
1. For Centuries Left Behind
2. Unholycaust
3. Ceremonial Dances of Evil
4. Fatherland
5. The Winter Ashes - Opus I
Fundados en 1993 como Daemonum y un año más tarde renombrados como Blazemth (en inglés cultureta "Resplandor"), los españoles de Barcelona supieron detectar rápido lo que se estaba cociendo en la lejana Noruega y reproducirlo con cierta suficiencia. Se conoce que en la ciudad condal las novedades llegaban frescas, copiosamente y que, más allá de eso, había jóvenes concienciados no solo a ser receptores de tales dones, sino también a difundir aquellas creaciones con su propia versión del invento… que es el Black Metal.
Aunque Blazemth fuesen a tener una actividad más bien frugal y fugaz (del '94 al '97), con únicamente dos EPs en su haber y ningún larga-duración, ha de reconocerse que supieron entender de qué iba en buena parte del movimiento del Black Metal noruego. Y sobre todo en referencia a agrupaciones como Emperor, Satyricon y quizá Mayhem, sacando de cada una de ellas determinados elementos que harían de su proyecto algo especial. De los de Satyr sacarían ese estilo y estética medievaloide y guerrero, así como su toque épico, que se verá más representado todavía más con las negras artes de Emperor.
Ya en su EP debut For Centuries Left Behind (de 1995, ojo) los Blazemth dieron buena muestra de lo que eran (y serían) capaces de hacer. Se los notaba algo verdes en lo instrumental y especialmente con el inglés hablado. Si bien con la llegada de Fatherland (1996) la cosa no supondría un salto de gigantes, sí que resultaría ser una mejora cualitativa evidente y a tener en cuenta. Por supuesto, contemplando ya la portada que nos ofrece Fatherland y apreciando las composiciones musicales de (al loro) Elrick I de Catalunya y su comitiva, se sigue saboreando ese tierno aroma a juventud que tantos tesoros y ridiculeces nos ha concedido a lo largo de los años. Tampoco negaré que Blazemth me resultan muy deudores de sus maestros y un tanto modestos en sus artes, pero teniendo en cuenta que estamos retrayéndonos a los mediados de los noventa y a España, y que auténticos monumentos a la cacharrería se erigieron como tótems del género (como Burzum, Dark Medieval Times, Diabolical Fullmoon Mysticism o A Blaze In The Northern Sky), este Fatherland de Blazemth como que no desentona demasiado. Y hablo refiriéndome tanto a lo musical, como a lo estético, letrístico y por supuesto a lo sonoro. Porque incluso en materia de producción se puede equiparar lo que despidieron estos chavales con la ayuda de Xavier Navarro a lo que hicieron los escandinavos. Que por cierto, a este individuo se le debe la producción y sonido de un montonazo de metal extremo underground de los noventa en España.
Sobre lo letrístico, señalar que Blazemth (y en concreto Elrick) se lo montan bien. Se siente mucho la fantasiosa aura de Ihsahn y Samoth con sus letras en prosa plagadas de paisajismo y ensueño. Y uno de los ejemplos que pondré será el de la primera canción For Centuries Left Behind:
Vi caer una estrella fuertemente como un torrente de fuego sobre el mar en una tierra más allá del bosque. Escuché los lamentos entre los silbidos de los vientos de un guerrero moribundo, estampando con sangre su juramento. Sentí el acero frío de la “Espada del Tiempo” en lo más profundo de mí, en los montículos de piedra. Vi a los hijos huérfanos, caminando por los campos de los caídos; pero nuestros antiguos señores se levantarán por siglos atrás. Vi las llamas de la ascensión, en mi cuna de piedra, donde un resplandor llenó de luz la colina más negra, y encontró mi alma con el viento. Escuché unas voces profundas y un choque de espadas. Sentí el amanecer atravesándome, cerré las puertas... y caí en brazos del sueño.
Cualquiera diría leyendo esto que For Centuries Left Behind es una intro de estas que avanzan de a pocos y poniendo en situación al oyente, pero realmente ataca como una Into The Infinity Of Thoughts sin introducción tormentosa. Directa a la yugular. Por supuesto no hablamos de la misma elaboración y genio que la obertura de los Emperor pero… la esencia es talmente la misma. Posteriormente a esta le seguirá la dupla Unholycaust / Ceremonial Dances of Evil. La una más marcial y épica (con las maneras de Emperor y Satyricon) y la otra algo más retorcida con alguna reminiscencia a Immortal. Finalmente, Fatherland lanza la última salva manteniéndose coherente a lo que Blazemth venían invocando previamente.
A modo de outro, Elrick nos dedica un último discurso rodeado de teclados en The Winter Ashes - Opus I (muy del Nightside Eclipse estos) y dice así:
“Fría es la forma en la que te mira la derrota, como un lobo; eres mi enemigo, lo sé y morirás tras tus mentiras, lo sabes. ¡Escucha! ¿No lo escuchaste? Somos las tormentas negras que se avecinan; así como el dolor se convierte en odio, mi corazón invoca el fuego, nuestro fuego. Porque la pureza y el poder que cubren este imperioso reino, nunca los podrán destruír vuestros dioses débiles. Nos quedaremos aquí, eternamente. El poder del hombre se mide por su justicia y es tu sacrificio justo. No necesito ni tu amor ni tu odio. Quiero tu respeto (o tu tortura). Tu traición es tu aniquilación, en tu piel pintaré mi victoriosa bandera, en mi conciencia pintaré tu muerte con colores de ira... con colores de guerra.”.
Si bien se trata de un EP que apenas excede los veinte minutos, no deja de ser cierto que con este Fatherland los Blazemth se aseguraron un lugar de respeto y mérito dentro de la escena del Black Metal español. Porque son (junto con otros como Ouija y Primigenium) de las bandas que más y mejor se lo curraron por aquellos años. A lo tonto llevo semanas enganchado a los dos EPs de Blazemth y en especial a Fatherland y… de hecho no pude evitar la tentación de adquirir su recopilatorio Dragon Blaze de 2017 (de Abstract Emotions, como los EPs originales).
Como siempre, la nota es personal, pero para mí esto es un 8,25 y cuatro cuernos muy sólidos. De los mejores descubrimientos del metal extremo ibérico noventero.
Frost Demon: batería.
Erlick I de Catalunya: guitarras, bajo, coros, letras y composición.
Volkhaar: voz, guitarras y bajo.
Músico de Estudio:
Juanjo: teclados.