
1. Dirty Letter
2. Emotional Audit
3. Let It Go
4. Foot to the Floor
5. Heart Donation
6. I Wanna Know
7. No Regrets
8. Expectations
9. Top of the World
10. Mess with Love
11. You Fed Me Lies
Poco os puedo contar de los Green Dollar Colour. Llegué hasta ellos ojeando uno de esos catálogos de discos de rock/metal que hasta hace no tantos años te mandaban mensualmente a casa sin ningún coste. Estábamos en 2005, y aunque las ventas de música en cualquier formato físico ya había caído de manera preocupante, todavía podía llegar a ser rentable. Pocos años después esta industria se derrumbaría por completo y, a día de hoy y desde hace ya unos cuantos años, creo que en algunas ciudades españolas no queda ni un solo sitio especializad donde comprar música, más allá de las novedades del universo pop (y sin mucho donde elegir tampoco).
Pero como esto lo sabéis todos, voy a lo importante; que Green Dollar Colours resultaron ser un gran acierto, y digo acierto porque lo compré a ciegas (algo que me encanta hasta cierto punto y que hace algunos años todavía era justificable), y porque no siempre acerté tan de satisfactoriamente...
En este caso, tan solo guiado por una escueta descripción donde les ponían la etiqueta de hard rock, algunas de sus influencias (que más adelante irán saliendo) y unos cuantos halagos que no siempre se ajustaban a la realidad.
El caso es que la banda, formada por un guitarrista francés, Anthony De Lemos, y un vocalista australiano, Lex Koritni, comenzó su corta andadura en 2002, grabando en 2004 su primera demo, la cual gozó de buenas críticas e incluso fue nombrada en su momento 'demo del mes' por la revista Rock Hard.
Ya en 2005 dieron forma a su primer y, por desgracia, único trabajo, que es el que os propongo en esta reseña. Un disco que produjeron ellos mismos pero que fue mezclado nada menos que por Mike Fraser (Aerosmith, Van Halen, AC/DC... casi nada) y masterizado por el también reconocido George Marino (Metallica, GN'R...). No se cómo se las arreglaron para conseguir esto, pero desde luego, eso explica en parte el resultado final en cuanto a sonido se refiere, es decir, suena de lujo.
¿Qué pasó después? Ni idea, la verdad. No he conseguido seguirles la pista por ningún lado. Sólo se que me resulta frustrante y difícil entender que no continuaran tras este prometedor debut que merece mucho la pena y que me pongo ya a destripar.
Abriendo tenemos Dirty Letter, que comienza con un ritmo que pone de primeras las cartas sobre la mesa; hard rock de sabor añejo, con mucho del blues sucio de aquellos primeros setenta que empezaron a dar la forma definitiva del que sería, posiblemente, el lado más exitoso del rock. La voz de Lex Koritni le va como anillo al dedo.
Emotional Audit sigue por los mismos derroteros, con su exquisito riff trasladándonos instantáneamente a 1975, y su elegante y escueto solo cargado de buen gusto y dejando respirar a la guitarra, como si fuera Bill Gibbons el que la lleva colgada al hombro.
El estribillo de Let It Go es genial, y redondea otro tema sobresaliente, donde los músicos no abusan de florituras innecesarias (o no) y trabajan solamente para la canción.
A estas alturas es imposible no pensar que estemos, al menos, ante un muy buen disco de hard rock clásico.
Un break de batería abre el cuarto tema, Foot To The Floor, mientras el potente riff de guitarra conduce el tema hasta desembocar en un muy logrado estribillo. En este tema y algún otro donde suenan más modernos (no sé si ese término es el correcto) se acercan bastante a la propuesta de los Black Stone Cherry, para que os hagáis una idea, más o menos.
Y entonces llega Heart Donation, que solo necesita mostrarnos sus versos para dejarnos satisfechos entre guitarra de corte más moderno en esta ocasión y un estribillo armado de potencia. Lex Koritni, vocalista principal de la banda, se encarga esta vez de la guitarra solista, y lo hace con resultados más que satisfactorios.
I wanna Know es el primer tema que carga con la sensación de 'verso repetido', sin que ello signifique que sea malo, pero sí que no alcanza el brillo que hubiera conseguido en posiciones más adelantadas en el track list. Pero la parte buena es que tanto el estribillo como el puente hacia el solo siguen a un nivel muy alto. ¿y el solo? Pues cortita y al pie. Poco riesgo pero funciona de maravilla.
¿Podrá el disco recuperar el nivelón de sus primeros temas? Rotundamente sí. No Regrets es un temazo, uno de los mejores del lote. El riff, y todo el trabajo de guitarras (incluyendo uno de los mejores solos del plástico) es como si los Aerosmith del 77 (Draw The Line) y Ted Nugent hubieran estado componiendo algo juntos y les hubiera salido esta joya. Incluso la batería (enorme Gordon Rytmeister) me trae a la mente al mítico Joey Kramer y su protagonismo en al sombra.
Si este tema no te hace al menos mover el pie... lo tuyo no es el rock.
No logra mantener el nivel Expectations, simplemente porque la tarea se presentaba muy compleja. Sin embargo, no se trata de relleno, se trata de otro muy buen tema, solo que, sobretodo las lineas vocales no consiguen sorprender en esta ocasión. Tranquilo, si te está gustando el disco, no creo que pases ninguna.
¿Recordáis a los americanos Nickelback? Pues si cambias su ramalazo más metalero (y mainstream) por uno de rock setentero ya lo tienes; eso es Top Of The World.
El dulce el estribillo disfraza la canción de hit radiofónico... hasta cierto punto.
No me canso de destacar lo bien trabajadas que están las guitarras a lo largo de todo el trabajo; riff con groove y elegancia, y olor al had rock más cercano al blues; suena a Jeff Beck, suena a Johnny Winter, a Joe Perry, a Jimmy Page... suena a puro Rock and roll, que se dice fácil, pero que pocas bandas han logrado algo tan bueno en estos últimos quince años. Curiosamente, Lex vuelve a tomar el mando de la guitarra solista y vuelve a hacerlo de manera magistral.
Mess With Love sube la velocidad y se agradece, de hecho, sin estar entre los tres o cuatro mejores temas del cd se recibe con alegría. La parte intermedia donde parecen amenazar con una especie de jam que al final se queda corta, vuelve a traerme a la mente muchas de las bandas que me hicieron adicto a este rollo.
Creo que esta canción debería haber estado entre las primeras, y también creo que le faltó un pelín de agresividad para subir de nivel.
Solo falta echar el cierre, y aunque You Fed Me Lies ciertamente acusa bastante la repetición de patrones. Se disfruta sin ninguna duda, e incluso ese puntito de rabia en el estribillo, y la variación del mismo en la parte final se convierten en lo más destacado de otro buen track (uno más).
¿Lo mejor? Pues que es un gran disco sobrado. Quien escribe esto lo situaría bastante arriba si tuviera que escoger unos cuantos discos de hard rock clásico grabados en este siglo por bandas nuevas, algo que no abunda desde mi punto de vista, llegando a haber un exceso de bandas que tratan de emular la parte 'tranquila' o ecléctica de Led Zeppelin, y que olvidan hacer temas directos y agresivos cargados de riffs bestiales como también hiciera la banda de Jimmy Page y compañía, algo que incluso diría que les cierra las puertas de los seguidores más hard/heavy, esos mismos que, sin embargo, aman el legado de los británicos. Al menos, así lo veo yo...
¿Lo menos bueno? Pues seguramente que, a pesar de unos instrumentistas fabulosos que transmiten un feeling brutal, creo que un par de temas más rápidos y agresivos hubieran hecho de este disco una verdadera joya.
Nota: Aunque depende del día... no creo que bajara del 7'5, ni que subiera mas allá del 8/8'25.
Lex Koritni - Vocalista (solos en Heart Donation y Top of the world)
Anthony De Lemos - Guitarra y bajo
Gordon Rytmeister - Batería