
1. I. קדוש
2. II. Fiat Nox (Hymn to the Master of Death)
3. III. Et Filius Aurorae (Hymn to the Son of Dawn)
4. IV. Christus Mysticus (Hymn to the Messenger of Gods)
Así como Vlad Dracul le dice a Jonathan Harker al invitarlo a traspasar el umbral de su morada “Entre libremente y por su propia voluntad y deje parte de su felicidad que trae consigo”. O en la entrada a los infiernos que propone Dante encontramos la inscripción:
“Por mí se va hasta la ciudad doliente,
Por mí se va al eterno sufrimiento,
Por mí se va a la gente condenada.”
En el caso de קדוש de Spectrum Mortis nos hallamos ante una eventualidad similar que antes siquiera de accionar el artefacto con necedad conviene ojear, y dice:
"Para poder abrir la puerta a otro mundo debemos tener la llave. La llave es una imagen de toda la obra y de su verdadera naturaleza. Esto debe quedar claro en nuestra propia alma, que la llave es un signo a través del cual los pensamientos y las formas pasan, y que junto con nuestros poderes del alma hacen que las influencias viajen del mundo pequeño al grande y cambien a la correcta forma y estado c como resultado de las influencias particulares..."
- Las artes de la Nigromancia -
Spectrum Mortis son una de tantas bandas en el Metal que consideran el culto a Lucifer como algo todavía más digno de respeto que el ofrecido en el pasado por agrupaciones como Gorgoroth, Marduk o Dark Funeral… tratamos de una agrupación española extremadamente misteriosa que podría considerarse pariente de Qayin Regis y también así de otros compatriotas ocultistas más al Norte como Balmog o Marthyrium. Con la única excepción (eso sí) de enfocarse en un Metal Extremo con mayor tendencia al Death Metal de corte doomico. Podría incluso plantearse a Spectrum Mortis del siguiente modo: Como una especie de Death cavernoso emparentado con el Doom más siniestro y vestido con el hábito de ceremonias del Black Metal Ortodoxo. Así al menos los veo yo.
Fundados en Madrid en 2015 por Sheram (voz y bajo), Aataa y Aath (guitarras), estos nigromantes supieron revelar con cierta celeridad su “debut” de veintiséis minutos Blasphemare Nomen Eius (2016), pero no sería hasta la entrada de Ta'ao en la batería y la salida de קדוש (2018) cuando, a un humilde modo de ver alcanzarían sus mejores capacidades para representar lo que ellos, Spectrum Mortis, parecen querer orquestar. Si bien la agrupación debutó ya bajo el ala negra de BlackSeed Productions y eso dice ya mucho de sus artes, tampoco se puede negar que con la llegada de קדוש (“Santo” en hebreo), este cuarteto logró confeccionar lo que podría ser un breve libro de salmos e himnos para una ceremonia ocultista con su solemne inicio, un desarrollo majestuoso y mastodóntico a partes iguales y, para finalizar, un desenlace de puro apoteosis. Un conjunto de cuatro cortes (de otros veintiséis minutos) que hablan por sí solos y además logran provocar profundos pinchazos en el alma. Bien sea por mano de la emoción que logra suscitar en el oyente la devoción que demuestra esta gente o por lo escalofriante que llega a ser su propuesta.
Spectrum Mortis deciden en este lanzamiento elevar sus cánticos en una genial mezcla de inglés y latín, y en su mismo comienzo con la opening קדוש, del modo más ritualístico calan en lo profundo cuando resuena:
“ABRAI... SHADDAI, SHABATHAI.
IN NOMINE LUCIS RATIONIS AUGUSTISSIMAE,
FIAT NOX…FIAT NOX… FIAT NOX.
SUPER QUO BASES ILLIUS SOLIDATAE SUNT AUT QUIS
DIMISIT LAPIDEM ANGULAREM EIUS,
CUM ME LAUDARENT SIMUL ASTRA MATUTINA.
ET IUBILARENT OMNES FILI DEI.
AMEN, AMEN, AMETH
Lo cual podría traducirse como: “Abram... Shaddai... Shabathai. En el nombre de la augustísima luz de la razón, vuélvete noche... vuélvete noche... vuélvete noche. Sobre lo que se hundió, o sobre quién puso su piedra angular, cuando las estrellas del alba cantaban juntas. Y todos los hijos de Dios. Amén, amén, ameth". Y así es como entramos en la egregia Hymn to the Master of Death, cargada de morbidez y haciendo un tremendo despliegue de crudeza, melodías y elegancia. Specrum Mortis saben darle a su música el enfoque necesario para arredrar a la concurrencia y a su vez inculcarle respeto y admiración. Posteriormente Hymn to the Son of Dawn abre con uno de esos riffs (de esos que te pueden acompañar jornadas enteras dentro de la psique) para luego progresar con otros igualmente mágicos. En este himno dedicado al mismísimo príncipe de las tinieblas podemos apreciar un inicio que letrísticamente ya lo dice todo:
”Lucifer, eres mi amor
Lucifer, tú eres el entendimiento en mí.
Lucifer eres la belleza en todo lo bello,
a través de ti han sido hechos todos los seres,
a ti todo volverá.”
Finalmente קדוש cierra con el cuarto tema y tercer himno: Hymn to the Messenger of Gods. El cual cierra el círculo de manera (como ya venía advirtiendo) apoteósica. Y no me enrollo más. Sencillamente tremendo. Tanto en lo vocal como musical y letrístico. Por estas cosas uno se mete en el Metal Extremo, por artefactos de porte milenario como este. Son cosas así las que me hacen rememorar aquellos días de lluvia en las que me vi cara a cara con obras como In The Nightside Eclipse, Storm Of Light’s Bane o De Misteriis Dom Sathanas. Por supuesto no estamos hablando para nada de lo mismo, que conste, pero me trae ciertos ecos y recuerdos en ese sentido.
El tiempo dirá qué será de estos Spectrum Mortis y con qué nos sorprenden en venideros años, pero todavía siendo esto un EP de menos de media hora y que no inventa absolutamente nada, me veo moral y emocionalmente forzado a darle los cinco cuernos. Esto a mi modo de ver es un trabajo sobresaliente y no resta nada más por contrastar: Un 9,0.
CHRISTUS MYSTICUS…
PANEM NOSTRUM SUPERSUBSTANTIALEM…
VERITAS, LUX, VIA ET VITA OMNIUM CREATURARUM,
IUSTE DEUS, VIVIFICA ME…
VISITA ME ET INTELLECTUM MEUM ET ANIMAM MEAM
CONFIRMA ET INSTAURA CONSCIENCIAM MEAM ET CLARIFICA ET PURGA.
Sheram: voz y bajo.
Aath: guitarras.
Aataa: guitarras.
Ta'ao: batería.