
1. Die by Power (03:13)
2. Taste of Blood (03:36)
3. Legion (05:48)
¿Han visto alguna vez un stand-up comedy de Steve Hughes? Sí, ese señor alto y delgado de cabello largo que cuando entra suele poner “Ace Of Spades” y acto seguido te hace partir el culo de la risa ¿Qué pensarías si te dijera que tuvo una banda de Thrash/Black de culto? Una grata sorpresa ¿No?
SLAUGHTER LORD se llamaba la banda del señor Hughes y…no te vas a partir el culo, pero sí el cuello porque pocas bandas de Thrash más salvajes se me ocurren.
Se formaron en 1985 bajo el nombre de ONSLAUGHT, pero se cambiaron el nombre a DEVASTATOR cuando la banda inglesa de Thrash, que todos conocemos, sacó su debut “Power From Hell”, sin embargo, a la banda no le convencía el nombre, pues les sonaba soso, genérico (sí que lo era) y decidieron cambiarse el nombre a SLAUGHTER LORD (muchísimo mejor, si me preguntan, además en perfecta sintonía con la música). Steve Hughes estaba metido de lleno en la escena del Thrash y quería formar su banda. En Australia la música extrema no era muy popular, eran pocos los que formaban bandas y aún menos los que estaban interesados en hacer metal extremo. Steve no se rendía y seguía buscando personas interesadas: en la escuela se topó con el guitarrista Mick Burke el cual le mostró a Steve discos de JUDAS PRIES y VAN HALEN, pero fue cuando Burke le presentó a un amigo que tenía el debut de VENOM que supo que su chance de oro estaba frente a sus ojos. Ese amigo de Burke pirrado por Cronos & cía era nada más y nada menos que Tony Noel, el futuro bajista y vocalista de la banda en sus inicios. El combo se completó con la entrada Sandy Vahdanni, el cual luego sería guitarrista de SADISTIK EXEKUTION, y Colin Butcher remplazando a Noel en el micrófono para ser el vocalista de todos los escasos lanzamientos de SLAUGHTER LORD.
La banda tenía como influencias a METALLICA, VENOM, BATHORY, SODOM, DESTRUCTION, KREATOR, EXODUS, S.O.D y SLAYER: un exquisito coctel molotov que explotó varias gasolineras e incendió media Australia. Como la mayoría de los grupos antes de lanzar material propio, los chicos hacían covers de canciones como “Blasphemer”, “Black Magic”, “Angel Of Death, “The Four Horsemen” y “From Whom the Bells Tolls”. Y es que, lo que permitió a SLAUGHTER LORD sacar un material tan visceral, con clase y adelantado a su tiempo era que cada uno de los miembros eran absolutos freaks de la escena del metal y estaban al tanto de las bandas que revolucionaban el género desde las profundas aguas retorcidas y fétidas del Underground extremo.
SLAUGHTER LORD fueron uno de los primeros en sentar la, antes prácticamente inexistente, escena Thrasher en Australia. Era una banda que inevitablemente llamaba la atención y llegaron a tener un público notable para el tipo de música que tocaban, llegando a tocar en conciertos con mil espectadores, que no es moco de pavo.
Las coordenadas estaban en 1986: año clave para la escena del Thrash, es bien sabido por cualquiera con dos dedos de frente. Obras como “Pleasure to Kill”, “Reign in Blood”, “Master Of Puppets”, “Peace Sells…But Who´s Buying”, “Darkness Descends”, “Eternal Devastation”, “Game Over”, “Obssessed by Cruelty”, “Rrröööaaarrr”, “Morbid Visions” o “The Dark” sentaban cátedra en sus respectivas formas de ver el Thrash. La competencia era dura, no, durísima, hacerce notar entre tanta obra maestra no era una tarea sencilla, sino olímpica. Además, en 1986 se lanzaron varios de los álbumes más extremos del Thrash Metal, cosa que ponía más difícil a SLAUGHTER LORD ganar la competencia “burreríl y cafre” ¿Se abrieron un hueco? ¡Vaya qué sí! Los australianos se las arreglaron en ser uno de los ítems más destacados de dicho año, a pesar de tratarse de un demo, y para rematar se pueden vanagloriar con que fueron uno de los más extremos del momento. Juntaron la velocidad ácida de los primeros KREATOR, la clase de unos METALLICA, el aura maníaca y diabólica de unos POSSESSED y su sello propio, inconfundible y bestia y ¡Voilá! Tenemos “sabor a sangre”.
“Taste of Blood” consta de tan solo tres canciones, pero ese “detallito” no importa cuando la calidad es desbordante. No es cuestión de cantidad, sino de calidad. Aquí lo que tenemos son tres clásicos de culto marcados a fuego en los “cráneos descerebrados” de los amantes del Thrash. Si eres un friki que ama fervientemente hasta el tuétano esta música no puedes seguir viviendo sin canciones como “Die By Power” o “Legion” ¿Me explico? Si no los conocías no sé qué esperas para mover tu trasero a triturarte los tímpanos con estas tres bombas de napalm mañaneras (uhmmm, qué rico huele).
Los muchachos no gastaban en reparos. Nada de intros, ni melodías de feria o sintetizadores serie B cutres para abrir el disco: directo a la masacre. Un riff zumbante y supersónico como las aspas de un helicóptero cortando carne y huesos humanos. El espectáculo es sangriento, así que los niños absténganse de visionar o, mejor dicho, oír este acto profano y psicópata porque si se descuidan pueden salir hasta sodomizados. “Die By Power” es uno de esos temas viciantes que rezumban una y otra vez en tu cabeza, ese inolvidable estribillo que dice “DIE BY POWEEER, DIE BY POWEEER, DIE BY POWAAAAAH, DIE BYYYYYYYYYY FUCKING POWAAAAAR!” es IM-PA-GA-BLE y qué decir de la artillería de riffs tan absurda que se lanzan estos tipos: la distorsión de las guitarras toma mil formas; caótico, grotesco, retorcido…esos son SLAUGHTER LORD. Y ni hablemos de los fills de batería que mete Steve Hughes y sus escandalosos Blast-beats dignos de estudio, la voz híbrida a medio camino entre Petrozza y Quorton o los solos con reminiscencias a METALLICA, pero con cocaína y speed hasta las cejas. Una canción o, mejor dicho, una demo que sirve de manual de cómo tocar metal extremo y es que hasta atmósfera crean los tipos e incluso hasta un momento de belleza indescriptible escondida en el ojo de la tormenta: la acústica del final de “Taste of Blood” que es…simplemente inefable, el sentimiento que transmite es el de una paz colosal. No sé qué trataban de decir con un pasaje tan precioso en medio de esta matanza, pero al menos yo lo asocio con la tranquilidad que da la muerte, como si un asesino nos hubiese descuartizado, probando nuestra sangre mientras lame el cuchillo con punta carmesí, liberándonos de lo que tal vez pueda ser un castigo: la vida.
“Legion” continúa con el riffeo ruidista y velocista con el plus de poseer quiebres a medio tiempo que suenan realmente malvados. Ese fraseo de la guitarra en la sección media de la canción con ese breve, pero inolvidable pick slide bárbaro y cruento acompañado de notas alargadas que crean suspenso yendo in crescendo. Otro absoluto clásico, como todos los cortes de “Taste of Blood”. El track (“Legion”) fue versionado por AT THE GATES en la versión japonesa del sello Toy´s Factory, dejando como prueba que estos muchachos, aunque silenciosamente, dejaron marca, un “Deathlike Silence” vamos. No tan conocidos como otros grupos de la época, mas igualmente importantes y uno de los puntales de la escena australiana.
Para amantes de KREATOR, POSSESSED, BATHORY, SLAYER y demás caña parda. Imprescindible material que sí o sí debes escuchar. Ítem de arqueología: uno de esos eslabones perdidos del metal extremo, un tesoro, una mina de oro o cómo quieras llamarlo.
Puntuación: 9.2
P.D: Esta reseña va a modo de homenaje a Mick Burke, quien falleció el 24 de agosto del año pasado a la corta edad de 50. Que en paz descanse y gracias por la música. No serás olvidado.
Mick Burke (R.I.P. 2017): Guitarras
Sandy Vahdanni: Guitarras
Tony Noel: Bajo
Steve Hughes: Batería
Colin Butcher: Voz