This Heat - Deceit

Enviado por Kaleidoscope el Sáb, 10/11/2018 - 19:38
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1. Sleep (2:13)
2. Paper Hats (5:57)
3. Triumph (2:55)
4. S. P. Q. R. (3:26)
5. Cenotaph (4:35)
6. Shrink Wrap (1:40)
7. Radio Prague (2:21)
8. Makeshift Swahili (4:04)
9. Independence (3:39)
10. A New Kind of Water (4:57)
11. Hi Baku Shyo 被爆症 (Suffer Bomb Disease) (4:03)

Álbum completo

¿Acaso no es maravillosa la sensación interminable de seguir sorprendiéndote con la música? Podrán pasar 20, 30 o 40 años siendo melómano, pero siempre habrá algo que te haga abrir bien los oídos y ponerte la mandíbula por los suelos a la par que se te ponen los pelos de punta. Ese placer de buscar un sonido que rondaba por tu cabeza, pero que nunca habías podido dar con él es indescriptible, cuando sucede la emoción invade todo el cuerpo, la euforia estalla y las lágrimas de felicidad caen.

Para los que siempre buscamos cosas originales y verdaderamente creativas siempre es motivo de celebración conseguir una banda que no sabes identificar de dónde viene su sonido. Es una nueva travesía, un nuevo mundo que entra a través de nuestros tímpanos y el continúo combustible que nos mantiene escuchando música 24/7. Recuerdo cuando escuché por primera vez “Written in Waters” de los extraterrestres Ved Buens Ende y quedar atónito con su manera de entender el Black Metal: algo que nunca había visto y lo más sorprendente es que a la hora de buscar nexos con otras bandas del movimiento no conseguía ninguno. Pasaron los años y aquel “Written In Waters” seguía siendo una incógnita para mí, quería escuchar más de esas voces superpuestas disonantes que sonaban más macabras y retorcidas que cualquier disco de Mayhem. La búsqueda era estéril, no conseguía nada que me diera las mismas sensaciones de aquel disco, conseguí varios discos de Black Metal con influencias de Ved Buens Ende y, aunque eran muy buenos, estaban muy lejos de evocarme una cuarta parte del canto enfermizo de cisnes que reprodujeron los noruegos...hasta que, un día, conseguí lo que buscaba en donde menos lo esperaba y no solo eso, si no que superó mis expectativas a un punto tal que tranquilamente podría estar hablando de uno de los discos que más me ha impactado en la vida.

La búsqueda cesó cuando me topé con la imagen del collage más bizarro que he visto: una serie de fotografías conjuntas que parecían formar una especie de rostro desfigurado y sangrante, supuestamente formado de fotos de nubes de hongo (de explosiones nucleares), mapas, armas nucleares e imágenes de Ronald Reagan, Leonid Brezhnev y Nikita Khrushchev. Aquella portada me llamó poderosamente la atención y no precisamente viéndola en Youtube, sino en un vinilo que lamentablemente no pude comprar.

Luego de tener el artwork grabado en la sesera varios días y aquellas palabras “This Heat”, las cuales no sabía si era el nombre del álbum o de la banda, decidí buscar aquel álbum para echarle un oído. Al escuchar las primeras notas me quedé patidifuso: una especie de sonido de cinta reproducida en reversa se escuchaba, seguido de unas voces que me decían repetidamente que me fuera a dormir (sleep, sleep, sleep, go to sleep) y algo de fondo que sonaba a acordes orientales, como aquellos que grabaron los Beatles en el Sargento Pimienta. Inmediatamente la música conectó conmigo y al fijarme en la música del álbum, sobre todo en las voces, me di cuenta que, mis venerados Ved Buens Ende posiblemente no hayan sacado su sonido de la nada.

Era inquietante que un álbum, nada más empezar, te mande a dormir, como si me quisiera sumir bajo el efecto de hipnosis, pero cuando escuchas las letras en su totalidad te das cuenta que buscan todo lo contrario:

“You are now in a deep sleep
(In-store promises)
Endless possibilities
A life of ease
A life cocooned in a routine of food

(Stimulus and response!)
Softness is a thing called comfort
(It doesn't cost much to keep in touch)
We never forget you have a choice

Possibilities in store
A taste of paradise
Success on a plate for you
Endless promises

(Sleep, sleep, sleep, go to sleep)
Sleep, go to sleep
You are now in a deep sleep
Sleep, sleep, go to sleep
Sleep, go to sleep
You are now in a deep sleep”

No me querían mandar a dormir, ni hipnotizarme, sino más bien lo opuesto: me estaban diciendo que estaba en sueño profundo, que debo despertar ¿Quiénes son estos tipos? Fue lo que me pasó por la cabeza al terminar “Sleep”, una de las introducciones más raras y desconcertantes que haya oído jamás.

Al poco tiempo, con una cohesión extrañamente heterogénea y simultáneamente homogénea, seguía otra canción llamada “Paper Hats” y fue aquí donde directamente la mandíbula se me cayó entera al suelo y los escalofríos invadieron todo mi cuerpo.

Sentía que la canción hablaba directamente conmigo. Las primeras palabras pronunciadas eran “Well, what do we expect?” y en ese momento no sabía cómo demonios responder esa pregunta. Las voces sonaban como un coro de personas agonizantes, dando la sensación de escuchar las penurias de miles de almas que murieron en algún genocidio. Aquellas voces retorcidas de “Written in Waters” parecían cantos de Heidi por la pradera al lado. This Heat, en unos pocos segundos, lograron hacerme sentir desorientado y perturbado como ningún otro grupo lo había hecho y para ponerlos en contexto: todas estas emociones ocurrieron en 40 míseros segundos, pero es cuando escucho un alarido inigualable y descarnado cuando todo se va por la borda y mi cerebro se fríe por completo, me rompo por dentro y las lágrimas salen sin ninguna explicación. Repetidamente la canción me preguntaba si oía el sonido de las explosiones hasta un punto que llegué a escuchar una explosión. Después les tocó a los instrumentos hablar, las voces cesaban, una atmósfera inquietante se labraba y el momento de clímax llegó: la explosión sonó y no era el audio de una bomba nuclear, no, era un baquetazo que retumbaba como un disparo que para en seco al corazón, dando paso a uno de los performance de batería más impresionantes, apasionados e inquietantes de la historia de la música. Y es que pocas veces una batería sonó tan viva, pocas veces unas percusiones hablaron de esta forma...

Se estarán preguntando ¿Quiénes son estos tipos? This Heat fueron una banda inglesa de post-punk rock experimental progresivo que solo sacaron dos álbumes y dos EPs, material que fue más que suficiente como para dejar una huella enorme en el devenir de la música. This Heat fueron unos visionarios y unos activistas a través de su música no porque hayan denunciado la guerra y hayan criticado políticos como lo habían hecho ya miles de bandas, sino porque nadie lo hizo como ellos. En “Deceit” el mensaje es por momentos críptico en el apartado letrístico, pero es la música la que termina de completar el puzzle de una forma espeluznantemente inmersiva y realista.

Ponerse a describir la segunda y última placa de los ingleses es un ejercicio tan útil como regar una piedra esperando que crezca un árbol. Lo que contiene este plástico es indescriptible, es una experiencia que hay que vivir y entre menos sepas de ella mejor, y si estás leyendo este punto de la reseña te recomiendo que primero escuches el disco y luego leas la crítica.

Desmenuzar canción por canción “Deceit” es algo que tranquilamente se puede hacer y que todo el que escuche el álbum querrá hacer, pero pienso que es un proceso que debe hacer cada quién. Así que me limitaré a hacer una sinopsis del LP en vez de una descripción exhaustiva e innecesaria.

“Deceit” fue compuesto con un collage (al igual que la portada) de grabaciones improvisadas de la banda desde su nacimiento en 1976, variando la calidad de audio de varias grabaciones para crear una atmósfera nuclear, como si estuviésemos escuchando transmisiones de radio perdidas en Chernobyl, tranquilamente pudiera ser el soundtrack de la última y psicodélica parte de “Apocalypse Now”. Es impresionante cómo la banda pudo lograr de manera tan perfecta ese sonido añejo, de sótano, distante, desolador y misterioso con grabaciones propias de improvisaciones, la gran mayoría grabadas en un almacén refrigerado en desuso en una antigua fábrica de pastel de carne en Acre Lane, Brixton, Inglaterra. Habrá quién dirá que no tiene mérito juntar antiguas pistas y mezclarlas de esta forma, pero yo aquí veo un proceso de composición más complejo que el convencional y un resultado que más que excelente es absolutamente brillante, orgánico y nada rimbombante, demostrando que lo "progresivo" no está en los mil cambios que hagas o en la duración de las canciones, sino en la imaginación del músico, puesto que aquí ninguna pista sobrepasa los 6 minutos.

Este álbum es un disco que, si conecta un mínimo contigo, jamás lo soltarás y te aseguro que será una de las experiencias más inolvidables e intensas que presenciarás en la música y, créanme, no tengo la intención de venderle la moto a nadie, sino que creo fervientemente que este álbum es una de las paradas más especiales de la historia de la música.

Un viaje entre explosiones, fábricas desoladas, zonas radioactivas abandonadas, miles de almas en penuria y otras cosas que, simplemente, no tienen equivalente en palabras. De buenas a primeras no suena como algo agradable, ni a algo que quieras escuchar, mas esto es como ir a una de esas exposiciones sobre Auschwitz: uno sale más sensibilizado y diferente. “Deceit” es un álbum que despierta otra esfera más de sensibilización hacia la música, un disco que es más que un plástico que reproduce sonidos; es el sentimiento encarnado de unos músicos que no podían hacerse los ciegos con todo lo que estaba pasando a su alrededor. En un tiempo donde el ser humano es cada vez menos sensible, “Deceit” viene muy bien y no solo viene muy bien: es necesario.

Musicalmente esto deja absorto a cualquiera. Son apenas unos meses lo que lleva acompañándome este álbum (habiéndolo escuchado ya cientos y cientos de veces y no hiperbólicamente), pero es suficiente para saber que será uno de esos discos que me acompañará toda la vida y uno de esos célebres elepés que me llevaría a una isla desierta.

Un 10.00 que se lleva sin que me tiemble el pulso ni un pico-segundo. Escúchalo a la de ya porque, al menos una vez en tu vida, debes oírlo. Las palabras sobran...

Charles Hayward: voces, bajo guitarras, teclados, batería, música de cintas (grabaciones)
Gareth Williams: voces, bajo, teclados, música de cintas (grabaciones)
Charles Bullen: voces, clarinete, guitarras, batería, música de cintas (grabaciones)

Sello
Rough Trade