Spellcraft - Yersinia Pestis

Enviado por Cuericaeno el Jue, 03/01/2013 - 04:20
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1. Tierra Profanada (1:35)
2. Alone in the Eternity (6:26)
3. Yersinia Pestis (7:28)
4. Stigma Dragon (7:00)
5. Lilith's Breath (7:52)
6. Negra Sangre (2:02)
7. Taste the Reptile Skin (5:51)
8. Shrouded by the Darkness (Epilog) (1:21)

Para el próximo festín de escarcha, tinieblas y decibelios, esta vez no vamos a viajar tan lejos, no hace falta. No encallaremos nuestro navío en los fiordos, no siempre es necesario invocar a los demonios de la ancestral Escandinavia desde la misma, teniendo en cuenta que las tierras vikingas ya diseminaron sus negras artes por el orbe en forma de Metal Extremo, desde principios de los ’80 de la mano del amo Quorthon hasta nuestros días. Por ello, y ya que escribo desde España, aprovecho para reivindicar lo autóctono trayendo a ustedes el último trabajo de una banda que merece ser escuchada, nimbada y muy fielmente por ese influjo nórdico del que hablábamos.

Black Metal tañido nada menos que en Monzón, la ciudad de los imponentes cerros y el castillo templario, en pleno umbral al pirineo aragonés. De allí proviene esta banda, paisana (por no decir hermana) de aquellos Ouija que ya os traje días atrás, fundada en 1996 y autora del largo que aquí pondremos a rodar, el segundo tras aquel Stirpe Obscura de 2008 que publicara el sello Grotesque Music. Esta vez bajo el sello Xtreem Music, Yersinia Pestis es la novedad que nos ocupa, el más reciente ataque de los oscenses Spellcraft.

Formada casi en su totalidad por miembros de los citados Ouija (4 de 5), Spellcraft posee un sonido muy relacionado con el de grupos como los antiguos Satyricon, Dissection, Sacramentum o Mörk Gryning entre otros. Con semejantes deidades como modelo, ya os podéis imaginar qué es lo que reina en las composiciones de Spellcraft, y no es otra cosa que la melodía, de gran belleza pero obviamente tejida con el espino venenoso y la grumosa seda de araña que inculcó el liceo del Black Metal.

La particularidad de este disco es también la de dar mucho juego a las guitarras acústicas, y ese detalle lo experimentaremos por vez primera en ese cántico guerrero que es la intro (Tierra Profanada), además de en interesantes interludios como el acaecido en la posterior Alone in the Eternity, o preludios como el arpegiado en el tema-título. Eso es lo que le da ese toque diferente al acabado de toda la obra, sin renunciar por ello a la tradición del ferviente tremolo picking enchufado a alta tensión ni a sacudidas como las que despacha Fulgur desde su kit. Lilith’s Breath, la más extensa y trabajada del lote, cumple con esos asaltos típicamente blackmetaleros desde que asoma como quinta pista del compacto, aunque proclive también a seguir mostrándonos las señas de identidad del combo, que es su riqueza de matices.

Antes de todo eso, las geniales melodías de la ya mentada Alone in the Eternity ya avisan que la propuesta de los norteños merece bien la pena, desde esa arrebatadora entrada, que tanto me recuerda a los viejos tiempos de Ouija. La canción que da título al trabajo nos revela el nombre de la bacteria causante de la Peste, recreándonos la banda el ambiente de agonía y desolación de aquellas épocas pretéritas en las que un ente microscópico llegó a ser el tirano rey de todos nosotros, pero siendo aquí resucitado tal mal para traernos el fin de los tiempos (”Éste es el renacimiento de la pandemia negra/La muerte retorna encarnada en la gran plaga”). Fabulosa ahí esa melodía que entra en el 2:36 y que contrasta tanto con las demás armonías tremoladas de cepa más tradicionalmente Black. No se ha de pasar por alto la versatilidad de Midgard frente al micrófono, que se atreve con diferentes registros, destacando mucho entre ellos esa voz limpia que con aires Viking encaja tan bien entre los sólidos riffeos que se marcan Aldromk y Murcilag.

El catálogo de melodías que presentan los citados hachas no decae, y la perversa pero galante entrada de la tremenda Stigma Dragon da buena prueba de ello, un tema de múltiples pasajes al cual más evocador en cuanto a atmósferas se refiere, sin olvidar por ello el que hace cumplir el minuto 4:51 y que para mí es el clímax de la canción: Cuando Midgard recita custodiado por un solo a la siniestra y una melodía acústica a la diestra, fundiéndose voz y cuerdas para marcar uno de los momentos clave de Yersinia Pestis.

Black hispanohablante tenemos en Negra Sangre, y pese a que nunca fui muy defensor del Metal Negro crascitado en la lengua de Cervantes, cuando es en la résped de Midgard y acompañado de semejante manera por sus compañeros de armas, me hace cambiar de idea, o matizar mi criterio de la siguiente forma: Si te sale tan bien como en Negra Sangre sí, si no, aborta la misión y elige el inglés (o el noruego si eres más ortodoxo). Fugaz pero muy eficaz este sexto corte, y que al menos a mí me reconcilia con el aspecto ya citado del idioma.

Hora de saborear la piel del reptil… Taste the Reptile Skin despierta más melodiosa que la bestialidad anterior, y aunque rompa luego en los derroteros tradicionales mantiene su carga melódica por medio de otro buen muestrario de riffs a tremolo, constatando la pieza tras morir de la mano del epílogo Shrouded by the Darkness que Spellcraft no rellenan con paja ni un recoveco, que todo está bordado con buena artesanía y mejor gusto en su nueva creación, un disco recomendable para todo buen conocedor y amante de las más dogmáticas aleaciones del acero azabache.

Y de muy buena producción, a cargo de Gorka Prieto, el que tuvo los bemoles de encerrarse con estos cinco demonios para ayudarles a engendrar entre el otoño y el invierno de 2011 este blasfemo octograma de lúgubres himnos de batalla, enfermedad y muerte.

Desde este crudo invierno que estrena mi tierra no encuentro más idóneo género para escuchar que éste que practican los oscenses en su nuevo lanzamiento, recién horneado en su infierno particular para hoy dar banda sonora a tan gélida y ventosa estación. Y he ahí lo narrado y que han de escuchar, Black Metal ibérico para encarar con furia este año entrante y de tan aciago número.

No siempre hay que viajar tan lejos, no hace falta.

Midgard: Voz
Murcilag: Guitarra
Aldromk: Guitarra
Scythe: Bajo
Fulgur: Batería

Sello
Xtreem Music