Rwake - Voice Of Omens

Enviado por Heartbolt el Jue, 18/01/2018 - 14:52
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1. Intro (01:23)
2. The Finality (09:09)
3. Crooked Rivers (07:10)
4. Fire And Flight (07:06)
5. Leviticus(07:17)
6. Of Grievous Abominations (09:40)
7. Brigde (01:21)
8. Inverted Overtures (06:45)
9. The Lure Of Light (09:15)

Bueno, colegas del portal, me siento increíblemente bien al traerles una de las más grandes bandas que he oído en este amplio mundo del Heavy Metal. Pero, de lo único que me arrepiento es que, valorando enormemente el trabajo de esta gente, sea una agrupación terriblemente desconocida. Tanto que si, antes de publicar esta reseña, ponías Rwake en el buscador de la página te daba “0 resultados encontrados”. Y eso que he conocido a lo largo de este portal grupos más desconocidos que la María de la esquina.

Pero eso no importa; lo que importa es que hoy les traigo a esta excelente banda, para que todos ustedes la conozcan y degusten su material. Me animaré a hablar de este grupo también, no sólo del trabajo. Porque, al final de cuentas, son estas personas las que hicieron el disco del que hablaremos hoy, por eso vale la pena nombrarlos y explicar de qué va esto de Rwake.
Podría fácilmente colocar un link a la Wikipedia en inglés (porque el artículo no existe en español) y librarme de la responsabilidad de comentaros con pasión lo que esta gente se trae entre manos, y no me apetece cometer ese error. Rwake es una agrupación fundada en 1996, en la ciudad de North Little Rock, Arkansas. Muchos tratan de encasillarlos en etiquetas absurdas y que poco tienen que ver con el espíritu del grupo, pero la verdad es que estos hombres (y una mujer) practican una suerte de Metal muy interesante que pone a prueba todo tipo de capacidades humanas.

Estos hombres (y la chica, no olvidemos que tienen en sus filas a la impresionante Brittany Fugate, que hace de todo y no precisamente de eso, pillines) vienen desde hace más de 20 años experimentando jugosamente con muchos elementos realmente interesantes que, a la final, dan un resultado muy, pero muy bueno. Son increíblemente vanguardistas sin caer en Avant-Garde precisamente, trillados y pesados de vez en cuando sin ser para nada Thrash/Speed, mortales y sanguinarios sin nada que ver con el Death Metal. Es un poco complicado, además de innecesario, ponerse a etiquetar el estilo del grupo, dejémoslo como ellos mismos se definen: “Metal”.

En su repertorio discográfico cuentan con 5 discos de estudio (a la fecha) y un montón de demostraciones y álbumes Split. Mucho de este material es muy disfrutable y recomiendo que cualquiera que se quiera embarcar en su colección vaya poquito a poco en orden cronológico, asimilando disfrutablemente de cada obra con sello “Rwake”, porque, sin ser precisamente Pop o Electro-lo-que-sea, la banda siempre tiene algo para todo el mundo. Y eso es, creo yo, lo que más me gusta del grupo: su espontaniedad y variedad sin tener que abandonar el terreno en el que juegan.

Hablando de terreno, Rwake viene de la arenosa tierra de Arkansas… por lo que podremos sentir ese poder rústico y sedentario fuertemente plasmado en su música. Es que, ¡sólo tienes que ver una foto de ellos! Los tíos (y la tía, no olvidemos nunca) son metalheads tirando hacia skinheads, pero con el estampado y la marca de su estado Arkansas. Son gente rudimentaria, con talento para la música y, quizás lo más disfrutable del grupo, las letras. Aunque hayan grabado un terrible y polémico video titulado It Was Beautiful But Now It’s Sour (Fue Hermoso, pero Ahora es Agrio), en donde veremos a fetos de animales colgados (no son reales, ya que EE.UU. no permite práctica de este tipo), son gente de concientización pura que, a veces, no deja de ser completamente polémica.

En fin, en su formación tenemos a dos hachas (Kris Graves como líder y, en este trabajo y posteriormente, a Kiffin Rogers de acompañamiento rítmico), a un bajista muy versado (Reid Raley, que desgraciadamente no está ya en el grupo, pero ostenta una medalla de honor simbólica por sus grandes contribuciones), a la ya mencionada Brittany Fugate en los teclados y en aquellos contrastes femeninos estilo Beauty And The Beast del Ghotic Metal muy bien logrados, y finalmente a la cabeza del grupo, Chris Terry en las voces y a un batero mecánico cromado de nombre Jeff Morgan. Estos 6 personajes, que si bien muchos lo dudan, son los expertos en crear horror, concientización, asco, veracidad y humor a través de letras sumamente imaginativas con una carga emocional fuerte, acompañada de música espectral, caracolesca y, como dije, MUY seca y árida.

Tienen muy buenos discos, eso no lo niego, pero el que les traigo hoy es precisamente el que considero su punto más alto. A donde mejor apuntaron y llegaron exitosamente. Si quieres oír lo mejor que alguna vez ha podido parir Rwake, Voices Of Omens es el platillo pesado por excelencia. Una obra maestra que debemos coger delicadamente con pinzas para no dañar el increíble producto malicioso e imperecedero que nos van a hacer tragar con mucha fuerza de por medio.

Si te preguntas que bandas influenciaron al grupo, se los pondría fácil y los reduciría a tres: Therion (Su primera etapa), Pantera y, algo que muchos notarán con facilidad al ser su influencia más clara, Cathedral. Joder, estos tíos tienen mucho Doom encima, pero también juegan con elementos demasiado variopintos que han llevado a catalogarlos de dos cosillas con las que no estoy muy de acuerdo, pero que comprendo realmente: Sludge Metal y Metal Experimental.

Voice Of Omens, como comenté anteriormente, es un trabajo especial y de mucha calidad. El disco está plagado de enormes momentos que no debemos perdernos por nada del mundo. Básicamente en una hora estos 6 músicos nos arrastrarán por terrenos fangosos y tóxicos repletos de maldad, odio, conciencia y humor. Las letras deben tomarse muy enserio, porque trasmiten un mensaje (crítico) al que debemos prestarle atención con ganas. Pero si hablamos de la música, lo mismo: guitarras chillonas (a veces) repartiendo riffs sumamente crudos a pocas revoluciones que estallan de manera imprevista totalmente, un bajo omnipresente perfectamente audible que se escabulle y también se luce como las guitarras, un teclado que engrosa el sonido y permite que se disfruten las finas texturas que hacen un divertido pero fascinante contraste frente a tanta negatividad demoledora, una batería poderosa que pretende destruirnos los tímpanos y un vocalista que varía entre chirridos, voz gutural y limpieza académica. Para menos una lata de cerveza.

Las canciones que nos encontramos en el disco son realmente largas (típicas del Doom Metal), con muchísima filosofía contenida, pero que realmente evocan toda clase de emociones, y eso se aprecia. Las guitarras juegan un papel importantísimo y elevan considerablemente el octanaje del disco. La atmósfera fría y cortante siempre se ve reforzada por elementos decadentes y que producen una calurosa penumbra permanente. A veces te sentirás en un yelmo, otras en una infinita planicie sahariana, o simplemente en medio de un mar rojo durante un atardecer que nunca acaba.

Las guitarras acústicas (con olorcillo a Candlemass) también tienen su toque mágico en el álbum. Especialmente en aquellos cortes como Bridge, que permiten la entrada de un abismo diferente del que venimos saliendo. No sé si es que Morgan (el baterista) interpretará flamenco con aquella Epiphone Texan, pero es que se luce enormemente y ayuda a que lo líquido y deprimente de la atmósfera que se condensa y nos intenta ahogar cada vez más… y más… y más… y más… resulte ser otro quinto cielo que jamás de los jamases olvidaremos por lo original de la propuesta.

Una vez leí que al Sludge Metal le llamaban así porque la musicalidad es como los desechos tóxicos que arrojan las industrias al mar… y eso es, ciertamente, aplicable a este disco. Pues, Voice Of Omens intentará ahogarte en un océano completamente radioactivo y que te consumirá lentamente hasta la muerte. Que aquellos animales horribles de la portada no te engañen, las profecías del disco van a ir por ti hasta que consigan ahogarte delicadamente.

Pero no todo es precisamente perdición y fatalidad en Voice Of Omens, puesto que en la mayoría de los cortes la velocidad suele ser mucho más que en el Doom Metal y por momentos nos hace comparar al Forest Of Equilibrum y el The Ethereal Mirror de Cathedral, porque así ocurre con este álbum, pasando desde la pesadez extrema a una menos “lenta” pero igual de devastadora, con esos típicos “roaaaaars” o guturales oscuros que estallan en shrieks realmente inteligentes. El bajo y la guitarra juegan regularmente con el mismo riff, cabalgando como jinetes del apocalipsis que nada tardan en colapsar con sus poderosas armas.

Para muestra, un botón de chocolate. Luego de aquella carta de presentación tan insana como lo fue Intro, The Finality y sus 9 minutos te van a, casi literalmente, remolcar hasta que sólo queden huesos desparramados por el pavimento. La oscuridad de la pieza es simplemente conmovedora, riffs escandalizantes… una voz y un teclado que se vuelven locos y comienzan a arrojarte cuchillos de carniceros de frente y sin pena.

Sería realmente largo explicar cada canción por lo poderosa y variada de cada una de las canciones, y tienes que ir preparado porque cada una de las 7 piezas del redondo (obviando a Intro y Bridge por ser literalmente una introducción y un puente), no duran menos de 7 minutos muy, muy grotescos pero excitantemente arrolladores y sádicos. Cada canción con su encanto, con su manera de desarrollarse y con su claro mensaje socio-político que tanto hace enfurecer a la gente de corbata y sombrero.

Una de las cosas que más me gustan de Voice Of Omens es lo original de la propuesta de los teclados que juegan con elementos góticos y la hermosa voz de Brittany que interviene de manera perfecta con las piezas. Como si hablásemos de un Doom Épico fuertemente influenciado por los movimientos acústicos y la pulidez en cada sección de un tema. Me parece perfecto el cómo se conjugan las notas del instrumento con los acordes de las guitarras, dándonos a entender que la música está muy bien pensada y que el teclado deja de ser un mero adornillo atmosférico para meterse de lleno en la composición. Es un detalle que, muy como el Karelian Isthmus de Amorphis engrosa el sonido y le da un alto calibre instrumental.

Recomiendo muchísimo oír este disco y dejarse llevar por la frescura, el poder y la gracia de Voice Of Omens. Tiene todo lo que muchos buscamos en el Metal: experimentación correcta y bien aprovechada, riffs gruesos y Power chords sensacionales, un bajo junto a una batería creando rítmicas endemoniadas, un vocalista versado que juega impresionantemente con su voz, una tecladista con alto rendimiento tanto vocal como musical, excelente producción (se distingue perfectamente cada instrumento), letras bien pensadas, una portada excelsa y muy representativa… ¿Qué esperas? ¡Anda agenciándotelo de una vez, compañero/a!

Chris Terry - Voz.
Kris Graves - Guitarra.
Kiffin Rogers - Guitarra.
Reid Raley - Bajo.
Brittany "The B" Fugate - Teclado y voz secundaria.
Jeff Morgan - Batería y guitarra acústica.

Sello
Relapse Records