Electric Wizard - Electric Wizard

Enviado por DevilSeed el Lun, 11/04/2011 - 02:48
2058

Allí, en la delgada línea que separa (y a la vez une) la densidad del doom metal y la toxicidad del stoner surgen múltiples grupos, pero uno de ellos es particularmente especial y grandioso.
Este grupo nace en Reino Unido, país que vio nacer a grupos de vital importancia tanto en el stoner como en el doom. Hablamos de grupos como Black Sabbath, Pagan Altar, Witchfinder General o Cathedral.
Pero de bien poco sirve el entorno si el que lleva las riendas de la banda es un completo incompetente. Este no es el caso, ya que Electric Wizard nació de la mente del genuino Jus Oborn, un jovencillo de la escena underground inglesa, que posteriormente pasaría a ser todo un peso pesado del sonido denso, gracias en gran parte a la banda que hoy traemos entre manos.

Creo que no exagero en absoluto cuando digo que Electric Wizard son los Cathedral del siglo XXI, los abanderados del stoner/doom de estos últimos años. Sin duda en popularidad están a años luz, pero la distancia disminuye mucho en cuanto a calidad musical se refiere.
Y es que cuando uno escucha cualquier disco de la carrera de esta banda, tiene la impresión de volver a estar escuchando los Cathedral más oscuros y lisérgicos: guitarras ultrapesadas, bajo con mucho cuerpo, baterías estremecedoras y sobre todo un rico sabor diabólico.

Ahora bien, al haber tantas similitudes con la banda de Lee Dorrian por extensión también tiene que haber deliciosas coincidencias musicales con nuestros queridos Black Sabbath y es que todo aquí es deliciosamente “sabbathico” a excepción de las voces. En lugar de la canallesca voz de Ozzy, nos encontramos con la voz del señor Oborn que sin ser ni mucho menos brillante, cumple perfectamente su función. El tono del líder de la banda es mucho más serio y seco, posiblemente producido por un estado de serenidad autoinducida por el abuso de alguna que otra sustancia, probablemente la misma que llevó en su día a que los señores Iommi, Butler, Ward y Osbourne nos deleitasen con obras de un calibre inmenso como ‘Master Of Reality’.

Y con ese sonido tan denso y pesado, han continuado hasta hoy día con 7 LPs a sus espaldas. De estos 7 yo he escogido el primero de todos ellos, ‘Electric Wizard’, ya que si bien todos sus discos son muy similares en cuanto a estilo (y ninguno defrauda lo más mínimo), mi preferido es este entre otras cosas por poseer temazos clásicos de la banda como ‘Stone Magnet’ o ‘Mountains Of Mars’ entre muchos otros.
Aparte de esto, a este disco le tengo un cariño especial ya que fue el primero que escuché del mago eléctrico y me impresionó tan gratamente que hoy día sigo dándole caña. Así que en honor a este magnífico trabajo, el cual me abrió las puertas de Electric Wizard y en gran parte del universo denso o doom/stoner, voy a hacer esta reseña.

Bien, empezaré por lo más esencial y a la vez menos musical: la portada. La tapa de este disco se antoja muy al estilo de Cathedral en sus dos primeros LP. Y es que la portada tiene elementos de ‘Forest Of Equilibrium’ y sobre todo de ‘The Ethereal Mirror’ por todos lados: imágenes fantasiosas que podrían ser fruto de algún coqueteo con ciertas sustancias (o incluso del poder de la imaginación, quien sabe), mismo colorido… todo realmente lisérgico, lo cual lejos de ser una mera anécdota visual, ya nos va avisando sobre el contenido del disco.

Vamos a por el primer tema: ‘Stone Magnet’. Todo un monolito de puro stoner que se abalanza sobre nosotros sin piedad para dejar constancia de que la banda se merece justamente el calificativo de “la banda más pesada del universo”, y si no lo es, está muy cerca.
Tonos diabólicos atacan sin piedad nuestros oídos pero lo hacen con un ritmo sumamente lento y apesadumbrado. Se podría decir que este tema es uno de los grandes responsables de la grandeza del disco ya que consigue a golpe de martillo introducirnos de lleno en el mundo de este fantástico demente llamado Jus Oborn. Ya no habrá piedad, acabamos de vender nuestra alma al mago eléctrico.

Mucho más dinámica entra ‘Mourning Prayer’, dinámica dentro lo que cabe. Realmente no hay aquí muchas diferencias con el tema anterior en lo que a musicalidad se refiere. Lo más significativo, es que los riffs se suceden a una velocidad mayor y se hacen mucho más cortantes e incesantes que los de ‘Stone Magnet’.
En definitiva es un tema que sin traer nada nuevo, se hace de muy agradable escucha para todo aquel aficionado al stoner que se precie.

Y ahora viene uno de los platos fuertes del disco, la instrumental ‘Mountain Of Mars’. Si antes la tónica del disco era el producir una avalancha sónica, densa y sin tregua, aquí hay un breve y dulce descanso.
Aquí todo es relajación y reposo. Un mar de soniquetes cósmicos muy ambientales salen de nuestros altavoces para producir de inmediato un estado de sedación artificial bastante interesante. Toda una laguna mágica de paz y sonoridad que no tiene más función de envolvernos y hacernos sentir la música por todo nuestro cuerpo. Realmente interesante y acertado este tema.

Pero toda relajación es en vano, todo es una farsa, sobre todo porque ahora se nos viene encima el tema más imponente, denso y pesado de todo el disco (que ya es decir): ‘Behemoth’.
Resulta realmente llamativo como la banda recupera este ser monstruoso de la mitología y lo personifica en cada una de sus notas, con un tono severamente apocalíptico. Es como si cada uno de los pasos de la resurgida bestia fuesen a la par que cada uno de los golpes (o mejor dicho bombazos) del batería Mark Greening, mientras que por otro lado los riffs suenan maquiavélicos presagiando un final no demasiado bueno.
Desde luego, si hubiese una BSO del fin del mundo, ‘Behemoth’ estaría en ella sin lugar a dudas.

Del corte de la anterior, tenemos a ‘Devil´s Bride’. Una muestra más de que Electric Wizard no sólo sabe encarnar la faceta más ácida del metal sino que también sabe combinarla con maestría con una ambientación oscura y demoniaca.
Aquí la música se desarrolla imponente ante nuestro oído, mientras que un gran muro sónico se levanta como si fuese a llamar a la Bestia y esta al ser invocada, nos llevase junto a ella y nos diese la bienvenida en el mismo infierno.

‘Black Butterfly’ no desentona del resto de composiciones del disco y creando una atmósfera oscura, opresora y algo psicótica se convierte en la continuación perfecta y lógica del tema anterior. Tanto se asemejan ambos temas que yo los hubiera fusionado para evitar una excesiva linealidad en el disco.
Pero si hay algo que sorprende del ‘Black Butterfly’ aparte de por estas semejanzas, es por ese final tan inesperado que se antoja rockero hasta la médula y que con una dosis algo más alta de velocidad, logra despertar un poco al oyente entre tanta maravilla densa y rocosa.
En definitiva , este final viene que ni pintado ya que de alguna forma se carga esa linealidad entre los temas (que se hacía ya algo pesada) y por otra parte logra atraer la atención del oyente para al tema final del disco. Buena estrategia señor Oborn.

Y es que esa atención no viene de más cuando lo que se nos viene encima no es nada más ni nada menos que el considero a mi juicio el tema más lúcido de todo el disco: ‘Electric Wizard’.
Sí decía anteriormente que ‘Devi´s Bride’ era como bajar al mismísimo infierno, ‘Electric Wizard’ es todo lo contrario: aquí no bajamos nosotros al infierno, es la misma Bestia la que sube a perseguir a los infieles con su ejército diabólico. Pero no es un Satán cualquiera, es un Satán burlón, canallesco, pícaro… ¿por qué digo esto? Simplemente por la maestría con la que se van intercalando partes más “serias” y tenebrosas con partes mucho más amigables y despreocupadas, musicalmente hablando, a lo largo de la canción.
Sin embargo, esta alternancia no dura demasiado ya que alrededor del minuto 4 se produce una pausa que nos sorprende como un remanso de tranquilidad entre tanto caos. Esta pausa viene de la mano de acordes suaves y muy melódicos, hasta que de nuevo los guitarrazos atronadores vuelven a surgir de la nada hasta que acaban desapareciendo entre una nube de efectos sonoros cósmicos, muy al estilo de ‘Mountains Of Mars’.

Y así acaba el debut de Electric Wizard como banda, ya que de ‘Wooden Pipe’ no entraré a hablar ya que su importancia no va más allá de lo meramente anecdótico.
Un álbum excelente para tratarse de un debut y con muchos más pros que contras, en el que todos los músicos se lucen a partes iguales ya que aunque no he hablado en ningún momento de Tim Bagshaw, he de decir que realiza una labor brutal en este trabajo con un bajo con mucho cuerpo y muy notable en todas las composiciones.

En conclusión, se trata de un disco realmente recomendable para los amantes del doom/stoner porque aunque tenga algunas carencias (véase la poca variación entre ‘Devil´s Bride’ y ‘Black Butterfly’) no decepcionará en absoluto a un fan del género. Incluso se lo recomiendo a los que estén empezando en esto de la música pesada, porque aunque al principio puede resultar algo indigesto, con las escuchas va ganado muchísimo.

Jus Oborn: Voces y guitarras
Tim Bagshaw: Bajo
Mark Greening: Batería

Sello
Rise Above