
1. Dead and Bloated (5:09)
2. Sex Type Thing (3:39)
3. Wicked Garden (4:05)
4. No Memory (1:21)
5. Sin (6:04)
6. Naked Sun (3:50)
7. Creep (5:33)
8. Piece of Pie (5:24)
9. Plush (5:13)
10. Wet My Bed (1:37)
11. Crackerman (3:15)
12. When the River Goes (8:24)
Hay discos que te acompañan para siempre. Aparecen en tu vida de una manera inesperada, te cautivan con su portada y desde la primera vez que lo oyes… sientes que es parte de ti.
Que eres tú.
Discos que por su forma de estar construidos, son tu mundo. Son tu espacio y tu definición más sincera. Álbumes que te abrigan en todo momento. Y vives por vivir, pero siempre vuelves a ellos. Siempre te dan fuerzas. Cuando tu padre muere, cuando te sientes solo, cuando te deja la chica que más amas. Él está ahí, y nunca te abandona.
Te explican mejor que cualquier cosa.
Desde que encontré este disco abandonado, lleno de polvo y prácticamente nuevo, jamás pude olvidar la sensación tan hermosa que me produjo cuando lo escuché a eso de las 8:15 p.m., un melancólico octubre como el que nos ocupa. Y después de muchos años, cada vez que lo oigo… es como si fuera esa primera vez. Cuando abres los ojos, aunque vieras perfectamente antes.
Quizás los que hablamos español y estamos exageradamente acostumbrados a las canciones en inglés, somos menos receptivos a esos mensajes líricos que contienen las canciones. Muchas veces, por no decir todas, recurrimos a las traducciones, y casi siempre esos mensajes tan orgánicos se pierden entre tanta interpretación. Pero al joven noventero que oía esta cinta sin parar, metido en una universidad campestre en medio de Virginia, muchas lágrimas le brotaron sólo con escuchar la música.
Y es que la música es un lenguaje universal: cautiva a todos por igual. Y la música que nos abre puertas tan grandes, siempre deja huellas imborrables.
Core es el disco debut de STONE TEMPLE PILOTS. Un álbum que apareció característicamente en un momento oportuno, donde reinaba comercialmente un estilo que se definía con el paso de las bandas. Y este álbum corrió con esa suerte, pese a ser acusado inmediatamente de plagio.
Pero siempre ha habido algo en este trabajo que me parece muy resaltable. Siempre que lo escucho, soy capaz de sentirlo. Pero no sé expresarlo. No sé si es que se oye lluvia donde no la hay, si los instrumentos cumplen una función extraordinaria con su acompañamiento, si la voz de Weiland y su timbre barítono ligero te hacen sentir muy cautivado o es que todo el conjunto del disco trasmite eso: filosofía pesimista y reflexión permanente en cada canción.
No lo sé.
Pero se siente sensacional.
Desde una portada consumida por un rojo no tan intenso como debió haberse visto hace 26 años, se nos presenta una figura femenina. Su rostro es seductor, misterioso y nos entrega una manzana que representan tantas cosas. Diría que es un art divino de no ser por ese toque tan siniestro y corrupto que envuelve la magia de la presentación. Y es que en Core lo que más abunda es eso: la inocencia y su pérdida.
Core (“esencia”, “espíritu”, “núcleo”) es un trabajo privado, extremadamente personal e introspectivo, por no decir que es melancólico y nostálgico para cualquier oído. Un disco que desde que empieza te hace vivir una locura lenta en el pecho, y a mitad de cada tema se funde y crea un conjunto de sensaciones nuevas, sin nunca perder la condición original con cada acorde que suelta tan cruelmente Dean DeLeo.
Ha sido un trabajo con una repercusión mediática y comercial enorme, con varios discos de platino. Y eso hace pensar que es un trabajo fácil, ganchero y divertido. Pero es todo lo contrario. Core es un disco extraño, porque pese a todas las implicaciones, singles muy conocidos y entradas en las listas de ventas del mundo, siempre se me hace tan pequeño y vago todo esto. Porque Dead and Bloated es todo un paseo íntimo que hace alejar a las hormonas adolescentes de golpe, dándole paso al pensamiento y a la reflexión.
Es un disco que recuerda a eras pasadas, sin dejar de sentirse completamente noventero. La producción (a cargo de Brendan O’Brien) es contundente y seca, pero con un redil que inmediatamente te hace regresar a décadas anteriores. No sé si es por el nivel tan denso y opresivo psicológicamente de todo el conjunto, o es que realmente es una oda mágica que se permite fulgir y dispersarse sin dejar de sonar mínimamente igual:
Maravillosamente paradójico.
Core son emociones puras, y no de las más positivas. En cada canción te topas con un tema diferente que vale la pena analizar. Frenar, bajar la ventanilla y entender cómo Sex Type Thing critica tan duramente al machismo y el papel secundario de la mujer en la sociedad. Todos llevamos una mujer por dentro, asegura Weiland de un modo que sólo puedes verte a ti mismo frente al retrovisor.
Analizarte cínicamente para luego seguir conduciendo, sin más.
STONE TEMPLE PILOTS ni muestran un virtuosismo ni dejan de hacerlo; simplemente van a un ritmo considerablemente bello. Trabajan sobre una base muy rockera, con melodías atípicas y líneas vocales que nos recrean mentalmente mundos donde abunda la preocupación, el deseo de ser alguien mejor y los detalles tan tristes que hacen de nuestra vida un momento más que se fuma y se pierde. Wicked Garden recrea perfectamente lo anterior mencionado.
Sobreponer canciones de este disco puede ser difícil, porque todo el conjunto es tan concluyente que no hay pieza a la que deba prestársele menor atención. Un debut riguroso, devoto de la música más apasionante en su vertiente filosófica, completamente recubierta con elementos musicales densos que ayudan poderosamente a lo que Scott Weiland no se esfuerza en decir. Porque no le hace falta ni siquiera forzar los labios, su mente habla por él.
Cuenta todo lo que vivimos, callamos y morimos con ello.
La reveladora Naked Sunday, donde se criticaba fuertemente a la religión y se pedía que nadie obligue a nadie a creer en algo que no puede ser comprobado, precedía a Creep. Y no sólo me arrastraba de dolor con esta pieza cuando mi novia me terminó, pero la mitad del tema me daba fuerzas. Cuando me bañaba y la canción explicaba la lucha interna que todos conllevamos cada día. Es tan sentimentalmente pura que habla de cada uno de nosotros, de nuestras situaciones.
Porque si algo hay que alabar de este álbum, es que es perfectamente humano. Natural. Cotidiano. Las letras son reales. Nos dicen cosas que a todos nos pasan. Es el lado sosegado, amargo y silencioso de la vida. Temas como Sin o Piece of Pie nos hacen evocarnos en nuestras largas caminatas por calles…
Que están llenas de una añoranza sin igual.
Plush siempre ha sido la joya del disco. Es el perfecto resumen de todo lo que nos presenta Core. Porque es su núcleo. Una canción que le da vida entera a lo que este conjunto tan dramáticamente bello nos da entender emocionalmente. Puede que su letra hable de una niña que fue hallada muerta, pero siempre me pegaba profundamente esta canción luego de haber terminado mi relación más amada.
Después leí a Weiland en una entrevista, y él afirmaba que se trataba de eso: una relación que falló. Porque las canciones de Core son metáforas sensibles disfrazadas de amargas realidades que a todos nos arropan de vez en cuando. Un detalle finísimo, que me hizo entender por qué la guitarra y la batería de esta canción parecieran recrear musicalmente un duelo por la contemplación de un futuro que se siente cada vez más incierto.
El disco cierra con When the River Goes, y es ahí donde fallecemos. Porque nacemos de Eva y morimos por ella, porque venimos del pecado, de la maldad, y siempre hacemos lo malo, y el mal muere con nosotros. Eso es lo que Core a la final trata de explicarnos. No existen más vueltas que las que el disco puede ofrecer hasta bien pasados los años, porque el núcleo ("Core") de la maldad lo llevamos siempre por dentro.
Y sigue paraciéndome un trabajo tan inocente y a la vez tan serio…
Se critica que STONE TEMPLE PILOTS se copiaron de sus colegas. Pero, echándole cabeza al asunto, ¿ALICE IN CHAINS, SOUNDGARDEN, NIRVANA, PEARL JAM y otros grupos eran 100% originales? ¿No tenían ellos influencias acaso de alguien más? Y es que no lo veo así. Porque esta oleada toda mezclada y pasada por un filtro llamado ‘Grunge’, tenía a muchos grupos como influencias. Todos mamaron de muchas partes. Porque tanto BLACK SABBATH, LED ZEPPELIN, SIR LORD BALTIMORE y demás grupos clásicos extendieron su sombra hasta esta década, cuando la evolución musical que vivía surgiendo en el underground alcanzó su punto aquí. Que STONE TEMPLE PILOTS no inventaron nada, cierto. Pero, ¿los otros sí lo hicieron? No interesa en lo absoluto.
Lo que me parece importante resaltar es el increíble resultado de toda esa mezcla que asimilaron grupos fundamentales de los años 90. Y curiosamente, este disco salió a la venta el mismo día que Dirt de ALICE IN CHAINS: el 29 de septiembre. Otro disco con una atmósfera muy similar a esta.
STONE TEMPLE PILOTS publicó más material con el tiempo, también resaltable, pero nada me ha impactado tanto como Core, y muchos años lleva conmigo. Un tesoro que no suelto por tanta emocionalidad que le tengo. Su belleza reside en lo encantador, profundo y subjetivo que se torna desde que empieza. Piensas que no vale la pena, que has escuchado esas guitarras antes, y realmente, después de un rato, todo se hace superlativo. Cuando esta música invade tu privacidad y crea otra a su manera.
El mundo que todos llevamos por dentro.
Un álbum imprescindible en la librería. Oírlo por primera vez es tan placentero como cuando ya lo sientes demasiado importante para ti. Y aunque conozcas sus argumentos a la perfección, cada vez que lo oyes aprendes algo nuevo. Porque nada es siempre igual..
...Pero la música no cambia, hace que las personas cambien.
Core y sus doce temas resguardan fuertemente un tesoro. Uno que no existe, pero siempre dará gusto buscarlo. Entender la vida a través de música honesta y directa. Lejos de vandalismos y estimulaciones comunes a las que estamos acostumbrados en una sociedad que valora más un perreo intenso y unas tetas al aire que una profundización en las localidades de nuestro ser.
Un ser que se irá algún día.
Pero, bueno, así somos nosotros, los humanos. Todos con una esencia distinta, sólo que a veces no la encontramos. Pero gracias a STONE TEMPLE PILOTS siempre tendremos a Core para reencontrarnos con nosotros mismos.
Un disco con el que abrí los ojos, y con el que los cerraré.
Sencillamente indispensable.
...Y luego de haberlo
yo todo bien hecho
Sólo quería descansar
sobre tu suave pecho
Sobre tu suave pecho...
Valoración: ¿?
Scott Weiland - Voz.
Dean DeLeo - Guitarra.
Robert DeLeo - Bajo.
Eric Kretz - Batería.