Dordeduh - Har

Enviado por MeFuMo el Vie, 13/08/2021 - 22:22
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1. Timpul întâilor
2. În vieliștea uitării
3. Descânt
4. Calea magilor
5. Vraci de nord
6. Desferecat
7. De neam vergur
8. Văznesit

Negura Bunget se separó a finales de la década pasada con cierta polémica. En resumen, Negru, batería y fundador del grupo junto a Hupogrammos, continuó con el tinglado (y el nombre) y firmó tres discos con una nueva formación. El primero bastante mejor que los otros dos.

Por desgracia, Negru falleció repentinamente en 2017. El resto de integrantes de Negura Bunget decidió dejarlo tras la muerte del percusionista, así que el grupo señera del Black Metal rumano ya no existe.

Hupogrammos y Sol Faur formaron Dordeduh en 2009 tras la ruputura con Negru y presentaron un excelente debut en 2012. Nueve añazos, que se dice pronto, es lo que ha durado la espera para este trabajo que tenemos entre manos.

En realidad, hay bandas para las que el tiempo es, digamos, relativo. Bandas con un estilo marcado y una propuesta personal. Algo que no encaja del todo con el oleaje de lanzamientos que viene y va, enfangando la otrora inaccesible orilla de esta playa en la que ahora abundan la crema solar y las tarteras con pimientos fritos.

Dordeduh podría ser o haber sido una de esas bandas, heredera de un sonido que ha acabado influyendo a casi todo el black de su país. La banda de Timisoara viene con este Har a enfangar lo justo, confirmando que no tienen demasiada intención de tomar riesgos.

La evolución, la madurez, ya se apuntaba en el mencionado Dar de duh. Pero nueve años son muchos años, y los rumanos han seguido el curso natural que ya apuntaba aquel disco. Integrar, abrazar cálidamente, acunar y ofrecerse al segundo de los demonios que acaba sometiendo a los blackers cuarentones. El Metal Progresivo.

La forma de arrojarse a esa profunda sima recuerda bastante a Enslaved. Se conservan menos las secciones cósmicas, algo más los devaneos folk con palitroques y aparentes marchas por los brumosos bosques de los Cárpatos, pero la cosa se ha suavizado mucho.

Atrás quedaron los tiempos de penuria y brumas insondables en la producción. El sonido es limpio y brillante, y como el cacharrismo nunca supera un cierto punto, las secciones más agresivas suenan dentro del orden. Por supuesto esto le otorga cierta artificialidad pero a la vez es la elección lógica tal y como parece plantear Dordeduh este trabajo.

No parecería que la cosa se haya suavizado la inicial "Timpul întâilor". Tras un minutazo soplando cuernos de bóvidos, con ecos de voz grave y campanillejas, la poco original pero ejemplar progresión de la banda promete más de lo que entrega. Hay como mucha variedad, pero me da la sensación de que la cosa no fluye como debería.

No porque falte calidad u oficio, sino porque en mi opinión los rumanos han elegido estructurar todos los temas de una forma muy cuadriculada, muy prog. Se apaga el clásico caos instrumental aún presente en su anterior disco, y nueve años después resulta que te dejaste los growls y la entropía primaria de los bosques primigenios encima del cuerno de bóvido.

En eso mismo está "În vieliștea uitări", que propone algo más sencillo y que funciona mejor, pero que suena un tanto genérico. Destacaría positivamente la melancólica primera mitad, y el breve pero intenso ejercicio de rabia al final del tema. No destacaría positivamente el aún aparente abuso de los coros con reverb y las voces limpias en la sección central, abuso que se confirmará a lo largo del trabajo.

Los ocho minutos de "Descânt" me recuerdan tremendamente a Grutle Kjellson cuando se pone flamenco. Debo estar mayor, pero me parece un tema incluso comercial, con un curioso duelo de melodías entre el grupo y los arreglos folk. Las voces limpias me chirrían en algunos momentos por su entonación y el eco, personalmente, y cuando se esconden los mentados arreglos folk el asunto se resiente a veces, pero creo que es lo más accesible que puede hacer un grupo como Dordeduh y, bueno, no sabría si decir que los rumanos pueden tener un hit, pero se parecería a esto. Mucho decir.

Me confunde un tanto "Calea magilor", una especie de reinvención de los interludios folk que ofrece coros solemnes y palitroques heredados del primer tema, pero que no sé muy bien cómo acaba metiéndose en un breve pero mortal cenagal de voces melosas y efectos de teclado prog difícil de remontar. No es sencillo moverse como parece querer el grupo por estos parajes sin sonar horterita.

"Vraci de nord" tiene tela, pero tela. Se toma su tiempo para la cocción, de forma acertada, y en su apreciable extensión de once minutos y medio construye un primer tercio muy sólido, incluyendo un duelo entre growl y voz limpia que funciona muy bien y que me sorprende que no se use como recurso en el resto del disco.

A partir de 4:00 o así, la cosa se va volviendo melódica, tanto se vuelve que roza la new wave, amigos. Desconcertado durante días quedé, de propina, con las dos secciones prog que se nos presentan. La primera, breve pero impactante, hacia 6:45 con unos momentos épicos de teclado mullido y lánguido. La segunda, hacia 8:20, un fusilamiento a Génesis que retuercen con golpes instrumentales y acaban mezclando con electrónica. Ale ale.

Tras otra ración de aguerridos golpes a palitroque mayor, en una marcha simple pero sólida, “Desferecat” se pone agresiva hasta diluirse de forma lenta pero segura en una nueva ciénaga de teclado ambiental. No me disgusta la simpleza, pero en mi opinión acaba saliendo algo bastante genérico que, pese a lo del abuelo cebolleta, contrasta con el cuidado que los rumanos han puesto normalmente a estas cosas.

“De neam vergur” es otro tema de desarrollo paciente que se tira la mitad de sus casi once minutos tirando una intro skillful prog metal genérico y que gana interés en una sección central muy trabajada instrumentalmente con arreglos folk, y donde las voces limpias parecen encajar más y mejor. Repitiendo la fórmula principal del trabajo, vuelve la agresividad en su parte final y de nuevo el reparto de cambios me parece un tanto robótico.

“Văznesit” cierra el disco en una outro ambiental machacoona y con cierto encanto, repitiendo los cuernos de bóvido y los coros, pero remontando en una catarsis de sintetizador que se acaba pasando un poco de rosca.

Hupogrammos y Sol Faur ya no hacen black. Así son las cosas. Har me parece un trabajo de Metal progresivo con rasgos identificables, pero la banda no llega a sacarles provecho para trabajar ese prog Metal y crear un sello propio. Sin duda hay talento en la formación como para enfocar el cambio de registro de una forma más original, o con mayor tiento al elegir las cantidades de la mezcla. Es en cierto modo decepcionante.

El disco tiene calidad, muy buen sonido y buenos momentos, pero personalmente me apena que se haya sacrificado la originalidad y capacidad de sorpresa, y la oscuridad, en aras de algo más técnico pero que pierde parte de la identidad sonora del grupo. Tres cuernos que se llevan los rumanos, nueve años después.

Hupogrammos: Voz, guitarras, teclados, mandolina, bucium
Flavius Misarăș: Bajo, coros
Sol Faur: Guitarras, teclados, dulcémele
Putrid: Batería, percussión, toaca

Sello
Prophecy Productions