
1. Ontwaakt (04:21)
2. A Wolf in My Heart (04:12)
3. Onverzetbaar (05:47)
4. Yngwaz zonen (02:51)
5. Britannia (04:39)
6. The Alliance (05:56)
7. Tiwaz (04:09)
8. Het oneindige woud (03:09)
9. Gungnir (05:36)
10. Woedend (04:06)
11. Het juk der tijd (04:51
*Bonus tracks*
12. Drink op de nacht (04:28)
13. Een wolf in mijn hart (04:12)
Desde hace varios años daba la impresión de que la banda de Folk Metal holandesa Heidevolk se había estancado creativamente hablando, tal y como atestiguaban sus últimos lanzamientos, desde un Batavi (2012) de unos escalones por debajo de obras anteriores hasta Velua (2015), el cual, en general, dejó unas impresiones que dejaron que desear, un trabajo del que una banda como Heidevolk podría haber dado mucho más de sí, desde luego más de lo que en realidad fue. Si ya Batavi presentaba signos preocupantes de agotamiento dentro de la fórmula, Velua padeció el síndrome de Amon Amarth, presentándonos a una banda musicalmente más perezosa, simplona y que iba a tiro hecho por las composiciones sencillas y el riff fácil.
Tres años después de su último lanzamiento, la banda lanza, el 12 de enero de 2018, su sexto álbum de estudio, Vuur van Verzet, disco que vuelve a ser un retrato de grandes historias de la mitología germana y que presenta a nuevo guitarrista (Kevin Storm) y cantante (Jacco de Wijs), quien con mucho gusto formará parte del dúo vocal con Lars NachtBraecker tras la salida de Mark Bockting en 2015.
La pregunta queda en el aire: ¿serían capaces Heidevolk de volver a producir un álbum digno de Walhalla wacht y Uit oude grond? Uno siempre tiene un poco de esperanza y desea que así sea, manteniéndose alerta y atento a los adelantos, tráilers, teasers y demás para saciar la curiosidad. El primer lengüetazo que se pudo dar de este Vuur van verzet vino de la mano del single Ontwaakt, una canción que, en primera instancia, repite los parámetros de los dos discos precedentes, presentándonos a unos Heidevolk bien desenvueltos musicalmente (y que se mueven bien con su recién estrenada formación), pero canción que, al fin y al cabo, no llega muy lejos, una composición sencilla que cumple a la hora de darnos la bienvenida a la temática mitológica y a los ambientes Folk que tanto les caracteriza, pero poco más.
La cosa mejora con el segundo single, A Wolf in My Heart (cantado íntegramente en inglés, para sorpresa), cuyo planteamiento tampoco supone un gran quebradero de cabeza, pero sí que agrada mucho más como el pedazo himno nórdico que es, con un sonido de violín que acompaña estupendamente a las guitarras y unos coros que complementan genuinamente al estribillo y que ayudan a propiciarle dinamismo al tema, como debe ser.
Sin ser gran cosa, esto va gustando por el momento, ya tenemos la energía y el alma vikinga metidos en el cuerpo. No obstante, la línea cambia (para mejor, por supuesto) a partir del tercer track, una Onverzetbaar en la que Heidevolk se sueltan muchísimo más, tiene un muy buen cuerpo de Folk Metal y un instrumental fantástico iniciado por los blast beats de Joost y finalizando con la guinda perfecta que supone un solo de guitarra virtuoso y melódico.
Yngwaz Zonen prosigue con todo un regalo para los sentidos. Al igual que Het bier zal weer vloeien, de su debut, es una pieza maestra apoyada en la ambientación, logradísima, si es que es cerrar los ojos y ya ser transportado a un drakkar navegante de los mares norteños, bajo la enseña rítmica del tambor y el canto imponente que le sigue.
Continúa el track list de la mano de dos grandes temas: Britannia (con los Heidevolk mostrando sin tapujos su lado más guerrero y épico) y The Alliance, grandiosa ésta última, una composición realmente elaborada y que lleva al oyente por muchos giros a lo largo de su duración. Sin duda estamos ante una de las mejores canciones que la banda ha compuesto en mucho tiempo (y encima con la colaboración de A.A. Nemtheanga, el vocalista de los irlandeses Primordial).
A su vez, Tiwaz nos sacude el corazón con una refriega directa y veloz cargada a doble bombo (Lars y Jacco muestran como nunca lo bien que se compenetran mutuamente en su canto tradicional) a la vez que contrasta con Het oneindige woud, track instrumental acústico que, cual mar en calma, avanza con una belleza sutil y pausada.
Gungnir, por otra parte, es otra de mis grandes favoritas, tan ecléctica como variada, al igual que intensa a la vez que dramática, alcanzando cotas verdaderamente asombrosas, aunque Woedend (Walhalla wacht en estado puro) tampoco anda exenta de su propia magia, albergando numerosos subidas y bajadas de ritmo y grandes momentos que distan mucho de quedarse atrás.
Het juk der tijd es la encargada de cerrar el álbum, un medio tiempo (que tampoco anda falto de subidas de tono) enraizado en una simbiosis limpia entre guitarras eléctricas y acústicas sostenidas por un telón bastante profundo, ideal para el desenlace que buscan Heidevolk en esta ocasión, sereno y melancólico, pero no por ello menos animado.
Para todo aquél que ande deseoso de más Heidevolk todavía quedan los dos bonus tracks: Drink op de nacht (una nostálgica canción de pub) y Een wolf in mijn hart, la versión de A Wolf in My Heart cantada en holandés.
Estos tres años de transición le han venido de maravilla a Heidevolk, no solo para reponer fuerzas (que lo necesitaban), sino para recuperar de manera digna todos los valores y aptitudes que constituyeron su nombre hace ya casi una década. Al final, Vuur van verzet es algo más que la recuperación de una racha, es, ante todo, el nacimiento del álbum más ambicioso y maduro de la banda hasta la fecha.
Igualmente, le queda un pequeño trecho para estar a la altura de Walhalla Wacht y Uit oude grond, pero, definitivamente, es todo lo que sus seguidores podrían pedir y más. Sin atisbo de duda que valga entra en el top 3 de su propio podio. Y la portada es otro puntal, obra del artista holandés Awik Balaian y la mejor de su discografía junto a la de Walhalla wacht.
Empezamos bien el año, sí señor. Los amantes del buen Folk Metal europeo están de suerte, pues Heidevolk vuelven potentes como nunca.
Cuatro cuernos, bajos pero merecidos (7.6/10), quedan para el retorno del sexteto.
Joost Vellenknotscher / Batería
Rowan Roodbaert / Bajo
Kevin Vruchtbaert / Guitarra
Lars NachtBraecker / Voz
Kevin Storm / Guitarra
Jacco de Wijs / Voz