
1. Resurrection (02:44)
2. Asphyxiation (05:41)
3. Conflict Within (03:26)
4. Dark Predictions (05:04)
5. Condemned in Misery (05:18)
6. A Mass for Tortured Souls (02:18)
Dentro del Death Metal hay bandas de culto que con los años han ganado más y más reconocimiento a pesar de nunca haber sacado un larga duración. Grupos como Abhorrence (los finlandeses), Necrovore, Depravity, Nirvana 2002 o Darkified vivieron solo de demos, EP’s, splits, singles y compilaciones, pero dicho material, a pesar de ser escaso, resultó ser de tanta calidad que a pesar de sus limitaciones se han ganado renombre en la escena underground clásica, siendo bandas mega respetadas por los más acérrimos de la old school. De dicha camada de grupos de culto sin ningún full-length los más longevos, veteranos, prolíficos y posiblemente los más conocidos sean los americanos Sadistic Intent.
En los ochenta el término de “Death Metal” era algo muy desconocido y para nada definido como lo fue después, eran muy pocos los que tenían contacto con esta insurgente música que retorcía todo los conceptos de pesadez y violencia. Rick Cortez fue uno de esos muchachos que se topó con este nuevo engendro apenas en su nacimiento; dice él que la primera vez que escuchó del término fue cuando encontró una compilación colaborativa de Noise Records titulada “Death Metal” en una tienda llamada Middle Earth Records, en dicha compilación aparecían varios grupos como Running Wild, Dark Avenger, Helloween y Hellhammer, siendo estos últimos los que llamaron su atención y a los cuales sus amigos se referirían por 1985 como Death Metal, pero posiblemente el hecho que lo marcó más fue escuchar la canción “Death Metal” de Possessed en su salida.
El contacto temprano con las bandas más extremas del momento fue lo que hizo que Sadistic Intent se metieran en el meollo rápidamente, formándose bajo el nombre de Devastation en 1986 y adoptando su nombre definitivo en el ‘87. Ya en 1988 sacarían su primer demo de manera independiente con escasos recursos, pero no fue sino hasta su primer EP, “Impending Doom…”, que captaron la atención de la escena. A partir de ahí la banda despuntó sobre todo en vivo, siendo una banda muy activa sobre las tablas que apenas pasaba por estudios de grabaciones, y dicha dinámica se ha mantenido por más de 30 años ya, siguiendo sin sacar un larga duración todavía (aunque siempre declaran que algún día saldrá).
A pesar de las limitaciones con los sellos, el escaso presupuesto y demás dificultades, Sadistic Intent fueron un grupo muy trabajador que se dejaba la sangre y el sudor en las tablas y que, de alguna u otra forma, terminó haciendo relaciones con muchas de las más grandes bandas del género, primero haciendo tape trading con formaciones como Nihilist (pre-Entombed), Unleashed, Autopsy, Darkthrone, Immolation, Carnage, Grotesque o Terrorizer, por nombrar a algunas, y luego compartiendo el escenario con ellas. Sin embargo, no solo hacían ruido en la parroquia por sus actuaciones, sino también por lanzamientos que aunque eran escasos y breves no se quedaban atrás en cuanto a calidad.
Con su segundo EP, “Resurrection”, fue cuando Sadistic Intent dieron con un sonido más propio, mostrando una mejoría exponencial con respecto a “Impending Doom…” en todos los sentidos. Uno de los cambios más notables fue la salida de su vocalista original, Enrique Chavez, dejando a cargo al bajista, Bay Cortez, al cargo de berrear. Con Bay al micro y una producción que le sacaba más provecho a su música, Sadistic Intent tocaron techo: sonaban mucho más brutales y abrasivos, la voz de Cortez dio una naturaleza más macabra, fantasmagórica y ominosa, ya no solo sonaban crudos, pesados y lineales, sino que ahora resultaban más maduros, intimidantes y hasta se podría decir que terroríficos.
Ya desde la ESPECTACULAR intro homónima se puede notar la evolución de los hermanos Cortez y compañía. Normalmente las intros pueden resultar molestas o prescindibles, pero este es uno de esos casos en que la introducción no solo no sobra, sino que establece la tónica general de manera espléndida y 100% efectiva: esas acústicas descolocadas y resonantes ponen los pelos de punta, y el uso de teclados de manera sutil y precisa terminan de redondear por completo esa atmósfera lóbrega del más allá. Y que se llame “Resurrection” no podría ser más acertado, porque con una intro tan fúnebre, letárgica y dramática pareciera que Sadistic Intent perpetuaran una melodía ritual para revivir a los muertos de un cementerio.
Entra “Asphyxiation” reventando la tensión como un escopetazo en el cráneo. No se andan con chiquitas y sin aviso empieza la masacre sonora con unos blast-beats a todo cañón, de esos que te hacen hervir la sangre y segregar adrenalina inmediatamente. Mezclando influencias de grupos como Morbid Angel, Possessed, Autopsy y Slayer, con un deje medio Blacker, sobre todo por la voz de Cortez, Sin inventar nada Sadistic Intent sacan un sonido muy original sin hacer piruetas innecesarias porque saben de qué se trata esto del DEATH METAL como pocos. “Asphyxiaton” es una canción que tiene todo, absolutamente todo lo que se le puede pedir al estilo, tal vez no sea de las canciones más conocidas, pero reune todas las características de un himno del género y es que aquí hay más de un momento que te hiela la sangre o te para el corazón en seco.
Con “Conflict Within” rescatan el mejor tema de su segunda demo regrabándolo con resultados inmejorables. Una canción que ejemplica como si fuese un manual cómo hacer DEATH METAL en mayúsculas. Y es que cuando se toca así no hace falta nada más. Sigue “Dark Predictions” subiendo aún más la intensidad con unos riffs achicharra guitarras que derriten los tímpanos, por otra parte, Cortez se sale regurgitando sus entrañas como si no hubiese un mañana y a Joel Marquez pareciera no acabársele nunca el arsenal de porrazos en la batería ¿Y qué decir de “Condemned In Misery”? En donde la banda parece ya haber muerto fatalmente para seguir tocando como unos seres de ultratumba retorciéndose, cerrando con “A Mass For Tortured Souls” representando un torbellino de almas atormentadas que gritan y sollozan a través de los mares de distorsión que sacan Rick y Cervera con sus guitarras, sirviendo como un eco de la espectral introducción. Y es que en este EP lo que yace es temazo tras temazo, sin ningún segundo que sobre o falte.
En definitiva “Resurrection” se erige como la obra cumbre de Sadistic Intent y como uno de los EP’s más recomendables de la ya pretérita era dorada del Death Metal. Desde la portada hasta la última nota este es uno de esos lanzamientos que definen y muestran el espíritu y esencia de esta música y continuaron haciéndolo con sus siguientes lanzamientos, entre los cuales recomiendo especialmente “Ancient Black Earth” del ‘97.
Valoración: 9.0
Bay Cortez: Bajo, Voces
Rick Cortez: Guitarras
Vince Cervera: Guitarras
Joel Marquez: Batería