
1.Welcome to the Jungle
2.Sweet Child O’Mine
3.Paradise City
4.Patience
5.Don’t Cry
6.Live and Let Die
7.November Rain
8.Yesterdays
9.The Garden
10.Dead Horse
11.Garden of Eden
12.Estranged
13.Since I Don’t Have You
Es cierto que para gran parte de nuestra querida parroquia este material que les traigo a día de hoy puede dar pereza. No voy a ser yo quien lo niegue. Pero claro, colegas, cuando a uno le ha marcado tanto hasta el punto que asocia una etapa de su vida a él, pues entenderán que al menos le haga justicia comentando todo lo que supuso en mi persona. Y es que a veces el factor humano puede ser la clave entre encontrar un trabajo como algo del montón en unos, a ser venerado hasta la eternidad por otros. Solo por pequeños detalles que, en el momento en que se viven pueden parecer insignificantes, pero, a posteriori, uno se da cuenta que en verdad estaba viviendo una etapa fantástica. Sí, exacto, les hablo ni más ni menos de como un servidor empezó a introducirse en el mundo del rock (de hecho siempre me considero en constante instrucción). Son muchas las bandas a las que les debo este honor pues ya desde los diez años me empezaron a gustar cosas como The Who, Queen, Bob Dylan, The Beatles y, por encima de todos, The Rolling Stones, que me sabía un recopilatorio de turno de memoria (sí, claro, tampoco se empieza con “Aftermath”, cabrones). Pero siempre hay puntos de inflexión que marcan, y mucho.
Para mí fue sin duda el descubrimiento de tres formaciones la mar de diferentes que me supusieron avanzar un eslabón en éste nuestro querido rollo. Y aquí es donde conviene ponernos en situación. Allá por 2008 el que les escribe se encontraba en último año de escuela primaria justo antes de ir al instituto y, por aquel entonces estaba bastante de moda el mp3 de turno donde me grababa mis discos favoritos para los viajes, excursiones y lo que cojones hacíamos.
Pues bien el caso es que en una de estas movidas escolares que les cuento una de mis mejores amigas me sale con el puto mp3 robado de su hermano con un sinfín de bandas que, salvo Metallica (que los conocía de nombre y me la sudaban tres pepinos), no tenía ni puta idea de qué se trataban. Ese día mi amiga escogió tres obras para el trayecto. “Piece of Mind” de la Doncella, “Yo, Minoría Absoluta” de Extremoduro (que me gustaron un montón aún puede que sin enterarme del todo) y, la que me voló la cabeza por encima de todas, un recopilatorio de los Guns n’ Roses. Me flipó tanto la cosa que aun relaciono esos tres días fuera de Barcelona en un pueblucho del Pirineo a tales himnos de Axl, Slash, Duff, Izzy y Steve (los auténticos, vaya, aunque aparezcan también otros). Simplemente me obsesionó. No me podía sacar de la cabeza esas espectaculares piezas.
Pues bien, la obra de turno resultó ser este DVD que nos ocupa en el día de hoy. Se ve que al hermano le molaba tanto la combinación de temas del mismo que se los descargó e hizo su recopilatorio pirata particular. Hablamos ni más ni menos que de “Welcome to the Videos” que no dudé un puto segundo al volver a la ciudad condal de pillar. Cómo me chiflaba. No os lo podéis llegar a imaginar. Y es que coñas a parte se trata de un material de primera. Un repaso espectacular por su discografía que no puede dejar indiferente a nadie. Como olvidar al darle play por primera vez todo lo que mi yo de once años de mierda llegó a ver. Joder, crecí de golpe, colegas. No daba crédito de que estaba pasando en la pantalla. Claro que no era un ingenuo ni nada por el estilo (bueno puede que un poco…), pero es que los Guns eran sencillamente inigualables. Me fascinó esa estética, esa transgresión, esa imagen de demacración y excesos, era rock en vena…directo a la yugular.
Joder, si lo trillé tanto que no me duró ni dos años la versión que, por cierto, aún conservo pues le tengo un cariño eterno y no me desharía de ella por nada en el mundo. Trece himnos de la banda con sus respectivos videoclips que me los tomaba a modo de historia y me sabía de memoria cada maldito momento. Todo era nuevo, mágico, y al fin y al cabo solo el principio de mi toma de contacto con una banda de la que he agotado ya todo lo que se pueda gastar. Qué pena que después de verlos en mi ciudad sufriera uno de los más grandes batacazos (por no decir el que más) de mi vida como melómano, pero es que en ese preciso instante en mi sofá, mi refresco y a solas con los Guns era absolutamente inigualable. Vale que los Maiden me cautivaron como pocos , que la música y la lírica de Robe me vició al momento y aun no me he desprendido de él...pero es que con los gunners hubo un plus. Un no sé qué que no existen palabras para explicar, que solo los que hayáis experimentado algo por el estilo (sea con ellos o con otros) -que seguro que sí-, lo podréis entender.
Y claro, mis queridos lectores, a estas alturas de la película lo que encontramos dentro no necesita presentación alguna. Ya sabemos a fecha de hoy a lo que vamos si recurrimos a él. Debo confesar que no lo he rescatado en motivo de esta reseña. NO hace falta. Mis sentimientos hacia él se mantienen intactos con el paso de los años. Lo recuerdo todo como si fuera ayer. Ya me decepcionaron una vez, y no quiero que se repita. Me está bien como está. Un recuerdo absolutamente perfecto, bonito como pocos tengo en esta vida, ligado a una de mis mejores amistades que he tenido en esta vida. Con todo esto, van a comprender que uno no haya querido tomar riesgos. Pero vaya, qué les voy a decir. Trece videoclips que repasan su carrera hasta “The Spaghetti Incident?”, sobretodo centrados en “Appetite for Destruction” y los “Use Your Illusion”.
Temas que han devenido ya clásicos del rock por derecho propio de los cuales siempre destacaré por encima de todos tres. “Welcome to the Jungle” por ser lo primero que escuché de ellos, por volarme la cabeza y dejarla hecha trizas. Por no entender una mierda de qué iba la película, pero flipar con esos Guns jovenzuelos que lucían de forma espectacular. Simplemente un inicio demoledor. Pero realmente la que me fascinó más por aquel entonces es la inigualable “Don’t Cry”. Aún me emociono cuando la oigo por la radio. Con esa canción un escalofrío recorre siempre mi cuerpo y me deja completamente helado. Me chocó como esos degenerados sin freno supieron también parir piezas como ésa. Y es que el tema de las baladas me cautivó de tal forma que de ahí empecé a investigar ese inquietante contraste entre transgresión, agresividad y demás con todo lo que me transmitían esas canciones que hacía propias de otros géneros musicales.
Aún así cada vez que ponía el DVD de marras lo que esperaba realmente era la tercera en mi ranking particular. Lo de “November Rain” sencillamente es de otro mundo. Sonará a topicazo. Tema escuchado hasta la saciedad (como “Sweet Child O’Mine, por ejemplo), pero es que me da absolutamente igual. Seguramente (qué digo, seguro) la mejor composición de la carrera de los californianos, y una de las mejores de la historia del rock. Así de claro y sencillo. No se me ocurre otra forma de valorarla. Y no os negaré que la primera vez me dejó absolutamente igual. Pero nada, colegas, fue la empanada que uno debía llevar, porque me redimí en nada. Si no la he escuchado y visualizado mil veces no lo he hecho nunca. Ese videoclip es oro puro. Una trama oscura, con aires deprimentes, grabada de forma magnífica. Historia viva, tíos.
Y qué decir de otras como “Sweet Child O’Mine”, “Paradise City” o “Patience”...pues que sencillamente no podían faltar a la cita. Clásicos donde los haya y canciones vitales para el devenir de mis futuros gustos musicales. Solo puedo que agradecerles el hecho de haber sido una parte tan importante en mi formación.
El problema pero aquí radica en la evolución de las cosas. No pretendo con esto parecer un nostálgico de los de cualquier tiempo pasado fue mejor (pues no lo soy ni de coña). Pero sí que les diré una cosa. Esta bonita época de descubrimiento en lo que todo era lo más se fue al garete al poco tiempo. Al cabo de poco pudimos asistir a la gira del “Chinese Democracy” y el resultado fue nefasto. Seguidamente fuimos al instituto y, en un santiamén, mi amiga pasó olímpicamente de todas estas movidas de colgados melenudos. Una auténtica mierda.
Mis Guns, o mejor dicho, el puto Axl Rose, fue un fracaso en toda regla. Me abstendré de comentar más al respecto pero al cabo de los años he podido comprender que eso solo era una parodia la cual no hace falta valorar. Y mi amiga , pues ya no lo era tanto por el hecho que sudó de lo que nos unía. Nada pues, tampoco hace falta hacer un drama del asunto. “Welcome to the Videos” se queda como lo que es. Un documento espléndido de una de las mejores bandas de rock de la historia, así como uno de los mejores recuerdos que guardo de este nuestro rollo de nombre rock.
DO YOU KNOW WHERE YOU ARE!?
Axl Rose: Voz principal, guitarra acústica y piano
Izzy Stradlin: Guitarra rítmica y coros
Duff McKagan: Bajo y coros
Saul “Slash” Hudson: Guitarra solista
Steven Adler: batería y percusión
Matt Sorum: Batería, percusiones
Dizzy Reed: Piano, teclados, percusiones
Gilby Clarke: Guitarra rítmica, guitarra acústica, segunda voz