
1. Amputheatre - 01:12
2. Brazen Bull - 03:05
3. From One Ear to Another - 03:23
4. Necktie Party - 03:12
5. Blood Eagle - 03:32
6. Brodequin - 02:45
7. Maraschino Eyeballs - 03:11
8. Scaphism - 02:42
9. Death Hammer - 05:38
Hoy por hoy, en un mundo innegablemente globalizado, ignorar lo producido en oriente resultaría casi un delito. Desde los indómitos bosques vietnamitas hasta las caóticas ciudades de la India, a este lado milenario del mundo se vienen dando cosas sumamente interesantes. Lamentablemente, gran parte de la población en occidente pareciera haberle encontrado un gusto enfermizo en creer que más allá de sus narices no existe nada digno de ser tomado en cuenta. Y no hablo solamente en el aspecto musical; esta dinámica puede ser extrapolada a otros campos como la producción académica, cinematográfica o científica. Por ello, con miras a romper esa burbuja occidental, cumplo con presentarles una de las mejores producciones de este año. Al menos en lo que a brutal death metal se refiere, claro está. Así que avisados están.
Desde la abarrotada ciudad de Mumbai, capital de Maharashtra (India), llega el segundo trabajo discográfico de Gutslit, una de las grandes promesas de la movida de brutal death en oriente. Amputheatre, por su traducción forzada al español como anfiteatro de amputaciones, cae como un pesado cadáver dentro de la escena extrema. Un cadáver cuidadosamente desmembrado, dicho sea de paso. Pues como todo buen carnicero, la precisión de los cortes puede resultar todo un arte.
Ya desde un inicio nos recibe una hermosa portada trabajada por el mismísimo Eliran Kantor, artista que ha trabajado anteriormente para bandas de renombre como Testament, Sodom y Acrania. El cuadro parece ir en la línea del nombre del álbum: un anfiteatro lleno al estilo romano desde donde podemos ser testigos de abominables actos de tortura. Pan y circo que le dicen. En ese sentido, la apertura del álbum no es más que una instrumental homónima que pareciera ponernos en la piel del torturado camino al infame anfiteatro. No hay escapatoria para esta alma condenada a la muerte. Y en eso, “Brazen Bull” rompe con una velocidad endemoniada. Técnica sobresaliente, intensidad y una solidad composición. Resulta digno de resaltar la gran capacidad vocal del nuevo vocalista, Kaushal LS, quien combina adecuadamente guturales y pig-squeals muy bien ejecutados. Todo un orgullo indio el muchacho. “From One Ear To Another” continua en la misma línea, brindándonos una pieza cuidada a la perfección. Con alguna dosis del deathcore actual pero sin dejar de lado ese tronco tan sólido con raíces en bandas como Suffocation.
“Necktie Party”, la cuarta en la lista, pareciera demostrar que la técnica junto con el contenido sólido de las letras es un factor dominante en el disco. Otra canción corta pero muy bien trabajada. Mucha atención a los riffs de esta canción en especial. “Blood Eagle” y “Brodequin” siguen dejando caer partes cercenadas de este gran cadáver del que hablamos al inicio. Una voz en off en la primera canción advirtiéndonos: “Oh, yes… there will be blood”. Advertencia: para los estómagos no tan acostumbrados, ya la mitad el disco podría haberlos saciado con creces. Continuando con “Maraschino Eyeballs” el suplicio al condenado pareciera no tener fin. El bajo aplastante de Gurdip Singh Narang pareciera ser la metáfora perfecta de una enucleación ocular. Formidable.
Ya acercándonos al final del álbum, “Scaphism” resulta ser la canción más corta del álbum (si obviamos la instrumental del inicio). Sin embargo, menos de tres minutos pueden contener la dosis de violencia adecuada para engancharte y querer repetirla una y otra vez. “Death Hammer”, la última pieza del trabajo, condensa muy bien la energía mostrada en las anteriores canciones. Tanto la técnica como el contenido lírico se mantienen con una solidez admirable. Un disco formidable de principio a fin.
En resumidas cuentas, hemos sido testigos de uno de los trabajos mejor elaborados del año dentro de la escena extrema. Y quizás lo más sorpresivo sea el origen territorial de dicho trabajo. Composiciones sólidas, muy bien ejecutadas y con el grado adecuado de intensidad para los exigentes oyentes de la movida del (brutal) death metal, Amputheatre cumple con creces su objetivo. El balance perfecto entre el grindcore y un death metal mucho más clásico parece haber encontrado un hábitat en las convulsionadas calles de Mumbai. No hay pierde con este álbum. Resta estar más atentos a las novedades que puedan surgir de oriente.
Kaushal LS: Voz
Prateek Rajagopal: Guitarras
Gurdip Singh Narang: Bajo
Aaron Pinto: Batería