Pat Benatar - Crimes Of Passion

Enviado por abbakid el Mar, 20/09/2011 - 01:16
2203

1. Treat Me Right
2. You Better Run
3. Never Wanna Leave You
4. Hit Me With Your Best Shot
5. Hell Is For Children
6. Little Paradise
7. I'm Gonna Follow You
8. Wuthering Heights
9. Prisoner Of Love
10.Out-A-Touch

Hay artistas que uno no sabe cómo ha podido pasar tanto tiempo sin saber de ellos, sin disfrutar de ellos, de ni siquiera tener constancia de que existían. Si el artista en concreto es “underground” o uno es neófito en la materia, tiene cierta lógica que no sepamos quién es. Pero cuando dicho artista es multiventas (o al menos lo fue) y en su casa no tiene sitio donde poner los Grammy que tiene, pues el hecho de no conocerlo, aunque sea de oídas, se podría incluso considerar un "crimen”. Todos hemos cometido “crímenes” de este tipo y, en mi caso, me declaro “culpable” de no tener ni idea, hasta hace un par de años, de quién era la tremenda vocalista que responde al nombre de Pat Benatar, cuyo apellido artístico fue tomado de su primer marido.

Aunque educada como cantante de ópera (con un increíble registro de cinco octavas), Pat Benatar ganó en 1981 el primero de cuatro Grammy consecutivos a la mejor cantante de Rock gracias a “Crimes of Passion”, su segundo trabajo, que fue publicado en 1980 bajo el sello Chrysalis y producido por Keith Olsen (Fleetwood Mac, Ozzy Osboune, Scorpions, Whitesnake). Llegó al nº 2 de Billboard, donde se mantuvo durante cinco semanas consecutivas, por detrás del “Double Fantasy” de John Lennon y Yoko Ono, más de seis meses entre los diez primeros y 93 semanas en lista. Vendió más de cinco millones de copias y produjo tres singles de éxito. Con semejantes credenciales y teniendo en cuenta que el disco es de 1980, año en el que todavía vender mucho era sinónimo de calidad en la mayoría de los casos, lo lógico es pensar que estamos ante un gran disco.

“Treat me right”, el primer corte del disco, ya deja claro que lo que éste contiene es “Rock del bueno”, ya sea Hard Rock, Arena Rock, Heavy Metal o como quieras llamarlo, con un rollo que recuerda a grupos como Rainbow en su etapa post-Dio. En este tema, Pat le pide a su pareja que la trate bien, porque ella no es gilipollas y se da cuenta de las cosas. Un gran tema para empezar, rapido y directo, que, aunque llegó al nº 18 en las listas americanas, no es el más comercial del disco, pero sí deja claro, como dije antes, por dónde van a ir los tiros.

El siguiente tema es una versión del grupo “The Rascals” (por entonces, en 1966, “The Young Rascals”). “You better Run “ es otro de los cortes más reconocibles del disco. Llegó al nº 42 de las listas americanas y adquirió después más fama al ser la segunda canción en ser emitida en la cadena MTV, y Neil Giraldo, guitarrista con el que terminaría felizmente casada Pat Benatar, tiene el honor de ser el primero en salir gracias a esta canción. Hay que recordar que la primera canción en ser emitida por MTV fue “Video killed the radio star” del grupo “The Buggles”, pero en éste no había guitarrista. Por cierto, Neil Giraldo es un guitarrista como la copa de un pino que sabe darle a cada canción lo justo y necesario (filigranas, las justas). El que quiera escuchar a un guitarrista con gusto y recursos, Neil no le decepcionará. Pero os advierto que no es un velocista del mástil, tipo Michael Angelo.

“Never wanna leave you” es el primer corte en el que aparece la firma de Neil Giraldo y, curiosamente es de lo menos rockero del disco. Aún siendo una buena canción, no es de lo más recordado en la discografía de Pat, pero es uno de esos cortes en los que se puede apreciar que a la cantante y a sus chicos no les iba a dar miedo explorar nuevos terrenos con su música en un futuro. El tema lo podría haber firmado otro grupo “todo-terreno” de la época como Blondie, que podían mezclar sin reparos rock, disco y reagge en un mismo tema y salir vencedores de semejante cruce. Pues “Never wanna leave you” es de ese tipo de temas en los que convergen varias influencias sin que destaque una por encima de otra.

La siguiente pista es “Hit me with your best shot”, uno de los temas más radiados de Pat Benatar. Fue escrito para ella por el compositor Eddie Swartz, quien también escribió algunos éxitos de gente como Donna Summer o Paul Carrack. Llegó a ser la canción más conocida del disco, alcanzando nº 9 en las listas americanas. Se trata de uno de esos cortes “hard-rockeros” con una onda muy al estilo, por ejemplo, del “Since you been gone” de Rainbow (o Russ Ballard para ser más exacto), con un riff inmortal, una melodía pegadiza y un estribillo de los que crean escuela. El single vendió más de un millón de copias y grandes artistas han hecho versiones de él, entre los que destacan Joan Jett o la cantante de country, Martina McBride. ¡¡¡Incluso “Alvin y las ardillas” lo han hecho!!! También aparece en los videojuegos “Guitar Hero” y “Rock Band” entre otros. Un tema de los que nunca te cansas de escuchar, en el que Pat canta que da gusto.

Sólo con ver el título del siguiente tema uno se da cuenta que se va a encontrar con un clásico imperecedero. Heavy y épico como pocos temas, “Hell is for Children” comienza lenta y suavemente, con una Pat Benatar dando toda la emoción posible a una melodía vocal que trata sobre el abuso infantil (un tema que abordará en más ocasiones). Una canción que va creciendo poco a poco hasta desembocar en el rugido de Pat gritando el título de la canción una y otra vez, al que se suma un gran solo de Neil Giraldo que va como anillo al dedo al lamento de Pat y a una base rítmica que le da mayor intensidad al tema al ir imprimiendo velocidad a tan increíble himno. La versión de este tema en su concierto de New Heaven, años después, deja sin aliento a cualquiera. Temazo brutal, que, si alguna vez se ha caído del repertorio de Pat, yo no tengo conocimiento de ello. Pat Benatar tiene una técnica vocal impecable gracias a su entrenamiento operístico, pero en temas como éste parece como si se hubiera tragado a la mismísima Janis Joplin. ¡¡¡Qué manera de desgarrarse la voz!!!

Aquí termina la cara A del disco. Una de las mejores caras A que recuerdo en mucho tiempo. En la mayoría de los casos, las caras A contienen los singles, los mejores temas. En éste también se cumple la norma, pero, la cara B, la que en otros muchos discos suele estar destinada a rarezas o a simple relleno, en este caso se convierte en otra colección de fantásticas canciones, que sólo envidian a las anteriores en la popularidad de aquellas, porque en cuanto a calidad ésta es incuestionable.

La cara B comienza con “Little paradise” y enseguida uno se da cuenta de que Pat no está dispuesta a quitar el pie del acelerador y que la cara B sea considerada una cara de relleno. Con ese pedazo de riff y el ritmo en la caja de su nuevo batería, Miron Grombacher, uno no puede saltar este corte en el reproductor de música, y aún menos si está firmado por Pat y Neil.

“I’m gonna follow you” es de los temas que más me gustan del disco. Es atractivo y extraño,….sinuoso sería la palabra que mejor lo define. Una especie de balada que por momentos se acelera, sube, baja y que tiene unos coros impactantes. No sé cómo describirla realmente. Esos coros me recuerdan a veces a Queen, por poner un ejemplo, aunque quizás no sea el más apropiado. A lo mejor más al estilo Abba. La verdad es que por aquellos años los coros eran auténticos arreglos y se tenía mucho gusto al hacerlos. Esta canción no iba a ser menos. Temazo de escucha obligada que fue escrito para ella por el gran compositor Billy Steinberg, que también firmó la canción que daba título a siguiente trabajo de Pat, “Precious time”, y que también cuenta entre sus creaciones canciones como “Like a virgin” (Madonna), “True Colors” (Cindy Lauper), “Eternal flame (The Bangles) o “Alone” (Heart), que quizás no sean canciones muy rockeras precisamente, pero las conoce todo el mundo.

Y el siguiente es otro temazo, una versión de la canción que tan sólo dos años antes le había dado la fama a una entonces debutante Kate Bush (sí, sí, esa “tía rara”, con un talento descomunal, que cantó años después en el “Don’t Give up” de Peter Gabriel). Si en la versión original el peso lo lleva el piano y los arreglos de cuerda, en la versión de Pat, aunque también tiene un magnífico piano tocado por el mismo Neil Giraldo, son las guitarras las que dominan la escena. ¿Y qué decir de la voz de Pat? Excelsa. Su voz, en la parte central de la canción, alcanza notas que ni Kate consiguió en la versión original. Pat nos demuestra que lo de cantar en el estilo lírico en una canción de rock duro (porque esta versión lo es), ya estaba inventado mucho antes de Nightwish, Épica, etc.

“Prisoner of love” es otro de mis temas favoritos (a estas alturas ya tengo unos cuantos). Tiene todos los ingredientes para ser un auténtico exitazo. No sé porqué no llegó a ser single, pero lo tenía todo para serlo. Supongo que un disco con tantos posibles singles potenciales alguno tiene que quedar fuera. “Prisoner of love”, para ser un tema de rock, tiene el suficiente pop para gustar a todo tipo de público. O más bien diría que es un tema pop con guitarras rockeras, porque cuando lo escucho muevo la cabeza de lado a lado en lugar de moverla de atrás hacía delante.

Todo lo contrario sucede con el siguiente y último corte del disco (me refiero al movimiento de mi cabeza), “Out-a-touch”, que como ya dije antes sobre otro corte del disco, tiene un rollo muy a lo Blondie, pero esta vez en su versión más rockera. La verdad es que Pat nos llega a recodar a otra grande de la época, Debbie Harry, cantante de aquel grupo, con la manera de interpretar este tema, que si bien no es el mejor del disco, tampoco se puede decir que sea malo (¿es que hay algo malo en el disco?), de hecho es un tema que mola bastante y deja un buen sabor de boca al oyente, quedándose éste con la sensación de haber escuchado un gran disco.

Un trabajo que tiene más que merecido todos los premios y todos los discos de oro logrados hasta la fecha, y que debería ser de escucha obligada para todos los amantes de la buena música.

Pat no ha vuelto a igualar las ventas de este trabajo (aunque su siguiente trabajo llegara al número 1 en USA), pero durante unos cuantos años gozó de un gran éxito y algunos de sus sencillos llegaron incluso a alcanzar puestos más altos que los de “Crimes of passion”, como aquel maravilloso “Love is a Battlefield” que grabó tres años después y que llegó al primer puesto de las listas americanas y supuso su cuarto (aunque último) Grammy consecutivo a la mejor cantante de Rock. Volvería a ser nominada otras cuatro veces a lo largo de la década de los ’80, pero la gran Tina Turner (otra que se quedó con el apellido de su “ex”) se cruzó en su camino, y a partir de los ’90 su estrella se fue apagando, desapareciendo de las listas paulatinamente, aunque no su voz, que sigue en plena forma en cada concierto que da incluso ahora que es casi sexagenaria.

Si Madonna es considerada la reina del Pop, Aretha Franklin la reina del Soul o Dolly Parton la reina del Country, Pat Benatar con esa increíble voz, sus canciones y su manera de interpretar, aunque haya sido formada como cantante lírica, tiene muchas papeletas para ser considerada la reina del Rock. A mí no se me ocurren muchas más que le disputen el puesto. Si no me creen, tienen una amplia discografía, repleta de discos, algunos tan buenos como éste, para descubrirlo.

Pat Benatar: Voz
Neil Giraldo: Guitarra solista, rítmica, teclados y coros
Scott St. Clair Sheets: Guitarra rítmica
Roger Capps: Bajo y coros
Myron Grombacher: Batería y percusión

Sello
Chrysalis