
1. Voces ab Alta
2. Black Glass Communion
3. Everlasting Dying Flame
4. In Defense of Our Future (Discharge cover)
5. Hellnation (Dead Kennedys cover)
6. Only Death (Rudimentary Peni cover)
7. Commando (Ramones cover)
Ríos de tinta se han escrito acerca de las macabras aventuras de los chalados músicos que fundaron la escena del black metal noruego a principios de los 90, y aún a día de hoy es casi inevitable hacer referencia a dichos sucesos al hablar de los pioneros Mayhem, pero no estamos aquí para contar por enésima vez de la infame y manida historia de la banda, un pasado siniestro que ellos mismos se empeñan en seguir exprimiendo varias décadas después. Nadie duda de que De Mysteriis Dom Sathanas es un álbum insuperable, piedra angular del género, cuarenta y seis minutos de oscuridad y maldad musical que no pocos tenemos en un pedestal; pero los tiempos de Øystein Aarseth tocaron a su fin y es evidente que cualquier material posterior encabezado por el logo de The True Mayhem jamás estará a la altura de la obra maestra de 1994.
Las expectativas con los noruegos no eran muy halagüeñas cuando en 2019 veía la luz su más reciente larga duración, Daemon; nadie daba nada por el quinteto escandinavo y, sin embargo, el trabajo fue tan bien recibido que algunas críticas aseguraban que estábamos poco menos que ante un Mysteriis 2.0.
Lo primero que pensé (creo que todos lo hicimos) cuando Necrobutcher y compañía anunciaron este Atavistic Black Disorder / Kommando fue que no era más que un sacacuartos, y más viendo que tan sólo una canción de las siete incluidas es inédita. El mundo está atravesando una época extraña y deprimente, los músicos también tienen que comer y ante la ausencia de conciertos no les queda otra que explotar las opciones que tengan para sacar algo de beneficio económico. Unos aprovechan para grabar nuevas canciones o lanzar reediciones, merchandising y demás parafernalia, otros cobran 18€ por un show en streaming… cada uno sobrevive lícitamente como puede, aunque sea a costa de abusar de sus incondicionales fans. En fin.
Dividido en dos partes bien diferenciadas, el EP nos ofrece tres temas oscurotes que sirven como epílogo al muy notable Daemon (de hecho, dos de ellos ya aparecieron en la edición limitada del mismo) y cuatro versiones de clásicas bandas de punk. Apenas 24 minutitos que, si bien no te cambiarán la vida, al menos te aseguran pasar un rato entretenido.
Voces ab Alta (“voces desde las profundidades”, qué idilio tienen los blackers con el latín, será por eso de que es una lengua muerta) es un tema inédito lleno de cambios y matices interesantes que, inexplicablemente, no fue incluida en Daemon. Siniestra melodía inicial y clásico susurro de ultratumba, qué buena forma de empezar. A lo largo de casi seis minutos nos encontramos a unos enchufados Mayhem: diabólicas guitarras, Hellhammer haciendo honor a su nombre, Attila sobresaliente para variar (es increíble que su voz apenas haya cambiado un ápice desde el debut)… y Necrobutcher, bueno, está.
No me cansaré nunca de reivindicar el enorme talento y la brillante labor que ejecuta el señor don Attila Csihar, injustamente despreciado en más de una ocasión en detrimento del sobrevalorado Dead. Tanto el voceras como Hellhammer son los pilares que han mantenido a flote a los nórdicos en tiempos recientes, desde la marcha de Blasphemer; la realidad es que el regreso del húngaro en 2004, ya como miembro de pleno derecho, fue lo mejor que le pudo pasar a la banda (su trabajo en Ordo ad Chao es sencillamente inconmensurable). Para un servidor el mejor vocalista que ha pasado por Mayhem y de los más completos y originales de todo el panorama black. No es poca cosa ser la voz del atemporal Mysteriis y los legendarios Tormentor, entre otros. Una vez más está soberbio en sus interpretaciones, mostrando su amplio abanico de registros vocales como nos tiene acostumbrados. Sublime.
Los primeros segundos de Black Glass Communion, compuesta por el discreto Ghul, nos recuerdan ligeramente a la clásica Pagan Fears. Esta no será la única referencia que resultará familiar a los amantes de la movida noruega de los 90, y es que el riff principal suena casi idéntico al de Stemmen Fra Tårnet de Burzum. ¿En qué estaba pensando el más joven de la formación a la hora de escribir este tema? De nuevo disfrutamos de voces operísticas y el descomunal despliegue físico de la bestia Hellhammer tras los parches, otro que siempre lo borda.
El broche a la parte interesante del plástico lo pone Everlasting Dying Flame (título un tanto contradictorio, ¿no?) y su evidente tufillo a Life Eternal, sobre todo en los momentos en que el bajo emula el sonido del conde Grishnackh. Me encanta el aura misteriosa y tenebrosa de las seis cuerda, Teloch y Ghul aprueban con notable.
Es llamativo que los dos descartes de Daemon sean los que poseen más reminiscencias del excelso y antiguo material de la banda. ¿Falta de ideas? ¿Autoplagio? ¿Seguir viviendo de su glorioso pasado? Es posible, pero lo que está claro es que hemos tenido que esperar un cuarto de siglo para escuchar a Mayhem aproximarse tanto musicalmente a su inmortal obra maestra.
Llegamos al apartado de los covers punkarras, unos escasos ocho minutos a través de los cuales la banda homenajea a clásicas agrupaciones anglosajonas que de seguro les influenciaron en sus primeros pasos en la música. Es más que evidente que el black metal (Carpathian Forest, Impaled Nazarene), y el metal en general (Slayer, Venom, Motörhead y un largo etcétera), siempre ha bebido mucho del punk; solo hay que ver a Attila y su cresta mohicana, ese hombre destila actitud punk por los cuatro costados.
El propio magyar se mete en la piel de Cal Morris de Discharge interpretando In Defense of Our Future (incluida como bonus en la reedición de 1998 del mítico Hear Nothing See Nothing Say Nothing) y Only Death de los londinenses Rudimentary Peni. Entre medias suena Hellnation de los Dead Kennedys con Maniac como voz invitada, en la que es su primera aparición en estudio con Mayhem desde Chimera. Más tiempo llevaba alejado de la banda Messiah, concretamente desde el cacharrero Deathcrush del 87; treinta y cuatro años después se coloca ante el micrófono para cerrar el disco con una acelerada versión del Commando de los Ramones.
En resumen, Atavistic Black Disorder / Kommando es un EP anecdótico que ganaría enteros sin la segunda y prescindible parte, en la que lo más destacado son los ex-miembros invitados. Lo poco que aporta a la discografía de Mayhem, como era previsible, es la muy decente tríada inicial, black metal de buena factura que a un servidor deja más que satisfecho.
Veremos cuál será el próximo paso de los noruegos, seguramente continuar con la línea de Daemon sería lo más lógico y el mejor camino a tomar. Aunque muchos seguirán acordándose de Dead y Euronymous…
Necrobutcher: Bajo
Hellhammer: Batería
Attila Csihar: Voz (tracks 1-4, 6)
Teloch: Guitarra
Ghul: Guitarra
Músicos invitados:
Messiah: Voz (track 7) y coros (track 5)
Maniac: Voz (track 5)