Exhorder - The Law

Enviado por xJhellfire7x el Mar, 08/01/2013 - 15:51
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01. Soul Search Me
02. Unforgiven
03. I Am the Cross
04. Unborn Again
05. Into The Void (Black Sabbath Cover)
06. The Truth
07. The Law
08. Incontinence
09. (Cadence of) The Dirge

Sucede la mar de veces que se suele olvidar quienes son los verdaderos amos del cotarro, y no sin razón, pues a veces más de uno se puede dejar seducir por caras bonitas cubiertas de un denso plumaje con un fino acabado en cromo radiante para mezclarse con la turba, el cual hace caer a más de uno, haciéndole pasar por alto el amasijo de mediocridad y poca actitud oculto detrás de toda esa fachada.

Y con esa breve y tonta introducción, dirigimos nuestra atención hacía la ciudad de New Orleans, para desenterrar y re-descubrir a una de las bandas más criminalmente olvidadas e ignoradas de la vieja vanguardia del Thrash Metal, los enormes Exhorder, y el día de hoy nos llevaremos al morral su segundo y último asalto que lleva como nombre “The Law”.

Sin duda estamos hablando de uno de los discos con más actitud y garra que aterrizó en aquella difícil y fatídica era para el Thrash Metal, y por decantado, uno de los mejores trabajos (si no el mejor) surgido bajo la etiqueta “Groove Metal”, de la cual ellos mismos fueron los creadores, o al menos uno de los que más aportaron en crear las bases rítmicas de este demacrado y malogrado sub-género.

“The Law” se nos presenta de una forma algo más discreta y menos salvaje que su seminal y brutal debut “Slaughter In The Vatican”, pero que nadie se asuste antes de tiempo, pues lo que aquí sobra es un puñado de buenas ideas combinadas con un montón de ganas y actitud, pues el bueno de Kyle Thomas y compañía sabían perfectamente de que se trataba esto y lo que estaban haciendo. Básicamente lo que tenemos aquí es el manual definitivo de cómo debió ser y lamentablemente nunca fue el mentado Groove Metal.

La producción del disco es simplemente acribillante y demoledora en todo el sentido de la palabra, mejorando sin duda la producción de su disco debut en todos los aspectos, desde ese mortal y cortante tono de guitarras (el cual hará caer la baba a más de uno) hasta ese tono de baterías que hará retumbar hasta lo más profundo de tu alma, se nota el excelente trabajo realizado por Rob Beaton detrás de los controles. De la portada ya ni se diga, pues si esta portada no os hace alucinar, es que definitivamente ninguna portada lo hará jamás.

Y no es sino empezar “Soul Search Me” para comenzar con el ataque riffero comandado por los artilleros de primera línea Jay Ceravolo y Vinnie LaBella, acompañados por un Chris Nail en estado de gracia y un Kyle Thomas rugiendo con una furia incontenible, haciendo sucumbir tus tímpanos de manera irremediable. Desde el comienzo se pueden intuir los diversos cambios de tiempos que maneja la banda, combinando la caña destroza cráneos de su disco debut con ritmos más densos y pesados, característicos del Groove metal, logrando una mezcla bastante concisa y buena.

“Unforgiven” por su parte abre con un comienzo aplastante como pocos, el cual desemboca en un ritmo bastante lento y pesado para de repente saltar sin previo aviso a nuestros tímpanos con un brusco cambio de tiempo a todo trapo que arrasará con todo a su paso. Por otro lado, “I Am The Cross” se nos presenta como el tema más redondo de todo el disco, con unos cambios de tiempo demenciales que nos sumergen en un laberinto sonoro de riffs que van y vienen hasta explotar en el legendario y devastador momento que se da en el 03:31. ¿Cómo os queda el cuerpo después de experimentar ese brutal y brillante Breakdown? Pues yo no lo sé, pero al menos en mi caso me he tenido que levantar adolorido al caerme de mi silla. ¿Qué duda cabe? Son los más grandes en lo suyo, aunque algunos no lo quieran ver.

“Unborn Again” (con un Kyle más ido de la olla que nunca) e “Into The Void” (uno de los mejores covers jamás hechos de los dioses Black Sabbath) marcan el medio tiempo del disco, cubriendo terreno y avanzando como una mortal avalancha de furia a punto de impactar en nuestras caras sepultándonos en una montaña de riffs y doble bombos sin posible escapatoria. “The Truth” (riffs como pan caliente. Atención a las guitarras en el 02:05) “The Law” (furia y actitud por los cuatro costados) e “Incontinence” (Excelente y mortífera instrumental. Cuidado en el 02:39) marcan la recta final del disco abriendo paso para “(Cadence of) The Dirge”, la cual se alza de manera lenta y triunfante, desfilando imponente a lo largo de sus 4 minutos de duración, para de esta manera cerrar el segundo y último capítulo de los grandes y olvidados Exhorder.

A veces la injusticia no perdona ni siquiera a las mentes privilegiadas que se partieron el lomo para crear y dejar un legado que perduraría por el resto de los días, más sin embargo apremia a aquellos que arremetieron de la nada y sin previo aviso quedándose con el crédito y las ganancias de algo que jamás les perteneció, pero como sabemos desde hace tiempo, en este mundo no triunfan los buenos, sino los listos. Quizás Exhorder nunca tuvieron mansiones de lujo, ni se bañaron en piscinas llenas de dinero, ni tampoco se resolvieron el resto de sus vidas sacando patéticos “singles inéditos” los cuales resultan ser descartes aburridos de discos igual de aburridos. No, más sin embargo, ganaron algo muy importante: El respeto de sus fans.

No hace falta decir más, disco altamente recomendado para los fans del Thrash Metal y el Groove Metal con un par de pelotas metálicas bien puestas en su lugar. Actitud, cojones y sobretodo honestidad. Un legado jamás superado por nadie, único en su especie, y criminalmente ignorado, el cual quedará ahí plantado hasta el fin de los tiempos para hacerle caer la cara de vergüenza a unos cuantos que se predican como los más grandes en algo que jamás fueron.

¿No lo conoces? ¿Pues qué esperas? Ve a escucharlo a la voz de ¡YA!

Puntuación Final: 8.5/10

Kyle Thomas: Voz
Chris Nail: Batería
Jay Ceravolo: Guitarra, bajo
Vinnie LaBella: Guitarra, bajo
Frankie Sparcello: Bajo

Sello
Roadrunner Records.

Nunca puse atención a Exhorder, más allá de oír un par de temas a la pasada en algún compilado. Ahora, enfocando mis orejas y disponiendo de algo de tiempo para apreciar su música, puedo coincidir en que tenían lo suyo. Suenan fortachones, pesados y manejan los intervalos con muy buen gusto.
Al leer la reseña, advierto que algunas de esas alusiones están dirigidas a Pantera. Pues noto similitudes y claramente estos son más recurrentes a la hora de acelerar sus tiempos. Sin embargo y sin haberme adentrado en la historia de la banda, creo que podría haber simultaneidad a la hora de reducir velocidades y atronar con furia (groove). También hay claras similitudes en la forma de entonar (o rugir) por parte de Kyle y Anselmo. Es más, hay pasajes en los que el oído podría confundirlos.
Buen disco el que escucho y voy por más: Pondré atención al resto de su trabajo.