
1. Bullet Ride
2. Embody the Invisible
3. Jotun
4. Food for the Gods
5. Moonshield
6. Clayman
7. Swim
8. Behind Space
9. Only for the Weak
10. Gyroscope
11. Scorn
12. Ordinary Story
13. Pinball Map
14. Colony
15. Episode 666
Justo después de la edición del moloncete, y criticado, "Clayman", In Flames, el combo sueco liderado por Anders Friden y Jesper Strömblad, tenía que mover ficha, hacerse más grande, llegar a más gente. Expandirse, vaya. Era el momento de In Flames. De eso no había ni la más mísera duda.
Desde que debutaron, y hasta el preciso momento en el que nos hayamos (2001, año de nuestro señor) la banda no había hecho más que crecer y crecer, experimentando con su sonido, tan Death como melódico y "alternativete", llegando a un estatus de lo más envidiable. No en vano, la banda era, en ese momento, totalmente intocable. Llenazos absolutos allí donde pisaban, shows estóicos y enérgicos, ventas de puta madre...en fín, que los muchachos no se podían quejar. Todo había sido ascendente en el reino de In Flames. Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, la banda fue escalando posiciones, dejando a muchos compañeretes generacionales como meros secundarios. In Flames eran los protagonistas totales, y "The Tokyo Showdown", se suponía, iba a ser el "Oscar" de la Academia, la guinda al pastel, el sello a un ciclo fantástico, dónde innovación, garra, feeling y caña, se dieron la mano, y de qué manera. O eso se suponía. In Flames grababan un "Live", en Japón, como los grandes. Y todos sus seguidores, almenos los que babeábamos con la idea de tener nuestro "Live After Death Inflamerístico", ya andábamos con el pantalón a punto de quedar hecho unos zorros. Poco suena tan "orgásmatico" como la promesa de un feroz directo de los suecos.
Una portada bien maja, con el "escudo-bichejo-logo" del combo (esa cara de "joputa" es impagable, puro "Critters") y centrado entre dos banderas (la de Suecia y la de Japón, lugar dónde se les iba a dar el "Oscar") nos llama, y mucho, la atención. Siempre, almenos hasta el momento, las portadas de In Flames estaban mega-bien paridas, con un sello, elegante-oscurote, que le quedaba a todo de vicio, y, ahora, a puntito de grabar su directo de marras, la portada no podía decepcionar. Me gusta mucho. Ahí, de buenas a primeras, ya me la dieron con queso, y pagué. Una portada así, que me recuerda bastante a la del "Alive in Athens", de mis estimados Iced Earth, me tiró mucho. Anzuelo tragado, y hasta el fondo. Se apagan las luces, los "japos" se desgañitan y el olorcillo a sobaco nipón marea al más pintado. Ideal. Todos los shows son iguales. En cualquier parte del puto globo. Siempre se te pone alguien delante, de medio metro más que tú, con un tufillo poderoso y una melena que te tapa medio escenario. Apartamos al "Ryu" de turno, nos ponemos en primera fila y empezamos a unirnos al griterio "amarillo". In Flames ya están aquí...
"Bullet Ride", casi sin intro, y lanzada, de buenas a primeras, sin ni siquiera calentar el ambiente, suena como apagada, con una potencia inexistente en las guitarras, muy apagadas, por cierto, y con un Friden que, pese a ser, cuando quiere, uno de los mejores vocalistas extremos, y tener un sello bestialmente molón, aquí, desgraciadamente, no cumple una mierda. Joder, el tema, en disco, es un cañón total, pero en el "Live" de marras, parece como ralentizado, carente de garra (que no de técnica). Ufff, primer temita del show y nos quedamos igual.
"Embody the Invisible", "Jotun", "Food for the Gods", "Moonshield", "Clayman", "Swin", "Behind Space", "Only for the Weak", "Gyroscope", "Scorn", "Ordinary Story",que son, en sus discos de origen, composiciones enormes, con un tallaje portentoso, con mucha "chicha" abrasiva, y con un trabajazo en las guitarras que es de puro alucine, nos suenan aquí tan carentes de vida, y de alma, como el jodido conde Drácula. In Flames lo tienen jodido con éste directo. O bien están teniendo una mala noche, poco inspirada, o bien el P.A es una puta mierda. Nada suena como tiene que sonar. Nada. La batería no tiene pegada, las guitarras parece que estén a cinco minutos de rendirse y morir para siempre, todo suena embarullado, sucio, en el peor término posible, y poco compacto. No sé qué pasa con el show, pero, en honor a la verdad, he visto orquestas de pueblo con más calor eléctrico (y eso que lo que tocan es material del jodido Julio Iglesias). Los reyes de la intensidad "melódico-cañera" suenan, en "The Tokyo Showdown", a pura mierda de troll. Si comparas sus temas de estudio con lo que están haciendo sonar, como poco, te echarás unas buenas risas. O unas lágrimas, si eres todo un dévoto del sonido "llameante". Años luz, millones de años luz, separan a los In Flames que todos conocemos de los que estamos conociendo ahora. Bochorno total. No sé si es que el tour está durando mucho o es que hemos pillado a todos los miembros del grupo con gripe, y de la bestia.
"Pinball Map", "Colony" y "Episode 666" (mi tema predilecto, y por siempre, del combazo), acaban el show, y de la misma manera, cansadota y apática. El público apenas participa, se oye poco, y, la verdad, vivir un directo para no oir el griterio, y, encima, que la cosa suene a cascajo, pues como que me toca, y mucho, los cojones. Y más, viniendo de una bandaza, que cada vez que he tenido el placer de ver en vivo me han dejado hecho fosfatina. Tanto antes del directo, como diez años después.
Una mala noche. Eso sí, que por desgracia, tanto para los In Flames como para los fans, quedó "grabada" de por vida. Quizás, para recordarles, y por siempre, lo que no deben volver a hacer.
Decepcionante directo. No te acerques a él si no es por mero completismo. Si conoces el material de In Flames a través del directo del 2001, seguro, y del todo, que no te acercarás a nada más del combo. Y eso sería una pena.
2 cuernos (medios) para "The Tokyo Showdown". Un bodriete de cuidado. Menudo "Live After Death"...
Anders Friden - Voz
Jesper Strömblad - Guitarra
Björn Gelotte - Guitarra
Peter Iwers - Bajo
Daniel Svensson - Batería