
1. Holy War
2. Freedom's Blood - The Patriot
3. Time
4. The Invisible Empire
5. Demon's Child
6. High in the Sky
7. Alexander the Great — Hordes of the Brave (Pt. 1)
8. Crystal Tears
9. Iced Wind of the North
10. My Eternal Flame
11. Troops of Avalon
Con el devenir de los años el metal nos fue brindando cada vez sub-géneros más rebuscados y curiosos. Si bien el power ya había nacido en los ochenta y a inicios de los noventa el metal sinfónico empezaba a florecer... en esos momentos comenzaría también a popularizarse otra tendencia de similares características: el neo-classical power metal. Este movimiento comenzó a tener sus primeros impulsos ya en los tiempos de Rainbow y Deep Purple. Gracias a genios como John Lord y Ritchie Blackmore, que estaban influenciados por la música clásica, el público volvió a rememorar a Mozart, a Chopin, a Vivaldi o a Bach. De todos modos, nadie hizo tanto por el neo-classical metal como Yngwie Malmsteen, gran músico y compositor. Tras estos primeros precursores... llegaron después bandas del estilo de Rhapsody Of Fire, Stratovarius o Symphony X entre otras muchas, popularizando este movimiento y adornando con elementos sinfónicos, progresivos y power sus composiciones. Todos estos grupos mentados siguieron esa tendencia de tomar como fuente de influencia a los compositores de finales del siglo XVII y XVIII en pos de crear un metal más rico y variado.
Hay muchas otras bandas repartidas por el mapa que se dedican a esta extraña rama del metal y entre todas ellas me interesa charlar sobre Iron Mask, y más concretamente sobre su Hordes Of The Brave. Segundo álbum de la banda, año 2005, nuevo vocalista en sus filas y renovadas fuerzas para lanzar el segundo ataque al reino metálico. En el debut Revenge Is My Name ya se apreciaba un talento desbocado y unas secciones de guitarra-teclado pasmosas, pero ahora Iron Mask decidieron ya en el segundo álbum suavizar (muy sutilmente) su sonido y refinar la producción.
A aquellos a los que les vaya este rollo Malmsteen o les apetezca experimentar les agradará esta agrupación, pues la técnica y estilo que poseen estos amantes de la obra de Alejandro Dumas son sensacionales. Arrancamos:
Holy War comienza sin dejar ninguna duda; arremeten de entrada con una melodía deudora de Mozart. Las guitarras no tardan en encrudecerse y dejarnos ante la maestría vocal de Goetz que sin vacilaciones nos muestra todo su poderío. Tremendas composiciones guitarriles y de clavecín. Seguidamente Freedom's Blood - The Patriot se manifiesta súper-riffera y ardiente, dejando la velocidad para el doble bombo de Anton Arkhipov. Hay que resaltar los estribillos y el duelo guitarras-teclados que acontece en el minuto 2:24, épico a hartar. Time llega más calmada aunque llena de armonía y buenas líneas tanto vocales como instrumentales. Una ideal demostración de cómo llevar un medio tiempo con solemnidad y clase, genial trabajo el de Petrossi.
Invisible Empire toma un cariz claramente comercial pero sin convertirse en un despropósito de canción, se hace pasable y hermosa gracias a la interpretación de Oliver Hartmann y los arreglos de teclado de Anton Arkhipov. Demon's Child recupera algo de dinámica y empaque gracias a los juegos de clavecín y guitarra y el regreso de Goetz al micro. Nuevamente recalcaré un pasaje en especial que es el de a partir del minuto 3:14, que nos ofrece un fragmento neo-clásico que sirve de antesala para otro duelo Petrossi-Andersson de lo más intrincado. Luego, High in the Sky inaugura la segunda mitad del álbum manifestándose como una pieza corera y llevadera. Un excelente terreno para dejar a a nuestro cantante sembrar gritos y agudos a placer. Alexander the Great - Hordes of the Brave (Pt.1) nos trae el segundo medio tiempo del álbum, en el cual las guitarras se vuelven pesadas... heavies. El encrudecimiento de la atmósfera es palpable, así como su majestuosidad.
Crystal Tears e Iced Wind of the North son las siguientes, cantadas también por Oliver Hartmann, aunque más afortunadas que The Invisible Empire. La primera se muestra llorosa y emotiva, con unos coros pegadizos y un punteo bien colocado. La segunda: Iced Wind of the North es sin lugar a dudas otro de los cañonazos del álbum, una pieza abrasiva en lo que a guitarras se refiere. Oliver y Goetz cantan a dúo conjuntándose perfectamente y plantando unas letras magníficas; un derroche de inspiración. ¿Qué me decís del pasaje del minuto 3:50? Melodía piratesco-speedica a morir. My Eternal Flame es una emocionante balada con una notable linea vocal y unas melodías guitarriles mágicas, de lo más bello del Hordes Of The Brave. Así pues, nos dejamos llevar plácidamente hasta el veloz track final: Troops Of Avalon. Si tengo que resaltar algo de este corte es eso, la rapidez y la técnica que Petrossi desata. Y el desenlace... cosa fina: guitarrazos intrincados, ritmos marciales y coros grandilocuentes que nos devuelven al estribillo para rematar así. No queda otra, hay que aplaudir, pedazo final apoteósico. Era la última canción...y lógicamente Iron Mask nos soltarían un trallazo final para dejarnos alucinados hasta la siguiente entrega.
No hay más; los tíos se volvieron a lucir. Si en el primer álbum ya habían arrasado con su virtuosismo, feeling y sus composiciones... ahora sencillamente lo habían vuelto a hacer, y por encima más limpiamente. Bravo. ¿Y qué decir de la temática de las canciones? Si hay algo que me termina de enganchar a un grupo nuevo es que las letras traten de cosas históricas, mitología y demás temas de ese estilo. Definitivamente Iron Mask me han cautivado, y no hay espacio en esta reseña para un solo comentario negativo (por mi parte).
Valoración final: un 8.0 y cuatro cuernos medios para los belgas estos (Sí, son de Bélgica). Hacía bastante que una banda de power no me enganchaba tanto, y todas esas melodías y escalas armónicas sacadas de la música clásica... Buff, demasiado. Ahí queda mi puntuación, ahora a vosotros os queda darle unas pocas escuchas y juzgar.
Nota personal: llevo dos semanas con las melodías de Holy War, Freedom's Blood y My Eternal Flame en la cabeza, es un vicio.
Dushan Petrossi: guitarras.
Goetz "Valhalla jr" Mohr: voz y coros.
Oliver Hartmann: voz en tracks 4, 8, 9 y coros.
Richard Andersson: todos los solos de teclado.
Vassili Moltchanov: bajo.
Anton Arkhipov: batería, teclados.