobre la música de sus compañeros. Definitivamente, no es este el tipo de voz de gato ebrio a la que estamos acostumbrados. El levemente nasal quejido de Vain puede no ser apto para todo el mundo y, a buen seguro, habrá a quien desagrade, pero en él escucho mucho más cantante que en los Axl Rose o Taimie Downe de turno.

A partir de ahí, los temas se van moviendo entre el rock ‘n' roll vibrante y vigoroso de las Freak Flag, con su nervioso ritmo de bajo, y Looking Glass, en las que Davy Vain quiere sacar algo de nervio, a otras de deprimente sencillez como Here Comes Lonely, Shouldn't Cry o Too Bad. Esta última, de instrumentación minimalista, destaca como grandes virtudes de la banda esa inventiva de Davy Vain para crear inolvidables líneas vocales y la gran labor de un Danny West que se destapa como un guitarrista de muchísimo gusto a lo largo de todo el álbum. Sin ellos, ese amago de single que fue Far Away (apareció en un flexi-disc de Kerrang! en el '91), el tontorrón, pero efectivo, estribillo de Shooting Star o una pegadiza Wake Up, nunca habrían sido las mismas. Me gusta menos Do You Sleep with Strangers?, a pesar de su sugerente título pero, como en todas las demás, salvo a ese gran y desconocido guitarrista que es Danny West.

Y aquí dejamos a Vain en esta ocasión. En 1991, Island Records se declaró en quiebra y fue absorbida por Polygram, sello que mostró poca confianza en los de Davy Vain, archivó All Those Strangers y mandó la banda a aquellas calles de las que habían salido poco antes. Heavy Metal Records recogió los pedazos dos años después y juntos sacaron Move on it, pero ya nada volvió a ser igual. Ni la banda, ni la escena eran las mismas, su tiempo había pasado. ¿Habría sido diferente la historia de Vain de haber sacado All Those Strangers cuando le correspondía? Sinceramente, lo dudo, cuando ya No Respect no había conseguido captar la atención que merecía dos años antes. Al final, a All Those Strangers le doy cuatro cuernos bajos porque le falta un poco de la frescura e inmediatez de su predecesor, pero una cosa tengo bien clara, Vain tenían ese “algo” especial que los hacía sobresalir entre sus contemporáneos y, realmente, podía haberlos llevado al ansiado éxito. Aquí os queda un pedacito de la historia negra del rock.

7,5/10

- Davy Vain: voces
- Danny West: guitarra
- Jamie Scott: guitarra
- Ashley Mitchell: bajo
- Tommy Rickard: batería

Sello
Island Records