
1. Banish from Sanctuary - 6:24
2. Traveler In Time – 7:09
3. Journey Through The Dark – 5:41
4. Quest For Tanelorn – 8:42
5. The Bard's Song - In The Forest – 3:32
6. The Bard's Song - The Hobbit – 4:22
7. Tommyknockers – 5:08
8. Valhalla – 6:19
9. Time What Is Time- 5:06
10. Don't Break The Circle – 5:24
11. Welcome To Dying - 5:38
12. Somewhere Far Beyond – 9:24
13. Lord of the Rings – 2:24
Los muchachos de Blind Guardián fueron, en el breve pero esencial periodo de 1.988 a 1.993, una de las mejores bandas de la escena metalera europea. No hay de otra. Ésta es una declaración inexorable y que no permite la entrada de conceptos como “parcialidad” o “perspectiva”. Lo lamento. Y más lamento que más de uno me diga que sus últimos álbumes son “excelentes” o “épicos” cuando sólo un par de temas sueltos se salvan de la crítica y la más cruenta de las realidades: que estos germanos han parecido todo tipo de coraje y han sido amilanados por el éxito y melodías edulcoradas que, aunque trabajadas con esmero, no mueven ni a un muerto y sacrificaron esa garra, ese ímpetu, y esas ganas que los volvieron el grupazo que me enamoró con ese imperial y legendario Tokyo Tales, el máximo directo de la historia del Power Metal. Metal en estado puro.
Y quiero hacer énfasis –más bien, debo- en ese directo magistral y bestial que destilaba energía como el concierto de los Guardianes en tierras niponas en plena gira del seminal Somewhere Far Beyond. Tokyo Tales capturó al cuarteto alemán en el máximo nivel de sus capacidades tal como había hecho el irrepetible Live After Death para Iron Maiden ocho años atrás. Era un compendio de joyas que sonaban más metaleras que nunca e inyectadas con la agresividad natural que proporciona un directo. Que Blind Guardián hoy en día tienen menos ganas de componer esa mezcla de Thrash y Power que el Real Madrid de jugar contra el Atlético una vez más es una verdad como un templo. Pero que nadie subestime el pasado de una agrupación que, cuando quiso, se puso en la cúpula más alta del género con una sucesión de trabajos brillantes, poderoso y liderados por uno de los vocalistas que más me ha sorprendido en esto del Metal, Hansi Kürsch, con ese tono tan personal y apasionado. Hansi, Marcus, André y Thomen gustaban tanto de Maiden como de Forbidden y eso se traducía en trabajos como Follow the Blind, Tales From The Twilight World o Somewhere Far Beyond donde había espacio para las melodías más exquisitas como una intensidad encomiable. Repito: lamento mucho lo que son hoy. Pero hoy no venimos a pensar en el presente que duele mucho; vamos a viajar en el tiempo en una época donde estos amantes de El Señor de los Anillos lo querían todo y tenían recursos para conseguirlo.
Gracias a la magia de los bootlegs, los aficionados a la era más salvaje del Guardián podemos dejar descansar al más que escuchado Tokyo Tales (el pobre necesita un descanso, vamos) y seguir viviendo una era atronador. Así nació Woodland Rock, concierto realizado en Frankfurt en 1.992, con los Iced Earth -que cartel, joder- de Jon Schaffer de teloneros; una demostración absoluta de que Blind Guardian no andaban con juegos en esos años. Ven, que no te vas a arrepentir. ¿Qué? ¿Te gustan los Blind Guardian de ahora? ¿Hansi te parece genial con las entradas de Vegeta? Imagínate cuando lo veas en su etapa de Hobbit metalero aguerrido. Vamos a darle, carajo. ¡Blind fucking Guardian!
El sonido del bootleg entre manos es más que bueno y aquí podrán disfrutar sobremanera con temazos de la talla de Banish From Sanctuary donde la lían bárbara y una majestuosa Traveler In Time donde las vocales de Hansi atruenan como un relámpago en plenitud de la noche y parece estar grabado entre el público porque la voz del personal predomina en ciertos momentos de la velada. Es una demostración del portentoso talante que ostentaba un grupo de este calibre cuando las nuevas joyas por esos tiempos como Journey Through The Dark -un despliegue voraz por parte de todo el grupo y un Hansi que estaba totalmente pletórico- o Quest Of Tanelorn -qué melodías y majestuosidad mezcladas con el Speed Metal de toda la vida- suenan tan poderosas como uno las escucha en el Tokyo Tales y demuestra los bestiales que eran estos caballeros por esos años. Y luego dicen que el último álbum es bueno…
Las dos Bard’s Song sirven para relajar al personal antes de calcinarlos una vez más con su épica avasalladora una vez más con ese temazo poco conocido que es Tommyknockers (basada en la novela del mismo nombre de Stephen King) donde la influencia Thrash es evidente y el riffeo de André y Marcus demuestra que, cuando quisieron, podían de ver a tú a tú a sus ídolos de Testament y Forbidden en las guitarras. Luego comienza la seguidilla de clásicos sempiternos que nos hace agua la boca y que tanto hemos disfrutado en el pasado con estos bardos: Valhalla, Time What Is Time, Welcome To Dying, Somewhere Far Beyond (temazo antológico y seminal que jamás entenderé por qué no entró al Tokyo Tales) son algunos de los temas vitales en la vida musical de quien suscribe y que encarnan algunas de las escenas más brillantes y sobresalientes de nuestro Metal. Cabe mencionar que la legendaria balada de Lord of the Rings no está completa y la actuación, por más incendiaria y salvaje que es, termina de manera abrupta. Un fastidio pero, ¿qué se le va a hacer? Ni que fuera una grabación oficial.
Aquí les dejo un video del concierto con la banda tocando Traveler in Time. No se necesita estar en full HD para dejarte mudo.
Una reseña breve y simple para un concierto que se pasa volando y que es un fiel testimonio a un pequeño espacio histórico en el que Blind Guardian eran una jodida apisonadora y su épica estaba inyectada con esa dureza que los hacía tan especiales. Grupos sinfónicos, épicos y ultra melódicos los hay a borbotones; no necesitábamos que los germanos se volvieran otros más de los del montón, pero no voy a ahondar en eso que me enojo y la música se trata de pasarla bien. Pensemos que la banda finiquitó su carrera a mediados del A Night At The Opera. ¿Trato? Trato.
Tres cuernos (altos) para Woodland Rock. Frankfurt en el ’92… bastardos suertudos.
• Hansi Kürsch – Vocales, bajo
• André Orbich - Guitarra
• Marcus Siepen – Guitarra
• Thomen Stauch - Batería