
1.«Vinland Saga» - 3:12
2.«Farewell Proud Men» - 4:04
3.«Elegy» - 5:07
4.«Solemn Sea» - 3:44
5.«Leaves' Eyes» - 3:59
6.«The Thorn» - 4:05
7.«Misseri (Turn Green Meadows into Grey)» - 3:50
8.«Amhrán (Song of the Winds)» (instrumental) -2:48
9.«New Found Land» -3:28
10.«Mourning Tree» - 4:03
11.«Twilight Sun» - 3:22
12.«Ankomst» ("The Arrival") - 3:55
“Vinland Saga” (2005) es el segundo disco de la banda de metal sinfónico Leaves’ Eyes, que en ésa época estaba liderada por Liv Kristine y su marido Alexander Krull. Tras un buen debut como lo fue “Lovelorn” (2003), Leaves’ Eyes mejorarían su labor en la calidad de sus composiciones y lograrían grabar un álbum mucho más interesante a nivel musical y menos monótono, con un ambiente más sinfónico que el gótico que predominaba su predecesor.
Hablar de “Vinland Saga” es hablar de uno de los mejores discos de metal sinfónico que haya escuchado en mi vida, (y perdonen mi falta de modestia, pero créanme que escuché unos cuantos). Esta afirmación no es solamente mía, este disco y su sucesor, “Njord”, recibieron excelentes críticas de la prensa especializada y ambos son considerados obras maestras del género.
Curiosamente, este disco no se destaca por su complejidad musical, la agresividad de las guitarras, ni la extensión de sus canciones, o virtuosismos que son propios de grupos como Nightwish o Epica.
No, aquí encontrarán doce canciones maravillosas, de un ambiente sinfónico y épico de una belleza indescriptible. A nivel instrumental, predominan más los teclados y la orquestación que las guitarras (no es un disco pesado ni agresivo, excepto por algunas voces guturales aportadas por Alexander Krull) y destaca la preciosa voz de la noruega Liv Kristine, quien se encargó de escribir todas las letras de esta placa.
“Vinland Saga” es un álbum conceptual que cuenta la llegada de los vikingos a América, 500 años antes de Cristóbal Colón. Aquí las canciones nos cuentan la historia ficticia de un germano llamado Tyrkir (que viajaba en la embarcación de Leif Eriksson, un personaje histórico que sí existió) que deja a su esposa en Noruega y le promete que regresará en abril.
La primera canción de este disco es “Vinland Saga”, que comienza con una preciosa sección orquestal de teclado y violín, y el canto suave de Liv, quien comienza a relatar el principio de la historia. Este tema tranquilo y de ambiente cinematográfico (esto podría haber estado en la serie Vikingos) introducción para “Farewell Proud Men”, una de las joyas de este disco.
Empieza con unos coros grandilocuentes que acompañan a la orquesta, aquí la vocalista comienza a cantar sobre las naves vikingas donde se va el guerrero Tyrkir, que se alejan de la costa noruega rumbo a América. Además, aparecen unas guitarras acústicas y eléctricas que le otorgan un poco más de dinamismo a la canción. Esto es metal sinfónico en estado puro: coros, orquesta y una Liv descomunal que se roba todo el protagonismo a las voces.
“Elegy” fue el primer single, un tema sencillo de medio tiempo con una buena labor en los teclados y las guitarras, en el que la noruega canta con esa voz suave y aterciopelada que la distingue de muchas otras vocalistas. La letra de la canción trata sobre el personaje masculino que deja a su esposa y quiere volver a verla.
En “Solemn Sea” aparecen los guturales del señor Krull para cortar con tanta dulzura, este es uno de los temas más pesados del álbum, donde utilizan la fórmula de la bella y la bestia, con buenos resultados. Aquí Liv utiliza más la técnica del canto lírico, es una maravilla como pasa de cantar en un registro suave y bajito a desplegar toda la potencia en tonos más graves. Es una vocalista versátil y talentosa, de las mejores que escuché en este género. La mezcla perfecta entre los registros de Tarja Turunen y Sharon den Adel, por así decirlo. La letra está cantada en noruego e inglés y describe el miedo que sentían los vikingos al cruzar el tormentoso océano.
“Leaves’ Eyes” es una canción acústica basada en los teclados y las guitarras, de las más tranquilas y relajadas del álbum. La letra trata sobre la descripción de los ciclos de las estaciones y las generaciones que se suceden visto desde los ojos de un árbol, que es el medio entre los amantes. Admiro la capacidad creativa y compositiva de Liv Kristine, motivo por el que esta banda, en mi opinión, ya no es lo mismo sin ella y en el fondo sigo maldiciendo a Krull por haberla echado.
“The Thorn” comienza con la voz suave de la noruega y luego aparecen las voces guturales, en el mismo estilo de “Solemn Sea”. Tiene un ambiente épico y dramático, como debe ser en este género y aquí la valkiria Liv va a utilizar un poco más el canto lírico, sacando a relucir todo su potencial. La letra trata sobre la chica que teme por su marido, quien va a librar una batalla al estilo vikingo.
“Misseri”, destaca por el sonido de los violines, y un estribillo maravilloso, es una de las mejores canciones de todo el álbum. Aquí el personaje femenino reflexiona sobre el advenimiento del invierno y desea volver a encontrar a su amado. Es una canción preciosa, con una melodía magnífica y una Liv pletórica que brilla en su interpretación.
Todo muy romántico y épico, me recuerda a los cantares épicos como “El Cantar del Mio Cid” y las historias de la leyenda artúrica como “Yvain, El Caballero del León” de Chrétien de Troyes. Guerreros que dejan a sus esposas para ir a conquistar y combatir en lugares lejanos, cómo se nota que esta mujer estudió Literatura, por las referencias históricas y literarias que maneja a la perfección.
A continuación, aparece el instrumental “Amhrán (Song of the winds)”, que cuenta con algunos instrumentos celtas y el sonido de un arpa, sobre el que se escuchan unos coros muy bonitos. Podría haber sido parte de la banda sonora de una película porque transmite mucha paz y tiene un ambiente algo medieval. Respecto al concepto de la canción, en esta historia se considera el lenguaje del viento y del viejo árbol. Aquí los mensajes de ella son llevados por el viento hasta su esposo.
“New Found Land” es otra de las joyas de este álbum: comienza con los guturales de Krull y luego se le suma su esposa, acompañados del resto de la banda y los instrumentos orquestales. Aquí nos cuentan cómo los vikingos llegan a una tierra que no conocen, América, al que llamaron “tierra de la vid”, después de haber perdido el curso por la niebla y el mal tiempo. (originalmente se dirigían a Groenlandia).
Entrando en los tramos finales, aparece “Mourning Tree”, una balada con cierta influencia folk, en la que Liv canta de una manera suave y tranquila, es una canción muy bonita que trasmite mucha paz y destacan los violines. La letra trata sobre los mensajes que viajan a través del viento, la esposa del vikingo le dedica esas palabras al viejo árbol que los ha unido durante todo ese tiempo.
“Twilight Sun” comienza con unos teclados de ambiente gótico y luego aparecen las voces de la señora Espenæs para deleitarnos otra vez, combinando la voz de la cabeza con el canto lírico. Una maravilla de canción, sencilla pero bellísima. La letra describe que Tyrkir recibe los mensajes de su amada y decide regresar a Noruega después de un año.
El último tema es “Ankomst”, con esos teclados de ambiente gótico y esas guitarras minimalistas que me recuerdan a su álbum debut, la letra está en noruego y relata la llegada del barco vikingo a la costa Oeste de Noruega después de un año de viaje. Tranquilamente podría haber estado en la serie Vikingos o en alguna película épica de ese estilo.
Así termina este “Vinland Saga”, un álbum precioso, lleno de romanticismo épico y medieval, todo ello rodeado de un ambiente sinfónico y cinematográfico. Un disco que recomiendo a los fans del metal sinfónico y para el que nunca haya escuchado nada de esta agrupación, es perfecto para comenzar a explorar su discografía.
Liv Kristine Espenæs – voz principal, teclados
Alexander Krull – voz gutural, teclados, programación
Thorsten Bauer – guitarras, teclados
Mathias Röderer - guitarras, teclados
Christopher Lukhaup – bajo, teclados
Moritz Neuner – batería y percusión
Músicos adicionales
Timon Birkhofer – cello y piano en "Elegy", arpa en "Amhran"
Jana Kallenberg – violín