
1. Out For The Glory
2. Fear Of The Fallen
3. Best Time
4. Mass Pollution
5. Angels
6. Rise Without Chains
7. Indestructible
8. Robot King
9. Cyanide
10. Down In The Dumps
11. Orbit
12. Skyfall
Desde 2017 el Metal está de celebración por la vuelta a Helloween de dos hijos pródigos como Kai Hansen y Michael Kiske, quienes grabaron algunos de los mejores discos de la historia del género (a los dos Keepers me remito, aunque podría hablar también del “Walls Of Jericho”). La batalla de egos que había roto por completo los vínculos entre Kiske y Weikath desapareció hace tiempo, lo cual hizo más sencilla la reunificación de las calabazas para girar por todo el mundo con un exitoso tour que fortaleció los vínculos musicales y personales entre los miembros del grupo.
Pero no nos engañemos. Hasta que no hubiera un disco con todos los implicados en dicha gira, no terminaríamos de valorar al 100% esta reunión de los alemanes. Afortunadamente, los estudios de Hamburgo y, por supuesto, los Mi Sueño ubicados en mi isla de Tenerife acogieron a unos músicos hambrientos de ansias por volver a componer juntos y vieron como tomó forma un disco de título homónimo que ha sido esperado desde hace años por muchos de nosotros.
Tras escuchar muchísimas veces el disco, y sin entrar en detalles, os puedo garantizar que la nueva formación viene a tope, con una pegada impresionante y una creatividad que seguramente extrañábamos en los más recientes álbumes del grupo, así como de Gamma Ray o Kiske en solitario. Aquí hay mucho del “Keepers Of The Seven Keys” (de hecho la portada, de la cual hablaré ahora, tiene que ver mucho con la segunda parte de la saga), pero no podemos esperar escuchar algo así a estas alturas de la película, por muy bueno que sea este disco. Tampoco, si eres fan de la era Deris, te esperes un “Masters Of The Rings” o un “Time Of The Oath”, aunque haya indudables referencias. Este “Helloween”, hablando de un modo muy básico, suena fiel a toda una trayectoria, pero a grandes rasgos para abarcar un poco de todo.
Antes de empezar ya con el análisis “tema a tema” del álbum me gustaría resaltar el trabajo del artista israelí Eliran Kantor, quien ha trabajado para Testament, Sodom o Havok, y que pienso que se ha marcado, fácilmente, la mejor portada de la historia del grupo (no es que tuviera gran competencia), tal vez junto a la de la primera parte de “Keepers” o la del “Time Of The Oath”. En ella podemos encontrar numerosas referencias al grupo como un gran reloj (“A Little Time” y “Time Of The Oath”), ángeles (“Time Of The Oath”), anillos (“Master Of The Rings”, una trompeta (“Walls Of Jericho”) y un enorme primer plano en el que observamos la batalla entre el mismísimo Guardián de las Siete Llaves (que figuraba en las dos partes de Keepers o el “Time…”) y el Diablo, que es ese ser verde que está tratando de arrebatarle las llaves, al igual que sucedía en la portada de la segunda parte de “Keepers” (¿a que la mano era verde? Jejeje) y se referenciaba en la mítica canción homónima. Me parece un trabajo pictórico tremendo.
¡Cómo imponen esas guitarras que anuncian la llegada de “Out for the Glory”! Tras una introducción pausada y más dura, la tormenta cae sobre nosotros de la mano de un redoble de batería y unas veloces guitarras que, indudablemente, recuerdan a los gloriosos “Keepers” y más concretamente, a “March Of Time” y “Twilight Of The God”. El estribillo es caviar sonoro y funciona como un himno (dan ganas de llevarse la mano al pecho cada vez que suena. Y es que Kiske está absolutamente pletórico, pero también cada uno de los músicos, demostrando que están en un momento demasiado dulce a nivel compositivo y como grupo.
Unas guitarras acústicas abren con una aparente calma “Fear Of The Fallen” y su compositor, Andi Deris, emerge de la nada cantando con una belleza que hace presagiar que, en breve, se nos va a abalanzar como un tigre, algo que termina sucediendo no sin que antes las guitarras exploten con un riff veloz y con cierto sabor a los más recientes trabajos del grupo. Es ahí cuando los dos vocalistas comparten protagonismo (me encanta la manera en que uno canta la primera parte del estribillo para que sea el otro quien le dé continuidad con un agudo mayor) y la cosa solo va a más. Y es que ese estribillo es de los que sabes que en directo serán sinónimo de desmadre del respetable, como si de un clásico se tratara. Por cierto. Tremendo conjunto de solos que posee esta canción y que termina por hacerse gigante en su sección final, con Kai y Weikath tocando como Twin Guitars. Otra gozada.
“Best Time” rompe un poco con la dinámica que veníamos experimentando y nos regala un medio tiempo de guitarras muteadas, un estribillo que aspira también a ganarse la condición de himno y un enorme papelón de Kiske y Deris cantando las secciones principales de la canción, así como del bueno de Hansen que hace una pegajosa segunda voz en el chorus del corte. Estamos ante un corte más juguetón que pone de manifiesto las ganas de estos músicos por expandir sus horizontes sonoros lo máximo posible.
Markus Grosskopf siempre me ha parecido un bajista escandalosamente bueno y un responsable directo del sonido de Helloween. “Mass Pollution” es una de esas canciones donde el del pelo rizado se da gusto con las cuatro cuerdas golpeando el bajo para conformar un riff ganador sobre el que Deris tomará un mayor protagonismo en el micrófono y nos obsequiará con una canción más cercana a los Helloween modernos con una letra al más puro estilo “Rock And Roll Ain’t Noise Pollution” en la que nos deja claro que el Rock y el Metal se respetan. El estribillo es duro y afilado, de los más eléctricos de la producción.
Y es el turno de “Angels”, corte que presiento que generará una mayor división de opiniones por la ambición de su sonido. Sascha ha unido el estilo de Helloween con algunos arreglos más modernos y teatrales (la inclusión de un piano me parece un acierto tremendo porque permite a Kiske mostrar algunos registros más lentos y propios de su carrera solista). Si había alguna duda de lo bien que empastaban las voces de Andi y Michael, creo que esta canción se encargará de disiparlas. Es lógico que el seguidor más tradicional se decante por otras canciones de la obra, pero me parece que esta es una pieza que con las escuchas gana enteros y ganará adeptos.
La caña vuelve rápidamente con los primeros compases “Rise Without Chains”, un corte que me llamó más la atención con el paso de las escuchas (al principio no me transmitió tanto), aunque desde la primera sentí mucha atracción por el estribillo tan bello que posee en el que los registros van elevándose hasta derivar en un agudo de Kiske que me recuerda mucho al del “Eagle Fly Free”. Buena canción con un poco de sabor a Avantasia por momentos, pero con la mala hostia de Helloween.
Desde la primera vez que el vinilo con el single de “Skyfall” llegó a mis manos, el cual incluía de manera exclusiva el tema “Indestructible”, obra de nuestro querido Markus, sabía que este último iba a gustarme más con el paso de las escuchas. Y es que tras esa letra libertaria que pudo haber sido facturada por Hansen y ese puente-estribillo de primera división se esconde la esencia de los “Keepers” de los ochenta que cambiaron la forma de tocar Metal en Europa. Su riff principal es agresivo, así como las voces durante los versos, pero el mencionado puente-estribillo cambia las tornas y nos hace sentir en un himno contra la opresión como lo fue “Save Us”, por ejemplo.
Weikath vuelve a hacer gala de su sobrado estilo tras la guitarra y firma una composición magnánima llamada “Robot King” que, en pocas palabras, describiría como una patada en tu cara de Power Metal. Al escucharla siempre pienso en la era Deris y en discos como “Better Than Raw”. Andi Deris hace magia en los versos y Kiske seguirá su estela en un puente cargado de nasalidad antes de ambos explotar en uno de los mejores estribillos de todo el álbum. Un pequeño interludio permiten a Deris desmadrarse con sus screams y, seguidamente, los cinco músicos se marcan una de las mejores secciones instrumentales de toda la obra, con una base de bajo y batería incendiaria y un duelo de solos colosales, así como esos efectos de guitarras gemelas tan característicos de nuestros chicos. Una de las piezas claves del homónimo LP.
A mí me ha gustado bastante el estribillo de “Cyanide”, un corte que me recuerda a “Walls Of Jericho” por ese rollete más Judas Priest de las guitarras (o a los Gamma Ray también influidos por Halford y compañía). Recomiendo no escucharla justo después de la anterior pieza ya que, como sabes, las comparaciones son odiosas y, aunque esta mole, si la comparamos con la anterior nos da la sensación de que estamos ante una de las composiciones menos inspiradas del trabajo, cosa que hasta cierto punto es cierto, pero que no por ello pienso que sea floja.
Y una vez más mi adorado Weiki apuesta por volarnos la cabeza con una pieza cambiante y con ese ADN tan “calabacil” que nos encanta. “Down In The Dumps” abre de manera oriental, con una atmósfera completamente atípica antes de que Dani se caliente y abra fuego con la batería y volvamos al Power eléctrico de nuestros muchachos. El estribillo es oscuro como pocos en toda la discografía, cercano a los del “Dark Ride”. Un nuevo asalto de solos de altos vuelos irrumpe tras el segundo estribillo incluyendo, como punto fuerte, una pequeña parte coreada por los cantantes, quienes imitan el punteo de las tres guitarras, y que en directo sonaría monumental.
Unos segundos de una introducción instrumental llamada “Orbit” (nada que reseñar) y empieza el apocalipsis de Helloween. “Skyfall” es la pieza más ambiciosa de las calabazas en décadas, con 12 minutos de extensión que justifican la grandeza de una de las bandas más influyentes en la historia de nuestro subgénero y que resumen las diferentes etapas por las que ha pasado el grupo. El genio tras esta composición es Kai Hansen, uno de los padres de este grupo que se redime tras unos años menos fructíferos con Gamma Ray y factura una extensa epopeya sónica que no solo recordará a “Halloween” o “Keeper Of The Seven Keys”, sino a diferentes pasajes de las mejores canciones que este facturó con los GR. Por ejemplo, sobre el minuto cinco, que es una de mis partes favoritas de toda la canción, de hecho, hay una sección instrumental muy similar a la de “Razorblade Sigh” de los Ray.
“Skyfall” nos permite disfrutar de los tres vocalista, especialmente de Kiske y Deris, pero con un Kai muy valiente y cumplidor siempre (especialmente cuando le toca cantar en secciones más suaves), pero también de un omnipresente Markus que lleva todo el disco haciendo de las suyas y de ese trío de hachas (honor para Sascha, que no se amedrenta ante los dos colosos que le acompañan) que justifican, con el solo intermedio que emergerá tras un pequeño momento de exhibición por parte de Deris (¿habéis visto hasta dónde apura con su voz para cantar eso de “Onwards to the sky, the stars are bright, they'll shine forever on and on we fly, so far away”?), por qué considero a Kai y a Weiki una de las mejores duplas de guitarras de la historia. Invito a todos a ir más allá de la sobresaliente, aunque muy comprimida versión que lanzaron como single y disfrute de doce minutos de pura gloria musical, entre riffs, solos, agudos de los que quiebran cristales y unos teclados muy plausibles cortesía, por cierto, de un invitado muy especial como es Jens Johansson de Stratovarius. Directo al top de mejores canciones del grupo.
¿Se imaginan que ahora afirmara que “Helloween” es lo mejor que estos muchachos han sacado? Obviamente sería un error por mi parte ya que defiendo a muerte (siempre lo he hecho y siempre lo haré) que “Walls Of Jericho” y las partes 1 y 2 de los “Keepers”, son tres de las obras más influyentes que han existido en el Metal, así como también defiendo la grandeza de la mayor parte de las obras de Andi (especialmente el “Time of The Oath”, “Masters Of The Ring” y “Better Than Raw”). Pero esto no quita para, según mi perspectiva, considerar que el disco es de notable alto, que el regreso de Kiske y Hansen ha vuelto a sacar lo mejor de un grupo cuyos últimos discos tal vez sonaban algo menos inspirados a partir de canciones variadas y, finalmente, que son una banda acojonante como pocas. Os guste más o menos esta obra, lo importante ante todo es que han vuelto.
Michael Kiske: Voz
Andi Deris: Voz
Kai Hansen: Guitarra y voz
Michael Weikath: Guitarra
Sascha Gerstner: Guitarra
Markus Grosskopf: Bajo
Daniel Löble: Batería
Después de un año he…
Después de un año he decidido volver a escuchar este disco haber que sensaciones me da. En su día lo queme bastante porque lo tenía en el móvil y lo oía con los auriculares a todas horas.
Es un disco con canciones reconocibles pero que no acaba de explotar del todo, tiene canciones buenas pero que no dices "esto me ha volado la cabeza" como si lo hace en mi caso el " Time of the Oath" y el "Better than Raw". Y yo creo que parte de la culpa es de la producción que suena un tanto apagada, como si quisieran emular la producción de los "kepper".
Lo he escuchado entero y la última canción "Skyfall" casi la quito porque me estaba aburriendo un poco. No se que opinión tuve del disco entonces pero ahora me parece un buen disco tirando a regular.