Gorgoroth - Quantos Possunt Ad Satanitatem Trahunt

Enviado por Hammer el Mar, 02/03/2010 - 02:12
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1. Aneuthanasia (02:19)
2. Prayer (03:33)
3. Rebirth (06:34)
4. Builing A Man (03:23)
5. New Breed (05:29)
6. Cleansing Fire (03:13)
7. Human Sacrifice (03:46)
8. Satan-Prometheus (05:37)
9. Introibo ad Alatare Satanas (00:53)

―Después de mucho cavilar este caso ―balbucea el juez ―, he decidido que los derechos del nombre Gorgoroth (marca registrada, señores) desde este momento son propiedad del señor Infernus.

―Gracias a Dios ― musita Infernus con una sonrisa―, estaba segurísimo que la justicia en Noruega era justa.

― ¡Por el mismísimo Satán! ― gritan Gaahl y King ov Hell ―, no puede ser posible que le dé los derechos a este sujeto, nosotros somos mucho mejores que el, ya que conocemos realmente la luz de Satanás.

―Cállese caballero―dice el juez―, no pueden ser dueños de Gorgoroth, ¿no se da cuenta que el señor Infernus es el único miembro fundador de la banda?

―Pues no me importa, porque ya tengo una nueva banda llamada "The Force Gorgoroth".

―No sea payaso caballero, no puede utilizar la palabra Gorgoroth en ningún momento desde ahora, tamaña estupidez, con tantos nombre disponibles y usted sigue repartiendo caña por ese nombre.

―Pues tampoco me importa eso ―exclama Gaahl al borde del llanto ―, ya veremos cómo me las arreglo, además la música no es mi trabajo, para que lo sepa, también tengo contratos con reconocidas marcas de ropa locales; vámonos King, esto se ha terminado.

―Si señor, vámonos de aquí.

Pues bien, es curioso pensar cómo los integrantes de una banda realmente macabra como lo es Gorgoroth pudieron terminar en los tribunales disputándose el nombre del grupo, al mejor estilo de Guns N’ Roses. Sí, es realmente difícil de creérselo pero eso pasó hace un par de años. King ov Hell y Gaahl perdieron y el nombre de la banda quedó a manos de Infernus, siendo este el líder y único miembro original de la banda actualmente.

Después de ese irregular álbum llamado Ad Majorem Sathanas Gloriam, la banda noruega vuelve a sus andanzas con Quantos Pussunt Ad Satanitatem Trahunt (el arduo proceso de memorizar la escritura correcta del titulo de este álbum tarda entre una y dos semanas dependiendo del interés mostrado en su aprendizaje), un trabajo muy bueno diría yo, con mucho jugo, técnica, y por supuesto, caña por doquier.

La producción es impecable, para los que tenían curiosidad y anhelo de escuchar a Gorgoroth sin parecer alaridos de cuarto de baño, pues están de suerte porque Infernus y el nuevo baterista de la banda; Tomas Asklund (ex miembro de Dissection), han escupido un trabajo bastante bueno a lo que producción se refiere, con cada nota puesta en su lugar y cada efecto montado donde debe estar. Incluso la portada es genial (si, muchos dicen que es una mierda, pero va más allá), ya sabemos que una de las características del Black Metal es el misterio y otra es la sencillez, y es esto; lo que se puede observar en tan solo un cráneo humano.

Además de Asklund, también han regresado y entrado a la banda algunos conocidos en la escena extrema, no solo de Noruega, sino mundial. Lo digo por la sorpresiva adquisición de la banda, se trata de un bajista que se hace llamar Bøddel (bonito pseudónimo que en nuestra lengua madre viene a ser ”verdugo”), que no es Noruego y nunca había tocado en una banda de Black Metal, no es nadie más que el legendariamente popular bajista de Obituary, el señor Frank Watkins, aun me pregunto cómo Frankie pudo aceptar la oferta de integrar a Gorgoroth (con apodo incluido), pero no le hace ningún mal, porque como muchos saben, Frank es un genio.

Los otros viejos conocidos que regresaron a la banda son el brutal Pest, vocalista de antaño, y el genial Tormentor, hacha rápida y técnica, que a pesar de no tocar una sola nota en este disco es ahora miembro oficial del grupo.

Pues bien, con un grupo totalmente reformado y dispuesto a matar, es imposible decepcionarse, y al menos por mi parte he sentido este disco un clásico moderno del metal negro, porque sinceramente lo tiene todo para serlo; aunque advierto desde este momento, que a pesar de ser un disco muy pesado e igualmente oscuro, tiene melodías geniales, melancólicas y de una talla enorme, espero que los fans más acérrimos no se ofendan por un par de escalas progresivas que han metido los muchachos en este álbum.

Ahora si a lo que nos interesa; el disco empieza con Aneuthanasia, canción que ya venían tocando en vivo un tiempo antes de publicar el álbum, esta canción, es sin duda un buen comienzo y un excelente augurio para poder predecir lo que se nos viene encima. Los fuertes acordes de Infernus y compañía son las cornetas de entrada para Pest, que desde el inicio maneja unos versos prudentes, uniformes al compás lento de la música inicialmente. Pero esta extraña calma dura poco, porque al finalizar el primer minuto, las guitarras escupen un temerario riff, una gran composición que es seguida rápidamente por un buen berrido de Pest y los blast beats de Asklund, esta sección desenlaza una especie de puente, perfecto para finalizar con los últimos versos de Pest.

El segundo corte del disco es la melancólica Prayer, una canción grandiosa que sin duda me recuerda a aquel himno metálico que es Funeral Procession, canción de culto de Gorgoroth, perteneciente a su también disco de culto, el inmortal Under The Sign of Hell de 1997. Pues sí, Prayer es una composición brutal pero aun así no pierde en ningún momento la armonía ni la melodía, el doble bombo de Asklund marca por su sobriedad y un domesticado Pest hipnotiza con sus versos. Son memorables las guitarras hacia la mitad de la canción, con esos sucios arpegios y ese bajo bastante sonoro del señor Watkins, sin duda las composiciones de Gorgoroth han madurado mucho.

Después de la enigmática y calmada Prayer (entiéndase calmada para Gorgoroth, estoy seguro que si mi mamá escucha Prayer no pensará lo mismo) sigue la tercera y más larga pista del álbum, se trata de Rebirth, una canción que sigue con la armonía prudente de su antecesora, siendo poseedora de unos inquietantes pasajes en bajo y de una controlada y convincente batería. Hacia el minuto y medio, Asklund arremete con sus bombos creando una atmosfera totalmente devastada por soledad y herejía. También debo destacar a Pest, que a pesar de ser un cantante brutal y muy agresivo, puede fácilmente esconder su faceta bestial y acomodarse en una situación más sobria y armónica, eso se puede escuchar fácilmente en Rebirth, una composición novedosa pero no mala de estos reformados Gorgoroth.

Para acallar la sucesiva calma de Prayer y Rebirth, viene una pista que aun a estas alturas del paseo puede causar revuelo mayor en mis pensamientos. Es Builing A Man, canción que hasta por el titulo me causa algo que no se puede explicar en mis entrañas. Pues bien, la canción inicia con un caos total en la instrumentación, hasta silenciarse todo y llegar a la base principal de la canción. De nuevo un agresivo Pest nos recibe, acomodado ahora, para un tiempo acelerado y caótico, hacia la mitad del tema un pasaje infernal se libera, comandado por un riff armónico que el señor Infernus comparte con su hinchada. La batería de Tomas se ensaña con unos blast beats secos y organizados, perfectos para la ocasión, también se rescatan sus repentinos cortes y redobles, que hasta el final de la canción retumban en nuestras mentes.

Pero aquí no hay descanso, porque sin mayor demora llega New Breed, que como su nombre me sugiere, es el inicio de una nueva casta en Gorgoroth, comandada como siempre por Infernus, pero resguardada por una nueva legión de músicos, todos dispuestos a hacer quedar el nombre por el que Infernus peleó en los tribunales, en un lugar muy alto.

Me gusta mucho New Breed, porque es un tema bastante extraño y misterioso, solo hay que escuchar su mórbida introducción para confirmar lo que estoy asegurando. El calmado compás se ve ultrajado más adelante por unas guitarras que recorren diabólicamente el mástil con un poderoso slide, este curioso pasaje guitarrístico se transforma al instante en un buen riff que es resguardado desde ahora con la batería de Asklund que a manera de procesión, utiliza de una manera precisa sus dotes como baterista extremo. Así se van alternado estos pasajes musicales, desde los mórbidos slides hasta los negros episodios liberados en la mitad de la canción, cuando de nuevo Tomas arremete a su par de bombos y deja libres a unas frías guitarras infernales que son hospedadas en la máxima de las oscuridades, grandioso tema, si señor.

Cleansing Fire es la sexta pista de Quantos, se caracteriza por su moderada sucesión de ligados, y su desmembrante doble bombo a manos de Asklund, la calidad impera en este tema, que tambien posee grandes pasajes de bajo, siempre base de los poderosos riffs de infernus; claros herederos del patriarca máximo del Black Metal, Euronymous.

Eso he sentido en este álbum, que la influencia de Aarseth ha llegado a un nivel muy alto en la mente de Infernus, que sabe llevar bien la situación y puede lograr un perfecto equilibrio entre sus influencias y el propio estilo que ha tocado por ya veinte largos años.

La séptima canción de este disco de larga duración es Human Sacrifice, pista cuyo inicio es caña pura, que no dura mucho, porque velozmente se ve reemplazada por pasajes totalmente técnicos y con influencias bastante progresivas. En este tema Asklund se luce, logra unas melodías geniales en sus tambores, perfectos para las guitarras gordas de Infernus y los cortantes riffs de bajo del americano Frankie.

Ya vamos llegando al final, la pista octava es Satan-Prometheus, una pista cañerísima pero muy melódica a la vez, aquí se escucha el esplendor de la banda, el esplendor de Asklund y por supuesto; el esplendor de Infernus, que realmente ha logrado sorprenderme en este trabajo, este ser es capaz de crear riffs muy macabros sí, pero con su ingrediente armónico/progresivo, esto es genial. Es genial también Pest, que como les decía entes puede acomodarse a cualquier estado de animo y estilo, y aquí lo demuestra muy bien, cantando al estilo gregoriano. Fenomenal forma de dar terminación a un álbum que como ellos mismos dicen, es un renacer.

La ultima pista es nada mas que un Outro, metálico y siniestro llamado Introibo ad Alatare Satanas, es curioso, porque el riff de este tema suena realmente Sabbathico, si cierran los ojos y alejan su mente de todo, pueden pensar que el compositor es Tony Iommi, ahora sí, fantástica forma de finalizar un gran trabajo de Black Metal Moderno.

Hay que ver que este es un disco realmente melódico y muy progresivo, difiere bastante en muchos aspectos de la discografía clásica de la banda, pero aun así me ha gustado mucho, y al parecer a la critica especializada también. Le doy cuatro cuernos a secas, ya que su corta duración es su punto más débil, creo que todos nos quedamos con ganas de escuchar más temas, y por supuesto, escuchar mucha más caña por parte de los nuevos Gorgoroth, bienvenido sea de nuevo Pest, gran vocalista, bienvenido el señor Frank Watkins (ahora sabemos que para el Black también es un monstruo), bienvenido Tormentor y bienvenido Tomas Asklund, que ahora hace parte de mi salón de la fama de los bateristas extremos.

Por eso, creo yo, que lo mejor que le pudo pasar a Gorgoroth, es que Gaahl se haya largado. Así de simple.

Pest: Voces
Infernus: Guitarras
Bøddel: Bajo
Tomas Asklund: Batería

Sello
Regain Records