
1. "Thunder And Lightning" - 3:29
2. "Lay Down the Law" - 3:43
3. "Speed Demon" - 3:39
4. "Princess of Illusion" - 3:59
5. "Born Ready" - 3:05
6. "Metal Generation" - 2:59
7. "'Till Hell Freezes Over" - 4:24
8. "Tonight you're Mine!" - 2:57
9. "Let's Spend the Night Together" - 5:09
Quizás pase bastante desapercibido para los menos interesados en esto de la escena "metálica" de los años '80, pero para los que sí somos entendidos del tema, el nombre de Rynia L. Keel (o más bien Ron Keel) tiene un significado.
De acuerdo, no tan potente como el de un Blackie Lawless, un Don Dokken o un Graham Bonnet, pero desde luego el hombre estuvo ahí y dio su contribución al género en la década, la cual debiera ser más reconocida.
Y es que resulta que el natural de Georgia ya entró pisando fuerte en el mundillo cuando uniera sus fuerzas a un Yngwie Malmsteen de tan solo 19 años que fue llevado desde su tierra a los EE.UU. gracias al fundador de Shrapnel Records, Mike Varney; su combinación fue desde luego lo necesario para un álbum que sin ese plus habría caído en la más terrible monotonía, y hablamos del primero y único de la banda STEELER, con los ya nombrados al frente junto a Rik Fox y Mark Edwards, quienes poco después de la grabación se fue cada uno por su lado, dejándonos, eso sí, algunos temas que son ya piezas de culto.
Tal es el caso de "Hot On your Heels", "Cold Day in Hell" o "Abduction/On the Rocks", destacando sobre todo la explosiva manera que el sueco tenía de tocar la guitarra, transcribiendo sus famosas escalas neoclásicas al heavy metal. Pero también terminaba de redondear el sonido la furia del sr. Keel a la hora de emplear sus cuerdas vocales, roncas, ásperas y perfectas para vociferar sin piedad; tras la separación éste encuentra en Los Angeles un lugar donde cumplir sus deseos, que es formar su propio grupo, al cual bautiza simplemente con su apellido.
Se le unen entonces los guitarristas David Philip Henzerling y Marc Ferrari, el bajista Kenny Chaisson y el batería Bobby Marks...pero antes de figurar como miembro oficial, el primero abandona el barco para irse a King Kobra y entra Bryan Jay; este quinteto cuenta, cómo no, con la ayuda de Varney y su compañía en la producción y publicación del disco, cuyas composiciones están casi todas firmadas por el líder vocalista. Y musicalmente hablando este LP presenta, con ciertos matices, un estilo continuista del debut homónimo de STEELER.
De hecho, salvo por esa gran distancia que separa a Malmsteen del neoyorkino (sin despreciar en absoluto su trabajo como guitarrista), ambos plásticos podrían pertenecer a la misma banda; estos matices, sin embargo, son los que distinguen la propuesta de Ron y sus muchachos, quienes se encuentran en un 1984 a punto de acabar, momento en que la fiebre del metal ha llegado a su culmen y el cual está sufriendo algunas mutaciones que terminarán de definir sus diversas corrientes en un par de años. "LAY DOWN THE LAW", por tanto, es producto de esta situación, uno de esos trabajos que no pertenecen ni al heavy de principios de década ni de finales.
Por un lado su estigma más puro está grabado a fuego en ese tema de apertura que ya es uno de los clásicos del género y el grupo, un "Thunder And Lightning" el cual inicia una distorsión figurando el estallido de un trueno y que prosigue arrollador sin perder un ápice de intensidad; también sin oscilaciones ni cambios innecesarios, este es un buen ejemplo de cómo hacer metal simple y directo, candente y a la yugular, jalonado de "riffs" y solos electrizantes, estribillos pegadizos, base rítmica contundente y voz punzante y chillona (si bien acusada de falta de carisma...en fin).
Y por la misma senda aparecen "Metal Generation", que no esconde su carácter hímnico, y las veloces "Speed Demon" y "Tonight you're Mine!", donde mejor expone Ferrari su técnica a las seis cuerdas y su gusto por el frenesí guitarrístico (desde luego hace honor a su apellido), mientras Keel se desgañita escupiendo cada verso con sus rabiosas inflexiones. Aquí los angelinos se acercan al heavy de la N.W.o.B.H.M. abanderado por Tygers of Pan Tang, Diamond Head, SAXON o Motörhead y formaciones europeas como ACCEPT y KROKUS; y por otra parte mirarán de reojo y se dejarán seducir por las corrientes que tienen lugar en EE.UU....
Esto marca el aire más comercial de (la no menos potente) "Lay Down the Law"; y aunque KEEL no se decantan del todo por sonidos edulcorados y de pretensiones "radio friendly" como sí harán en años venideros, es sin duda un presagio de dicha tendencia, que seguirán cada vez de manera más acusada, hasta aproximarse a los terrenos del glam. Por ahora este cambio sólo se intuye entre melodías algo facilonas y la obsesión por los estribillos contagiosos, pero haciendo el heavy/rock buen acto de presencia, como en el corte "Born Ready" (en sus cortantes "riffs" y en sus coros, que responden "Ready to rock!" al título) o la versión del clásico de los Stones, "Let's Spend the Night Together", donde mejor sobresalen las influencias del rock de antaño.
En estos términos, Quiet Riot, DOKKEN o Twisted Sister parecen ser importantes referencias, al fin y al cabo esas bandas que aun practicando un hard 'n' heavy de lo más musculoso, supieron adornarlo con el glamour justo para embelesar al público americano y triunfar en las listas. Y entre tanto destacan dos inesperadas piezas: por un lado un épico "medio-tiempo" de monótono inicio (hay una sección principal de nueve acordes que se repite hasta la saciedad), "'Till Hell Freezes Over", donde logran equilibrarse la sensibilidad de lo acústico con la crudeza de los "riffs" distorsionados; por otro "Princess of Illusion", la "power ballad" obligatoria.
En ésta, prima lejana de la "acceptiana" "Winter Dreams", el líder suaviza sus cuerdas vocales hasta tal punto que no parece ser él quien canta y donde Ferrari se muestra más emotivo que nunca en su instrumento. En resumen, nueve joyitas de un metal simple y poderoso que entra a la primera escucha del fan más incondicional y menos remilgado; se publican a finales de año bajo un sonido sucio y agresivo, absolutamente rudimentario y sin pulir, y bajo una portada brutal y (hoy día) bastante controvertida que no podría estar más a tono con la estética y el estilo "ultraheavy" del momento.
Y aunque aquel 1984 rebosara competencia en el mundillo y el LP ni siquiera figurase en los "charts", sí consiguió captar la atención de un Gene Simmons que apadrinaría a la banda y les ayudaría en su próximo esfuerzo, aunque con Marks fuera y Steve Riley sustituyéndole. El siguiente paso era pulir y mejorar lo hecho, y se llevaría a cabo en una compañía más importante, con un equipo mejor, más dinero y un enfoque más claro, si bien algo manipulado por la mano del nuevo productor...
Y ese esfuerzo tendría por nombre "THE RIGHT TO ROCK", trampolín para llevar a KEEL y su troupe a lo más alto del panorama del heavy.
En él se rescatarían y restaurarían, por cierto, nada menos que tres temas del debut: "Speed Demon", "Let's Spend the Night Together" y "Tonight you're Mine!" (que pasaría a ser "You're the Victim, I'm the Crime!").
Canción favorita: "Thunder And Lightning"
Ron Keel: Voz/guitarra
Marc Ferrari: Guitarra
Bryan Jay: Guitarra
Kenny Chaisson: Bajo
Bobby Marks: Batería