Paul Kossoff - Back Street Crawler

Enviado por El Marqués el Sáb, 23/06/2012 - 00:35
2507

Free, la mítica banda de Blues Rock británica, estaba compuesta por cuatro personalidades muy definidas: El vocalista Paul Rodgers, el batería Simon Kirke, Andy Fraser al bajo, y el otro Paul, Kossoff, a la guitarra. Juntos grabaron una serie de álbumes, y crearon unos cuantos hits que forman parte del acervo rockero de siempre, y han influido a infinidad de bandas a ambos lados del Atlántico.

Cuando se separaron, Rodgers y Kirke formaron Bad Company, Andy Fraser se alió con el guitarrista Chris Spedding, autor de una obra en solitario y de multitud de colaboraciones recomendables al 100% para todo aquel que guste del mejor Rock sin apellidos, y montaron un grupo llamado Sharks, y Paul Kossoff debutó con un disco en solitario, “Back Street Crawler”, donde contó con una legión de colaboradores, sus tres ex compañeros incluidos, y que le sirvió para dar rienda suelta a su creatividad, en un despliegue de imaginación y sentimiento que le valieron para entrar por la puerta grande en todas las clasificaciones de los mejores guitarristas de todos los tiempos a partir de ese momento.

Hablamos de un músico carente de la velocidad y la digitación que encontramos en muchos guitarristas posteriores, él basaba su técnica en un estilo más bien ortodoxo, simplificado, pero podía mirar de igual a igual a sus maestros ingleses Clapton o John Mayall, y no hubiera desentonado si le hubiera dado por viajar al sur de los Estados Unidos para integrarse en cualquier banda sureña con tres guitarristas, al estilo de Lynyrd Skynyrd, Molly Hatchet o The Outlaws.

Este disco se abre con una pieza instrumental de 17 minutos de duración, llena de distintos tramos y cambios, acordes bluesísticos, un estribillo reconocible, partes tranquilas donde puntea con exquisita dedicación, y explosiones donde el resto de instrumentos acompañan sus fraseos. El instante más especial se produce hacia el minuto 13´45, con un parón tras el cual la guitarra va entrando poco a poco, para alternarse con el piano durante unos minutos, mientras el sintetizador y las percusiones calientan y comienzan a apremiar. Kossoff sigue a lo suyo, punteando en crescendo, imponiendo su autoridad, hasta que el tema finaliza como si de una larga pieza de jazz se tratara. Excepcional.

Aun no se ha apagado el eco de la primera canción, cuando comienza “I´m Ready”, un rhythm&blues cantado con gran fuerza por un vocalista llamado Jess Roden, con magnifico acompañamiento rítmico y de los teclados, y un solo muy intenso y breve, de esos en que cada una de las notas está colocada donde tiene que estar, y te deja un regusto excelente. Poco más de dos minutos, un postre perfecto para aligerar tras la compleja suite inicial.

Al momento vuelve el astro por sus fueros con “Time Away”, casi seis minutos nuevamente instrumentales, sosegados, con las notas de la Les Paul alargándose con esa técnica tan especial en la que Jeff Beck era un maestro, y que Gary Moore desarrolló haciéndonos llorar de felicidad y emoción miles de veces. Este es un tema que capta la atención del oyente y ya no te suelta, y es una delicia dejarse llevar por esa idea que repite tan hábilmente una y otra vez.

“Molton Gold”, el otro tema cantado, nos permite disfrutar una vez más de ese cálido sonido de la guitarra de Kossoff tras la voz de Paul Rodgers. Es otro elegante medio tiempo, una clase de canto de Rodgers, que a la fuerza tendría que volver locos a vocalistas de Hard Rock como Coverdale, Hughes o Ian Gillan.

“Back Street Crawler”, la tercera de las instrumentales, cierra el disco con energía. El piano esta vez hace diabluras, ya sea respaldando esa potentísima cobertura rítmica, o lanzándose por su cuenta con pequeños detalles, mientras los punteos de Kossoff llevan la iniciativa, marcando una línea principal, que se quiebra en la mitad para dar paso a un solo.

En este último tema, como en “Time Away”, apreciamos ese tipo de construcciones instrumentales, donde una melodía principal hace la vez de lo que serian las estrofas de un tema cantado, distinguiéndose perfectamente la parte central solista, una idea que a partir de la década siguiente escucharíamos, muy evolucionada, en los discos de Joe Satriani.

Paul Kossoff creó en los años siguientes un grupo al que bautizó como este disco, Back Street Crawler, y el 19 de marzo de 1976 falleció en un accidente aéreo, viendo la luz con carácter póstumo su segundo álbum, “Koss”, un año después.

Tenía solo 25 años, y hubo quien afirmó que podría haber sobrevivido a las lesiones de no haber estado su organismo tan castigado por el alcohol y las drogas. Nunca fue un virtuoso, pero tocaba con el alma, y con su trabajo en los discos de Free, y gracias al volumen del que hemos hablado hoy, se ganó un puesto entre los más grandes. Cuatro cuernos altos, un 8´75, casi 9.

Paul Kossoff: Guitarra
Paul Rodgers: Voz en track 4
Jess Roden: Voz en track 2
Conrad Isidore, Simon Kirke, Alan White: Batería
Clive Chaman, Andy Fraser, Alan Spencer, Tetsu Yamauchi, Trevor Burton: Bajo
Jean Roussel, “Rabbit”: Teclados
John Martyn: Segunda Guitarra en track 3

Sello
Island Records