Luback - Relative Keys for Vital Subjects

Tom Petty meets Janis Joplin podríamos llamar a este grupo madrileño, estructurado entre el cruce de dos mundos, el íntimo del líder Cristian del Corral, y el de la vocalista Raquel M. Robledo@Maisha, quien parece llevar en sus venas la sangre de una cantante femenina de Motown. Se acompañan además de una banda que suena solvente y profesional al máximo (atención al guitarrista Marcus Wilson), y hace algunos meses vio la luz su primer larga duración, este “Relative Keys for Vital Subjects” elaborado mayoritariamente por Del Corral a lo largo de diversas madrugadas entre el otoño de 2013 y el invierno de 2014 (entre los muchos detalles que vas descubriendo según profundizas en el grupo, se especifica la hora en que la escritura de cada canción era finalizada).

El collage de la portada podría recordar al “The Miracle” de Queen o al “Odd Fellows Rest” de Crowbar, si bien el estilo que practican Luback no tiene nada que ver con el rock operístico de los ingleses ni con el sludge de los salvajes de Luisiana. Es, como he dicho al principio, una mezcla entre las crepusculares, acústicas y sobre todo muy hermosas canciones de un Del Corral que parece imbuido del espíritu de los grandes maestros de la música americana, véase Petty, Dave Alvin, Tom Russell, John Hiatt, Bob Seger, Jayhwaks o Chris Isaak, y tres destellos de rhythm@blues como son “Worse tan You”, “My Revelation” y “Coat of Light”, donde toma las riendas la amiga Maisha, una tigresa con buena voz y rockera imagen a la que puedes imaginar de cría escuchando una y otra vez la banda sonora de “The Commitments”, la vieja peli de Alan Parker sobre un grupo de chavales irlandeses que soñaban con llegar a convertirse en estrellas del Soul interpretando las perlas de Otis Redding, Wilson Pickett o Percy Sledge, creadores todos ellos de muchas de las más conmovedoras canciones jamás escritas.

En Luback se aprecia mucho más orden y concierto, no en vano todos sus integrantes tienen un bagaje detrás en esto, y el disco se escucha del tirón con el agrado de comprobar cómo no hace falta haber crecido en un campo de algodón para trasmitir tocando rock de raíces tan americanas, aunque haya sido gestado en Las Rozas, al noroeste de la capital.

Toda la grabación es muy buena, la mezcla y el sonido desprenden calidad, y aunque sea en los temas cantados por Raquel cuando más suenan a banda, las verdaderas joyas son todos esos momentos semiacústicos tan cálidos escritos en solitario por el frontman de la melena de mosquetero, esos “White Horse” -con un magnífico solo de guitarra-, “Summer Stop”, “Inside” que cuenta con un interesante cambio de tiempo, o “My Ghost”, poniendo el alma en todas ellas.

La inicial “Choose” es una composición preciosa, cuidada y pasional, con sus distintos fragmentos y esa sensación de eco que tienen las grandes canciones de este estilo. “The Common Ones” es otra de las mejores, dominada por el latido omnipresente de Cristian, que se lanza incluso con la armónica, antes de que el solista Wilson inserte un punteo que encaja a la perfección, que fluye con gran naturalidad, y es que es la fluidez, la sensación de espontaneidad, otro de los aciertos de este recomendable disco, que gustará al sector rockero del Portal, a quienes escuchéis a otros grupos de este país como los vitorianos The Soulbreaker Company, o estadounidenses como Marah, Drive by Truckers y similares.

Ahora es su momento, están en plena actividad, este mismo viernes actúan en la sala El Sol, minúsculo templo junto a la Gran Vía Madrileña por donde han pasado a lo largo de las décadas verdaderas estrellas de este estilo, por desgracia minoritario en España. Los finísimos solos del guitarra solista y los encendidos duelos vocales entre Cristian y Maisha, sin desmerecer al resto del plantel, prometen excitación sobre las tablas.