Kreator - Phantom Antichrist

Enviado por Hawkmoon el Mié, 30/05/2012 - 21:14
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1. Mars Mantra
2. Phantom Antichrist
3. Death to the World
4. From Flood into Fire
5. Civilization Collapse
6. United in Hate
7. The Few, the Proud, the Broken
8. Your Heaven, My Hell
9. Victory Will Come
10. Until Our Paths Cross Again

Kreator, chaval. Los reyes del Thrash Metal. Así de claro. Y de alto. No hay más. Ya es definitivo. Díselo a tus colegas. El cetro, ahora sí, pasa de manos americanas, las de Slayer, a las de Mille Petrozza. Lleva años mereciéndolo, y "Phantom Antichrist", su vacile 2012, lo deja clarísimo.

Se han tirado años, un cojón, como líderes del movimiento germano. Los capitanes, oscuro-innovadores (y no pocos palos les han caído por ello), del grupejo de dioses de lo obsceno, lo malévolo y lo desmadrado (Sodom, Destruction y Tankard conforman la élite). Debutaron a lo grande, pegando mordiscos a diestro y siniestro. Un segundo trabajo, el seminal "Pleasure to Kill", ya los consagró. Si América tenía a los guerreros maléficos de Slayer, Alemania no era menos. Kreator eran algo mucho peor...eran devotos, fanáticos fieles al mandato de Araya y colegas. Y llevaron la palabra de sus maestros, aún pegándose vaciles que no vienen a cuento ("Renewal" o "Endorama" entre los casos más sonados), más lejos, y de manera más cruda, más visceral.

El género ha pasado por muchas etapas. Pero Mille ha sido de los pocos que ha mantenido el barco a flote en todas ellas. Aún en los peores momentos, cuando hasta el fan más cegado, el que piensa que el demonio calvo de Kreator mola más que Vic Rattlehead o Eddie, estaba con lagrimones en los ojos (y a puntito de ponerse rimmel), el capitán Petrozza ha sabido mantener el control, la sangre fría.

Muchos cayeron en batalla. Otros, para poder seguir pagando una vida que les venía grande, se unieron a movimientos mucho más lights, con poco que ver con lo que se predicaba desde las ondas maqueteras de 1983-84. Kreator, ente visionario, thrashers que no se conformaron con alcanzar la cima extrema y quisieron seguir más allá (aunque nunca alejándose, se quiera ver o no, del sendero oscuro, de la pegada), las han pasado canutas para llegar a final de mes. Hubo un momento, allá por 1997, en el que la banda tocaba para aforos medio vacíos (soy testigo, pues me los comí por vez primera, junto a Dimmu y Krisiun, ante una audiencia ni de doscientas personas). Pero se resistieron a caer.

Mille, por muy criticado que haya sido, por mucho dedo acusador que le haya caído encima, sobretodo en el período 97-99, la era "moñas" de Kreator, siempre ha hecho lo que le ha dado la gana. Se hartó de reinar en el Thrash (después de algo como "Coma of Souls", que equivale a tocar techo en el mundillo, ¿qué coño haces?), y, supongo que influenciado por la crisis de los cuarenta, quiso buscar más allá de la Jackson negra, la camiseta de "Aliens" y el tejano pegado a la piel. Es libre de hacer lo que guste con su juguete, que eso es, al fín y al cabo, lo que es Kreator: su movida.

Eric Draven, Alex Murphy (Robocop, empanao), Drácula, Freddy Krueger o el puto Jason. Todos vuelven de la tumba. Tienen trabajo que hacer. Tienen que poner las cosas en su sítio. O joder la marrana, vamos. Pero vuelven y piensan quedarse. Y ese tiempo, ese plus, se aprovecha. Unos, para vengarse. Otros, para despedazar, y más y mejor de lo que lo hacían en vida, al personal. Mille se nos durmió. Se nos apagó. Como "Nuclear Man" (de la peli Superman IV) al no catar el Sol. Kreator dejaron de ser atronadores, de ser mega-cabrones. Se pasaron un tiempo divagando, buscándose a ellos mismos (rollos lisérgicos made in Petrozza), para, natural, normal, volver al punto de origen. Pero mejorados.

"Violent Revolution", "Enemy of God" y "Hordes of Chaos". Los tres reyes magos. Tres discos, unos mejores que otros, pero todos con el sello Kreator de finales de los ochenta-principios de los noventa, el de "no me mires o te partiré el alma en mil pedazos", ayudado por el sonido de las nuevas eras, con unas producciones que habrían convertido "Endless Pain" en un "Reign in Blood" (y un "Reign in Blood" en un "Burn my Eyes"). Discos sin trampa ni cartón, que han vuelto a ponerse del lado de los extremillos, de los trashers con barba, sucios, pero de noble corazón. Y si dicen que no hay dos sin tres, y es lo que pasó, yo digo que no hay tres sin cuatro (y, de paso, patento un dicho y salgo de pobre, que ya me toca).

"Phantom Antichrist", el cuarto disco desde "el renacimiento petrozzista", tiene una portada que acojona. Por lo oscura, por lo tétrica, por lo salvaje, por lo demoníaca...por todo, vamos. Una ilustración que se la pondría cipotona, de nuevo, a Bibí Andersen. Desde "Coma of Souls", o desde "Violent Revolution" (que no deja de ser un remake descarado de la obra del 90), no flipaba tanto al ponerme cara a cara con la presentación de un trabajo de la banda. Elegancia brutal, macho. O brutalidad elegante. Tú decides. Nada de poses chulescas abriéndose la chupa. Nada de pose Death Dealer. Nada de miraditas a lo Chuck Norris con todo el cabezón abierto (y un mundo de Lemmings en el boquete). Puro y duro dolor. Thrash alemán, nene. Nacido en el rincón más apestoso del infierno y a punto de abrirse camino, de nuevo, hacía la luz. Como Carol Anne, la preciosa nenita de "Poltergeist", pero con zarpas de Wolverine.

Fantasmones y falsos anticristos, a tomar viento. Largaos de la ciudad antes de que sea demasiado tarde. Kreator ya no sonríen. Y ya no quieren hacer amigos. El mundo del Metal, y el de la música en general, está herido. Pocas ventas, poco dinero por sudar la gota gorda un martes en Barcelona y un domingo en Boston. Se acabó lo de hablar de una escena. Kreator se la vienen a cargar. El pastel, entero para Mille. Ni Big Four ni narices. Big Two. Los de Mille.

Un instrumental, "Mars Mantra". Algo para situarnos, para comenzar el viaje. Unas lineas preciosistas le dan el relevo al ataque martillo. Clásico. Siempre me ha gustado, a lo "Beneath the Remains", que antes de someter mi cuerpo a una hora de puro castigo, me abaniquen un poquitín. Ná, unos segundos y ya andamos listos. Al tajo.

"Phantom Antichrist" despega con un filo muy "Betrayer", muy de cristal rajándote las pelotillas, muy veloz y centelleante, muy a lo piraña hijaputa, abriéndose paso a dentelladas. Y llegando, claro, a dónde debe: a nuestro corazón de puro y duro Metal. Conjunción aplastantemente bien parida entre mala uva, rifferío cañón, técnica, potencia cafre y buen sonido. La onda, que perfectamente se puede estampar en cualquiera de los cuatro retoños kreativos paridos a partir del 2000, es más cruda de lo habitual. Menos diseñada para gustar. Ahora gusta porque sí. Porque se trata de Kreator. Y en un estado de forma de puta madre. Tiene que gustar. No hay otra. Híbrido "Extreme Agression-Violent Revolution". Melodía con pelotas. Y del tamaño de la que persigue a Indy en su primera aventura. La voz de Mille, ideal. Nadie que no sea él podría atreverse a soltar una sola palabra en su reino. No sé qué tipo de sensación te recorre el cuerpo cuando te cae lava volcánica en el pie. Pero supongo que debe de ser similar a lo que expresa Mille cuando abre la bocaza. Rugido eterno, macho. Y cabreadote a más no poder. Dolor inhumano.

"Death to the World" sigue la ruta abismal, la de entregar martillazos, y mega-rajadores. Muerte a los que pensaron que Kreator jamás volverían a sentarse en un trono. Qué sonidazo, hermano. Ver (o escuchar, mejor dicho) para creer. Mille ha encontrado en Sami al seis cuerdas ideal para Kreator. Tiene la técnica adecuada, es un amante de la banda y se siente bien, se le nota como en casa. Ya lleva su tiempo y se ha familiarizado con el potentorrón estilo. No es un gran tipo para el directo, es poco comunicativo, pero para eso ya está Mille. Sami está en Kreator para solear de lo lindo, para riffear junto al amo teutón. Y con gran esmero que lo hace. Friedman y Mustaine, King y Hanneman, Downing y Tipton, Smith y Murray. Ahora, queramos o no, sumamos a Mille y a Sami. Blackfire fue el seis cuerdas icónico, Sami es el que durará.

Más guerra alemana. "From Flood into Fire" (tempo molón), "Civilization Colapse" (aquí Ventor se luce de lo lindo. Y no es que no se esmere con los demás tracks. Thrash total), "United in Hate" (velocidad y arrogancia, y porque se la pueden permitir), "The Few, The Proud, The Broken" (otra movida muy a lo "Violent Revolution", mega-dinámica) o la emocionantemente cabalgadora, muy a lo Maiden, "Your Heaven, My Hell". Agresión extrema. Tu alma en coma. Bienvenido a la zona terrorífica, chatín.

"Victory Will Come" (solazo de campeonato, armonías poderosísimas y una letra motivante) y "Until Our Paths Cross Again" (otro puntazo para enmarcar) son las paradas finales del disco. Y menudas paraditas. Deseando volver a casa, a curar las heridas, a volverte a colocar el hombro, el ojo y, peor, medio cerebrillo que ya nos regalima por los orejotes. Alucine de primera. Me han dejado planchado. Kreator me han demostrado que no hay nada seguro. Nada, absolutamente nada, se puede dar por hecho. Y menos en reinos metaleros, dónde todo puede acabar pasando. Kreator han parido su mejor disco desde 1990. Con un par. Menudos mendas.

Thrash Metal salvaje, pero melódico a la vez, que hará las delícias del fan de toda la vida, del que llegó a a partir del 2000 y del que solamente quiera pasar un rato de putísima madre con uno de los mejores discos Thrash de la puta década. Una nueva ofrenda petrozzista de nivelón.

5 cuernos (bajos) para "Phantom Antichrist". La polla en vinagre. Joyita 2012. ¿Disco del año? Seguro.

Mille Petrozza: Voz y guitarra
Sami Yli-Sirniö: Guitarra
Christian Giesler: Bajo
Ventor: Batería

Sello
Nuclear Blast

Es un buen disco este Phantom Antichrist. Tiene partes de buena tralla y partes mas melódicas haciendo una buena mezcla.
Por supuesto que hay canciones que me gustan mas que otras y estas serian: panthom antichrist, death to the world, civilisation collapse y until our paths cross again.
Si fuera por puntuarlo del uno al cinco (como los antiguos cuernos) le daría una puntuación de 4. Ya que siendo bueno, no le daría el titulo de obra maestra.