
1. Upon the Cross
2. The Trees Have Eyes
3. Follow the Wolf
4. House of God
5. Black Devil
6. The Pact
7. Goodbye
8. Just a Shadow
9. Help!!!
10. Passage to Hell
11. Catacomb
12. This Place is Terrible
13. Peace of Mind
La ex-voz de Mercyful Fate, el jodido King Diamond, empezó la década de los noventa con un trabajo digno de su leyenda, "The Eye", aunque conforme se iba chapando la misma, parecía que nunca más iba a dar en la diana (salvo por la edición en 1996 del cojonudo "The Graveyard").
"Voodoo", pese a ser ideal para el irredento seguidor, no entregó nada nuevo. Y así había sido también con el anterior. Y el otro.
Los discos seguían siendo "made in King Diamond"...pero mucha magia se había perdido.
El tito King, almenos su música, no atravesaba el mejor momento. El aura ochentera, el rollete de "soy el amo de las tinieblas" pasó a mejor vida. Y no por el que el mendas no mereciese seguir siendo uno de los máximos jefes de la oscuridad metálica, si no por los cambiantes gustos de la mayoría metálica; que un día aman "Abigail", tanto o más que el "Powerslave", y lo olvidan en menos de un año.
Machine Head, Fear Factory y Korn -a nivel americanote-, y mucho Power, demasiado, a nivel europeo, era todo lo que nos deparaba, parecía ser, el nuevo milenio. El Death Metal se olvidaba y el Black Metal llegaba a las masas (aunque no de la manera en la que le habría gustado a sus creadores). Poco sitio, poco pastel para el maestro Diamond.
Lo bueno que ha tenido siempre la música de King Diamond, y sus seguidores también, es que funciona aparte, lo que ocurra alrededor no interesa lo más mínimo. Los discos del maestro salen, hasta el momento, cada dos añetes. Pase lo que pase... llueve, truene, o caguen sangre los dioses. No falla. Cada "x" tiempo, nuestra ración de "terror para treceañeros". Adictos a pasar miedo. Imposible el negarse eso. Ya no dan programas de terror, y el cine se ha convertido en una pegote de cuidado. Amantes de Poe, Lovecraft, Stephen King, a pasarlo bien. Leales al sonido del rey diamante: a pasarlo mejor.
Un universo en sí mismo. Desde el primer momento, casi sin tara, sabrás que llegará, cuando el solo te la pondrá durota, cuando el maestro entonará, cuando se chapará todo....como siempre ha sido. Discos, y desde hace un tiempo, sin sorpresa. Pero sorprendentemente disfrutables. Nadie sabe "no moverse un paso" tan bien como el danés.
"House of God" no es "Abigail"... pero te gustará si te lo pasaste bien con el opus del 87. En plena era de cambios, llega King Diamond...para no cambiar nada. Tiene su qué.
"Upon the Cross", que no es más que otra intro para ir abriendo la bocota (aunque malrollera, como a lo momento "te arranco el corazón" en Indiana Jones y el Templo Maldito), que parece que quiere ser un "Funeral" (aunque sin esa parte final que te pone los pelacos de puntaza), nos sirve un platazo bien molón: "The Trees Have Eyes". Sección rítmica a lo Maiden, los falsetes de toda la vida, y una buena colección de riffs y soletes, cortesía del eterno LaRocque y del futuro Megadeth de Glenn Drover. Leña "made in King Diamond". No esperábamos otra cosa, vamos.
"Follow the Wolf", con unos movimientos demasiado similares a lo vendido en el primer track, y con mucho menos nivel, nos lleva al tema-título, "House of God". Aquí sí que me atrapa el jodío King. Otra igual, más de lo mismo; pero entre lo bellísimo de su comienzo, lo bien que suena el órgano, lo neo-clásico del asunto y lo altamente viciosa que suena la garganta de nuestro amado iconete, ala, me rindo al tema. El mejor de la obra. De calle. Atentotes al duelo de solos que se pegarán LaRoque y Drover. Arch Enemy o In Flames follándose al "Graveyard" o a "Melissa". Así suena la movida. Grata de cojones. Impagables los alaridos finales de Diamond. Uno de los dos temas por los que compré el disco.
Seis capituletes más de satanismo metálico: "Black Devil" (22, Acacia Avenue + Manowar + "The Graveyard"), "The Pact" (Follow the Wolf 2, aunque con un crescendo final logrado), "Goodbye" (tristona, facilona), "Just a Shadow" (galopante a rabiar, a lomos de un puto Pegaso que te sentirás), "Help!!!" (grovielona, rítmico-repetitiva, aunque no por ello se le negará un estribillo molón y una textura compactota), "Passage to Hell" (tema-transición) y "Catacomb" (Follow the Wolf 3).
Nadie se aburre, todo el mundo suda. Pero, coñes, todo suena a manido y, de rebote, más light. Muy desinflado, vamos. No hasta el punto de tenerle que pegarle un par de collejas al mismísimo maestro... pero casi. Mirada chunga que le pegaremos. "Colega, suena bien. Y te rodeas de mendas de nivelón... pero abusas de tu legado. Y mogollón". Diamond se columpia, se nos relaja. Total... como esto de parir temas de nivel se le da de muerte, no se nos esfuerza al máximo. Otro "Voodoo", macho. Todo muy bien... pero todo muy sobado.
"This Place Is Terrible" (el otro track por el que compré el disco), que levanta los ánimos, que te hace fliparla desde el segundo uno, que tanto suena a King Diamond como a Megadeth o Mekong Delta (y que debería de haber abierto el trabajo), y "Peace of Mind", que no parece realmente de King Diamond, pero suena de primera, le ponen punto y final a "House of God". Se deja claro, finiquitándolo todo, que por mucho que uno se duerma en los laureles, si tiene "duende", si es un "lo más", se notará.
El disco se ha cerrado en lo alto. King no es tonto. Preparó lo bueno para el inicio y el final. Como las mejores pelis de la Hammer, vamos.
Si no te entra, si te aburre, no estás hecho para el mundo heavy-oscurantista de King Diamond, el proyecto en solitario más molón que nos ha dado el reino, nene. Aunque también es cierto que es de los últimos trabajos que te recomendaría de la banda.
"House of God" es un disco mejorable. Mucho. Le falta sonidazo, personalidad en la batería y agallas. Pero sigue siendo entrañable. No pierde su sello, ni el aura místico-heavy. Todo se mantiene. Eso si, empieza a hacer aguas.
3 cuernos (medio-altos) para "House of God". Bueno. Mejor que mucha mierda con aura de clásico, pero poco para los que sabemos de lo que es capaz la banda... y nuestro rey.
Todo muy pulcro, todo en su sitio...aunque todo demasiado brillante. Falta algo.
Tres temas de nivel, el resto...topicazo padre.
Vincent Price, Bela Lugosi, Boris Karloff, Christopher Lee, Peter Cushing, Paul Naschy... y King Diamond. "Monstruos" universales. Universalmente necesarios.
King Diamond: Voz y teclados
Andy LaRocque: Guitarra y teclados
Glen Drover: Guitarra
David Harbour: Bajo
John Luke Hebert: Batería