
1. She Said Yeah (1:34)
2. Talkin' About You (2:32)
3. You Better Move On (2:41)
4. Look What You've Done (2:16)
5. The Singer, Not the Song (2:22)
6. Route 66 (2:39)
7. Get Off of My Cloud (2:54)
8. I'm Free (2:23)
9. As Tears Go By (2:45)
10. Gotta Get Away (2:06)
11. Blue Turns to Grey (2:30)
12. I'm Moving On (2:13)
Por más cutres, rancios o revenidos que puedan llegar a sonar los jodidos refranes, qué putamente ciertos y exactos son, cojones ya. Y es que nunca es puto tarde si la dicha es buena, oye. Pero es que la dicha, amigos, esta vez no es buena, sino brutalizer, porque el haber descubierto a tiempo a los STONES no es algo que nadie deba tomarse así como a la ligera, os digo. Y ya os anticipo que NO. NO afirmo que “he descubierto” a los STONES” porque haya escuchado treinta veces “Satisfaction” y me parezca que está muy bien o siquiera que me haya zampado de una sentada en un par o tres de ocasiones a su celebrado póker de ases (que de hecho, para mí es una escalera de color interminable), NO. Exactamente, aquello a lo que me refiero es a que llevo pulverizando su discografía (sinceramente, hasta ‘Some Girls’) desde hace como tres meses, sistemáticamente, y ahora sí que ya puedo –si me sale de los cojones- rebatirle al más guapo, lo que sea de cualquier disco de esta gente; Desde su primer LP hasta el anteriormente citado del año ’78. Y es que aunque como es natural: todo el mundo tenga el derecho de reseñar lo que más le plazca, y bajo las circunstancias que sean, yo solo entiendo hacer eso cuando sabes ya al 101% aquello de lo que hablas; Y fijaos que he dicho el 101%, que no el 100%. De modo que cada cual tome esto como quiera, que yo voy a seguir roncando igual de tranquilo que un jodido lirón en su corrupta madriguera. Y es que nunca es tarde para seguir aprendiendo y ampliar tus conocimientos, incluso cuando aquéllos ya ocupaban una volumetría digna de eclipsar la bolsa de los cojones a un brontosaurio con elefantiasis escrotal ¿Sí?
Y vaya, a lo que iba. Que estamos en 1965 y los “chicos malos”, convertidos ya en mega estrellas consagradas merced a su aplastante anterior hit ‘(I Can’t Get No) Satisfaction’, vuelven al ruedo con el que es su quinto asalto. Y bien, una vez más, observamos como de nuevo la fórmula consiste en seis covers y seis cortes de propia cosecha; Ahora bien, sea por percepción mía o sencillamente porque casi siempre tengo la razón ¿verdad? ‘December’s Children’ se antoja como un disco clave en la carrera de los STONES, porque esta vez afirmo plenamente convencido el cómo los temas de Jagger y Richards no son ya un relleno de lujo que complementa cojonudamente, sino la chicha bestia y seria del disco, dejando a misiles como ‘She Said Yeah’ del bigotudo Sonny Bono, la serpenteante ‘Talkin' About You’ del omnipresente Chuck Berry o el cohete inmediatamente ganador de Bobby Troup ‘Route 66’ como meros comparsas. Y es que aunque ‘The Singer Not The Song’, que es un temazo, no zumbe al mismo nivel que los pepos del disco, es ya un corte por el cual valdría la pena adquirir la pieza. Pero amigos, es que en este abusivo silo de misiles termonucleares reposan apacibles lo mismo, barbaridades como “Get Off Of My Cloud” y sus enérgicos bríos, capaces por sí solos de hacer volar hasta el infinito a discos enteros de otra bandita (también muy conocida ella, sino más) de la otra ciudad importante del Reino ¿Me explico? Y como es natural, el invento petó la barraca a ambos lados del charco, porque si Jagger no es uno de los tíos con más carisma y con más bemoles de la historia sobre un escenario, sin haber llegado jamás a la necesidad de haber tocado música extrema (que habría que estudiarlo, dados tiempo y contexto), que venga quien sea y me lo rebata, por más ínfulas o pajillas mentales que el tipo se hiciera con tal de adquirir el status de un Lord o una mega estrellita.
Y es que el que avisa no es traidor, sino Charlie Watts que, entrando a cuchillo merced a sus metódicas, pero siempre dinamizantes baquetas, pavimenta la vía para que el dúo conformado por Richards y Jones (mientras Wyman hace girar la hormigonera) apisone los tímpanos a la concurrencia (a pesar de que el primero, en un principio, concibió el tema como uno de tempo más calmo). Y que sí… ¡Qué sí! Que las nenitas en aquél ya lejano ’65 inundaban -extasiadas- los suelos de los recintos (donde sus Majestades tocaban) con sus calentitos y perfumados flujos, pero que esta música tiene dos cojones como dos lavadoras, si como anticipaba antes: la ubicamos y contextualizamos en una línea del tiempo; Incluso antes del maremoto provocado por CREAM, HENDRIX y el resto de aquella irrepetible tropa.
De cualquier modo, lo más increíble del corte no es ya lo abrasivamente animoso de su cadencia o siquiera el demoledor feeling que irradia Jagger en cada uno de los segundos de su performance, sino sus irreberentes letras, poniendo en solfa, y sin el menor reparo, el cerval asco que empezaron a desarrollar hacia las estúpidas masas que por inercia no los dejaban ni respirar desde el cataclismo propiciado por la reventa cráneos “Satisfaction”. Complicado, realmente, el hecho de mantenerse de pies en la tierra cuando hasta tus jodidas heces parecen llevar incrustados diamantes, pero incluso es que hasta por ésas, la lucidez de los STONES les permitió proclamar ya entonces, y en voz muy clara, el cómo les importaba tres carajos lo que nadie esperara de ellos. Y si eso no es algo que quede sobradamente claro cuando uno observa footage de la época donde aparezca Keith rodeado de fans, lo remito de nuevo al tema para que entienda que esta genta ha hecho siempre lo que ha salido de los mismos, sin atender un solo segundo a modas, tendencias o cantos de sirena para haber terminado llevando una vida de relax o autocomplacencia.
Por su parte, el pack integrado por “I’m Free”, “Blue Turns to Grey” y “I'm Moving On” (original del blanquito canadiense Hank Snow), aporta el aplomo suficiente como para que la cara B no decaiga un solo instante; Ahora bien, y justo como apuntaba anteriormente: Aquí es donde de verdad está concentrada la chicha más destroyer del disco, empezando por la ya desmenuzada “Get Off Of My Cloud”, siguiendo por la automáticamente vencedora “Gotta Get Away” y rematando con la joya de la corona, “As Tears Go By”; Un tema mítico en la historia de la banda, dado que supuestamente fue el primero coescrito por los Glimmer Twins, y que definitivamente es la prueba incontestable de que no todo lo que es BRUTAL tiene porque ser bruto. Y es que “As Tears Go By” es un tema brutal.
De buenas a primeras, a Andrew Loog Oldham (productor y manager de la banda) no le entró la historia del todo (o no lo vio demasiado claro, pese a que Jagger y Richards se plegaron a sus directrices para componer el tema), ya que por aquel entonces a los STONES no les pegaba nada el rollo de las baladitas, así que el primero se la enchufó a una entonces jovencísima Marianne Faithfull, que como no podía ser de otro modo, se vio catapultada en 1964 hasta el noveno puesto del Billboard. Consecuentemente, la cosa estaba clara: Los ROLLING debían inmortalizar igualmente SU VERSIÓN, teniendo lugar la grabación ya en el 1965; Y ni qué decir tiene, el cómo la segunda se zampa a la primera con una sola mano, porque es que estamos hablando de un catacrack de esos que aunque escuches por vez primera, lo ves venir, joder. Lo ves venir apestando inequívocamente a salvajada de órdago de esas que pone los pelos de punta. Curiosamente, el tema suena muy “Jones”, aunque nada más lejos de la realidad, ya que ni tan solo aparece el rubio en él. Es Richards el que se come la movida a lo Juan Palomo; Aunque eso sí, con la alucinante contribución en los arreglos de un tocado por los dioses Mike Leander. ¡Y claro! La prodigiosa voz de Mick, que lo mismo que te salta a la chepa y te arranca la tapa de la cocorota a mordiscos, te funde la oreja con la melodía más tenue y conmovedora que puedas imaginar. Lo dicho: Algo espectacular. Como la portada, que de lejos es mi predilecta de su más temprano catálogo.
En definitiva, hablamos de otra más de las incontables “pequeñas” obras maestras de esta irrepetible formación que nadie en su sano juicio debiera dejar pasar. Indudable que no llega al nivel de las grandes gestas experimentales con Jones al mando (“Aftermath” y “Between the Buttons”) o menos todavía que contenga temas capaces de dinamitar el mismísimo núcleo central de la Tierra como “Gimme Shelter”, “Let It Bleed”, “Wild Horses” o la troncha galaxias “Rocks Off”, pero que nadie se precipite o se levante todavía de su butaca, porque como no podría ser de otro modo, ahora mismo nos levantamos TODOS y aplaudimos los cinco cuernos que me sale de la bolsa enchufarle a ‘December's Children (And Everybody's)’.
Cualquier otra cosa hubiera sido un chiste de dudoso gusto.
Mick Jagger: Voz & Hármonica
Keith Richards: Guitarra
Brian Jones: Guitarra, Hármonica, Piano & Órgano
Bill Wyman: Bajo
Charlie Watts: Percusiones
Ian Stewart: Piano & Órgano *
Jack Nitzsche: Órgano & Percusiones *
Mike Leander: Arreglos en "As Tears Go By *