
1. The Savage and the Hungry (03:47)
2. Pick Your Window (03:29)
3. Life's a Bitch (03:47)
4. Never Forgive (04:38)
5. Iron League (03:21)
6. On the Wings of an Eagle (06:35)
7. Overload (04:18)
8. You're a Liar (02:39)
9. Fuel to the Fire (03:43)
10. Only the Strong Survive (03:45)
11. Juggernaut (05:08)
12. Playing with the Razor (03:21)
Esta temporada me ha tocado repaso a la carrera de unos ilustres olvidados de la NWOBHM, Raven. Lo reconozco, más allá de su celebrada trilogía inicial, no había profundizado en su discografía posterior y ha sido una agradable sorpresa encontrarme con cosas como este Life's a Bitch indagando un poquito más allá de lo meramente evidente. Es más, no acabó ahí la cosa y a este buen LP siguieron, al menos, otro par de buenos álbumes con los que no sé si me llegaré a poner algún día, dudo que el Portal llegue tan lejos, pero ahí queda la recomendación. De momento, vamos a ver qué hicieron en 1987, el momento de su redención metálica.
Si hace bien poco revisé lo mejor de su tentativa comercial con Stay Hard, hoy toca volver al día en el que mandaron a todo el mundo a la mierda y decidieron que pasaban de seguir intentándolo. Ese preciso instante en el que asumieron que la vida era una puta y que nunca llegarían ni a olisquear el éxito que disfrutaban aquellos a los que influenciaron y con quienes habían compartido escenario y fiestas cuatro años atrás. Mientras Metallica se comían el mundo con Master of Puppets, Raven se pegaron la hostia padre con The Pack Is Back... y tampoco puedo decir que me sorprenda. Quizás lo que hubo aquí fue una mala lectura de la situación y la creencia en que Raven podían triunfar como banda comercial. Obviamente, no fue así y, una vez lo hubieron asumido, se dejaron de experimentos riadiables y volvieron a aquello que mejor se les daba, el buen heavy metal de toda la vida con una generosa dosis de desenfreno speedico.
Como si Stay Hard y The Pack Is Back nunca hubieran existido, los hermanos Gallagher y Rob “Wacko" Hunter (juntos por última vez), lo cogieron exactamente donde lo habían dejado cuatro años antes con All for One y aplicaban un par de trucos nuevos aprendidos por el camino. Para el nuevo álbum acertaban a escoger a Chris Isca para la producción (habitual colaborador de Eddie Kramer, quien andaba liado con Pretty Maids en ese preciso momento) y lanzaron un sonoro “¡qué os jodan!” a la industria discográfica. Y esa es justamente la imagen que parecían lanzarnos desde una primera visual... ¡Menudo portadón! ¡La madre que los parió! No es que Raven hayan sido nunca unos artistas, pero esta se lleva la palma. Es cutre de cojones. Que no os desanime, la música está de puta madre. La vocación es clara desde un primer momento, el heavy-speed con un toque cachondo, esto cada vez menos, ha vuelto. Raros serán los momentos en que frenen la maquinaria durante estos cañeros 48 minutos. Ya el EP Mad fue un aviso de que el paso en falso The Pack Is Back estaba olvidado y en apenas unos meses rectificaban el rumbo. Si este se estrellaba en marzo del 86, en julio ya estaban enderezando el camino y a finales de año estaban metidos otra vez en el estudio confirmando su regreso. ¡Menudo ritmo llevaban estos tíos! 7 LP's y un EP entre el 81 y el 88, vaya tela... Todo había sido un error y The Savage and the Hungry pone las cosas en su sitio. Vuelven salvajes y hambrientos. Vuelve la velocidad, vuelve la intensidad, vuelve la energía... vuelve el heavy metal. En definitiva, están de vuelta los Raven que se dejaron cegar por las luces de neón en su gran aventura americana y se vieron a sí mismos codeándose con los amos del mundo de la noche a la mañana. Todo había sido un espejismo, ellos eran unos perdedores, tocaba volver al redil y se dieron cuenta bien pronto.
La vida es una puta que te agarra por las pelotas (tampoco es que sean unos poetas precisamente) y ahora toca apretar los puños y enseñar los dientes. En Pick Your Window y Life's a Bitch los hermanos Gallagher y “Wacko" pisan de nuevo el acelerador, el “athletic rock” está de vuelta, pero con una nueva personalidad más metálica. Los riffs han ganado potencia, se han contagiado un poco del power metal americano... Vale que eran daneses, pero parece que el sonido me quiere recordar un poco a ese Future World de Pretty Maids que se grababa al mismo tiempo, en el mismo estudio y por el mismo equipo, cosa lógica, por otra parte. Suena todo más musculoso, más amplificado, con los filos más cortantes. “Wacko" aporrea su kit con ganas, como en los viejos tiempos, aunque también es cierto que agradecería un sonido de batería algo más contundente acorde con el momento. Lo que me encantan son las guitarras. Mark Gallagher está desatado, suelta toda la bilis contenida en los dos últimos álbumes y se muestra incansable en el riffeo. Con una rabia que no le escuchábamos desde Wiped Out, aunque ahora todo más preciso, más técnico, a veces anticipando su evolución hacia el thrash de los años venideros.
John vocifera sus líneas con el mismo desaliño de antaño, aunque con algo más de control que en sus años “británicos". En algo me recuerda a "Peavy" de Rage, aunque bien podría ser al revés. Siempre con frenesí e imperfección, pero con pasión y, eso sí, con estribillos muy pegadizos, esa era una de sus señas de identidad. Baja un poco la intensidad Iron League, más a medio tiempo, para volver a acelerar con una cojonuda On The Wings of an Eagle que vuela bien alto para cerrar la cara A. Con Overload, que arranca la B, mis favoritas de todo el LP. Ahora bien, de aquí al final encuentro el único fallo que le noto a este trabajo, quedan otras cinco hasta llegar a las 12 que lo completan y tengo la impresión de que se acaba haciendo un pelín largo. Son 48 minutos, como decía, tampoco es para tanto, pero en esa cara B me invade cierta sensación de monotonía, muchos temas, bastante parecidos entre sí y con pocas sorpresas. Muy concentrado en meter caña, pero falta un poco de cintura, algún giro que saque al oyente del piloto automático. O eso, o le quitas un par de temas y te quedas en 40. Hace falta algo más para marcarte un disco largo y no acabar aburriendo un poco al personal. Al menos se guardan suficiente pólvora para el cierre con una intensísima Playing with the Razor que deja muy buenas sensaciones hacia este álbum de 1987.
Definitivamente, Raven se han redimido y recuperado para la causa metálica. Con Life’s a Bitch pusieron las cosas en su sitio y se convirtieron en patrimonio permanente para los heavies indómitos que tienen en otros ilustres perdedores como Anvil y Exciter a sus bandas de cabecera. Una imagen imperecedera para engalanar las chupas vaqueras de aquellos que reivindican el heavy metal hecho desde el alma, honesto, con pelotas y exento de pretenciosidad. Honradez y sinceridad ante todo. Si eres uno de esos, tienes controlada su trilogía inicial y nunca te has metido a fondo con lo que vino después, te recomiendo darle unas vueltas a esta otra trilogía conformada por Life’s a Bitch, Nothing Exceeds Like Excess y Architect of Fear, no te van a decepcionar. Y, si ya los tienes más que dominados, nunca es mal momento para llevarse un rato a la oreja a los de Newcastle. Pincháte este Life’s a Bitch, abre una birra y menea un poco esa cabeza.
8/10
- John Gallagher: voces y bajo
- Wacko!: batería
- Mark Gallagher: guitarra
Vida más allá del renombre
Primero, reconocer que tengo abandonada esta sección. Agradecer que hayas continuado, independientemente de tener tu otro especio, reseñando por aquí. He tenido bastante ganas de lanzarme algunas reseñas, pero al final acabo desistiendo. Siento que ya no tengo mucho más que aportar en materia reseñil y mis gustos, pese a ser bastante del Hard Rock/Heavy Metal de los setenta y ochenta, son más de los sesenta, del Rock Alternativo de los noventa y dos mil y algunas fusiones de la orbe Sludge/Avant-Garde y sinfónicas del Metal Extremo. Son aportaciones que comúnmente no atraen la atención del lector regular. Y, bueno, también hice más de doscientas reseñas, así que algo dejé por allí para la posteridad.
Tú, en cambio, eres el pilar del Portal por representar su más pura esencia. Lo que traes es siempre preciso y cabal, además de ser un registro que, siempre, siempre, llama la atención. Son descubrimientos metálicos de los ochenta no muy renombrados con una calidad excepcional. ¿Cómo no picar? Tu trabajo en tu Blogspot personal también me gusta. Comentarte que ya solucioné el problema -Tuve que abrirme una cuenta nueva que puedo llevar alternativamente en el ordenador y otra en el móvil sin la sincronización- y en cualquier instante me caigo por allá.
La New Wave británica del Metal lo tuvo todo. Se saturó en un punto muy determinado y los renombres dejaron a los otros casi sin valía, pero los grupos que sobrevivieron al temible 1983 -donde se ejecutan muchas cabezas- siguieron por todo lo alto. A mí me gustan mucho Satan, Praying Mantis, Tokyo Blade -estos muy olvidados, pero monstruosos- y estos Raven. Muy sabios recomendar su trabajo. Anvil y Exciter... ¿qué coño Witch? No habrán vendido un montaña de discos, pero quienes vamos a ellos los gozamos a morir. ¿Será que les pasó lo mismos que unos Riot, Artillery y Jag Panzer?
Para mí el problema de esta oleada es que los que resonaron, como Iron Maiden, lo hicieron demasiado, porque eran músicos de otro nivel. Se reconoce. Pero quedó mucho atrás, enterrado o semi-olvidado, y es lo que pasa cada vez que surge una oleada. En el Thrash... ¿cuánto no hay? Siempre son los cuatro de Estados Unidos y algo menos los de Alemania, pero el que ahonda halla Thrash de dimensiones bíblicas en otros grupos que nunca resonaran tanto. Exumer, Forbidden, Death Angel... por no hablar de algunos germanos que reseñaría Stalker que con tanto nivel y quedaron para ser reliquias de los internautas del 2000 que los hallan en Blogs que traen a la vida su material. Eso es lo que agradezco del Internet. Sé que hay gente que con el tema de que si no lo tienes en físico no vale -yo el primero en preferir mis discos físicos a las descargas-, pero, carajo: mira cuánto hemos rescatado gracias a un Blog, porque nadie me puede decir que nunca se ha bajado un disco de aquéllos... no todo el mundo tiene para ir hasta Europa del Este a rescatar unos húngaros de la portada del esqueleto del samurái ;)
Raven aquí nos dejan claros que la vida es una perra, pero lo hacen con supremacía. Portada de lujo, temazos Speed/Power con la impronta 1980. Los solos son para echar espuma por la boca y la producción no aleja con su saturación ni tampoco permite la seducción de una batería cuasi artificial. Las guitarras explotan y los versos de Gallagher tienen la fuerza de unos rebeldes que te dicen que si no vamos por ésta que se joda el mundo.
Mis predilectas son You're a Liar, Juggernaut y Overload. ¿Dónde me dejo el que la abre? Sí, la vida es una perra. Lo decían los Rolling Stones en su Bitch del Sticky Fingers -1971- y lo dicen también los Between the Buried and Me en su Colors -2006-. Lo de siempre. Aquí lo importante es rescatar, gozar y avanzar. De cualquier modo, son miles los artistas que en su momento no valieron para nadie -gente que escribió y pintó hace más de trescientos años- y después fueron rescatados un montón de décadas después y han trascendido a la cultura. Estos olvidados Raven, Jaguar, Pagan Altar o Witchfinder General van en eso mismo. No hicieron el eco en su tiempo, pero ahora muchos los vamos hallando y apreciando casi como si fueran de estos tiempos. Mira por ejemplo lo que logró Satan por la mediática de los últimos veinte años.
Todavía hay público, sin importar que seamos adultos jóvenes, que estamos allí para ellos. Y aunque anden por los sesenta y setenta años, si deciden girar por estos lugares, muchos nos animaremos a ir a verlos. La música y la pasión por ella todavía no ha muerto.
Saludos Witch. Espléndida reseña.
Como la vida misma
Bueno, Heart, estar, estar, tampoco estoy del todo. Digamos que me paso por aquí ocasionalmente para dejar algunas reflexiones, pero no me considero ya muy activo en la actividad diaria del Portal. Ya ves que llevaba más de tres semanas sin dejar nada, aunque también es cierto que se trata del único rastro de movimiento que hay por aquí en estos momentos. Así que se podría decir, no que soy el pilar del Portal a este respecto, sino su último residuo, jajaja. Definitivamente, siento las cosas hayan llegado hasta este punto, como bien sabes, he vertido mucho trabajo e ilusión reseñando por aquí, pero ahora asumo que se trata ya de un asunto muy puntual. El grueso de mis esfuerzos se destinan al blog, donde sí intento mantener cierta regularidad en las publicaciones. Digamos que allí me siento más a gusto publicando en la actualidad. Mi continuidad por aquí es más un ejercicio de pura nostalgia.
Respecto a Raven, poco que añadir a tus palabras. Una banda que quedó oculta tras el brillo de unos pocos seleccionados que se hicieron eternos. Ellos forman parte de esas honorable segunda fila de escuderos que intentaron alcanzar el éxito de sus compañeros de generación, pero se vieron en la obligación de mantenerse inasequibles al desaliento y fieles a sus principios iniciales. No les quedó otro remedio. Era eso o perecer en el intento, como le ocurrió a otros muchos. Al menos, Raven tuvieron la dignidad de rectificar el rumbo a tiempo y granjearse una respatibilidad que otros como Tokyo Blade o Tygers of Pan Tang tardaron mucho tiempo en recuperar y ni siquiera fue por sus propios medios. En ambos casos fue el revisionismo de las redes el que les propició un contexto favorable para la resurrección. Sólo hay que pensar qué estaban haciendo ellos en 1987. Ain't Misbehavin' los primeros y Burning in the Shade los segundos, ambos lamentables esfuerzos de encajar en las tendencias de moda. A Raven les debemos respeto por darse cuenta a tiempo de cuál era su lugar y entregar una buena tanda de trabajos a finales de los 80 y principios de los 90. Tampoco hay que olvidar que unos años después pegaron otro resbalón con Glow en plena vorágine groove y alternativa... Como la vida misma, unas veces se acierta, otras no. Un saludo, Heart.
Eso sí es cierto Witch
Bandas que cuando comenzaron lo hicieron en el seno del Hard Rock y el Heavy Metal y cuando se popularizó masivamente el Sintetizador se metieron de lleno con él y cuando llegó lo Alternativo se montaron al carro y no faltaron al Revival de los dos mil.
Ahora, hubieron muchos grupos así. La diferencia es que a algunos les funcionó bastante bien y a otros... ¿para qué mencionarlo? No todo se puede en la vida.
Saludos Witch. Yo sigo agradeciendo cada aportación tuya
Raven regresaron con gran…
Raven regresaron con gran pegada en 1987, Life's a Bitch consigue arreglar el desaguisado de sus dos anteriores trabajos. Los hermanos Gallagher son unos luchadores incansables, siempre tendrán el respeto de la escena. Si The Savage and the Hungry, You're a Liar o Playing With the Razor no consiguen moverte es que el Heavy Metal no es lo tuyo.
Raven
Lo comentaba por otro lado, a mí Stay Hard no me parece tal desaguisado. Igual no muy digno de llevar el nombre de Raven por cuestiones estilísticas, pero un buen trabajo de heavy metal comercial por derecho propio. Con un estupendo sonido y algunas canciones realmente competentes. Yo me he permitido recomendarlo en mi blog, siempre y cuando uno se acerque a él con la mente un poco abierta. The Pack Is Back sí que me parece algo de lo que avergonzarse. Un saludo, Razor.
Acá en Chile...
En los años 80's había un programa de radio que se llamaba "Música a otro Nivel" en la radio Tiempo, donde cada domingo a las 6 de la tarde presentaban un álbum completo. La cantidad de discos que me grabé de ahí en cinta, tienen un valor imborrable en mis recuerdos y este fue uno de ellos, lo escuché y me partió la cabeza de inmediato, hasta el día de hoy es mi disco favorito de Raven, del cual también disfruto sin complejos de ese comercial 'Stay Hard', pero en este volvieron al sonido rápido y furioso y las canciones mantienen el nivel durante toda la placa. Es un cañonazo. Buen rescate Witch!
No sé porqué
Pero intuía que a ti te gustaría Stay Hard. Por lo que te he leído comentar de álbumes con similar espíritu como Destiny o Eat the Heat, me imaginaba que ese también estaría dentro de tus gustos. Quizás es que yo no tengo esa reverencia que sienten otros hacia sus primeros trabajos, pero llevo bastante bien el cambio de sonido ahí y también es un LP que disfruto. Ya no puedo decir lo mismo de The Pack Is Back. Que duda cabe, me quedo con este lado más metálico de Life's a Bitch. De hecho, le he metido mucha caña estas últimas semanas a este, a Nothing Exceeds Like Excess y a Architect of Fear. Un saludo, Wild, esos recuerdos de juventud siempre son impagables. Aquí no recuerdo que se pusieran discos completos en ninguna emisora, pero sí recuerdo tener una cinta lista mientras escuchaba la Emisión Pirata a principios de los 90 para ir grabando las canciones que me gustaban.