Black Label Society - Sonic Brew

Enviado por Dieguitoacdc el Vie, 19/02/2021 - 16:18
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1.Bored to Tears 04:28
2.The Rose Petalled Garden 04:55
3.Hey You 03:53
4.Born to Lose 04:23
5.Peddlers of Death 04:33
6.Mother Mary 04:26
7.Beneath the Tree 04:09
8.Low Down 05:04
9.T.A.Z. 01:56
10.Lost My Better Half 04:24
11.Black Pearl 03:27
12.World of Trouble 05:20
13.Spoke In The Wheel 04:13
14.The Beginning... at Last 04:26
Bonus Track
15. No More Tears 06:36

Entre 1988 y 1995 el nombre de Zakk Wylde, así como su reputación, habían crecido enormemente gracias a los tres álbumes que el guitarrista rubio había grabado para Ozzy Osbourne (“No Rest For The Wicked”, “No More Tears” y “Ozzmosis”) demostrando estar a la altura de las exigencias del Madman, quien había contado previamente en sus filas con dos iconos como RANDY RHOADS y JACK E LEE. En una primera versión de esta reseña había tratado de escribir una leyenda, pero los datos me jugaron una mala pasada, pero el bueno de Wild me la explicó con mucha calidad y aquí os la dejo de forma literal: "la leyenda dice es que en 1987 Ozzy vio la foto de Zakk con su look juvenil y pelo rubio y dijo "no quiero otro clon de Randy Rhoads" pero cuando escuchó la cinta alucinó con su forma de tocar y decidió audicionarlo". Un aporte impresionante.

Con la atención de miles de metaleros alrededor del globo, Zakk se decide a iniciar un proyecto en solitario para seguir expandiendo sus universos sonoros. Fue así como en el año 1998 nacería en Los Angeles un nuevo conjunto de Southern Rock y Groove Metal llamado originalmente Hellkitchen pero que pronto se rebautizaría como Black Label Society. “Sonic Brew” es la primera entrega de un proyecto, en aquel momento, comandado casi al completo por Wylde, quien tocará todos los instrumentos menos la batería, trabajo cedido a Phil Ondich. Además, en la pista número 15 del disco, “The Beginning…At Last”, figura como bajista el gran Mike Inez, mejor conocido por su legado con Alice In Chains, así como su colaboración con Ozzy.
Para abrir boca nos chocamos de frente con “Bored To Tears”, clásico del grupo cuya saturación sonora hará que te sangren los oídos mientras la guitarra de Zakk, afinada en tonalidades bajísimas escupe riffs violentos y malintencionados. Canción de estructura sencilla pero que nos sirve para hacernos a la idea de todo lo que estaba por llegar en un futuro no muy lejano para la BLS. Impresionante toma de contacto.
El hecho de fundar una nueva banda en solitario otorgó a Wylde el poder para abrirse al mundo como letrista y desahogarse cuando alude a los numerosos problemas y demonios contra los que tenía que batallar en aquel momento. Un primer ejemplo de ello lo encontramos en “Rose Petalled Garden”, corte líricamente poderoso y que empasta a la perfección con la densidad de esos riffs propios del Groove Metal. Otro corte con una colección armamentística de riffs que disparan a quemarropa es “Hey You (Batch Of Lies)”, donde, para beneplácito de cualquier oyente, podemos disfrutar de ese encanto acústico y melódico que Wylde hace sobradamente bien y que recuerda a los de su amigo Dimebag Darrell en “Cementery Gates” (casi nada).
“Born To Lose”, no solo por su título sino también por su cachonda letra contra los conservadores americanos, podría haber sido compuesta por Lemmy Kilmister para Motörhead. La canción, en el plano sonoro, me gusta definirla como “lo que tocaría Hendrix si se hubiera dedicado al Groove-Southern Metal”. Sobra decir lo influyente que fue Jimi para Wylde. A mitad de la canción, como curiosidad, se produce el primer cambio de ritmo al más puro estilo de la BLS que encontramos en su discografía, con un riff siempre veloz al que se le une la batería para, pocos compases después, da paso al solo (este patrón se repetirá en incontables composiciones dentro del catálogo del grupo).
El mundo descubriría la faceta más emotiva del rubio también en este disco. Un piano solemne abre “Peddlers Of Death” (este instrumento también es dominado por Zakk…si no me crees escucha la intro de “New Religion”) para terminar experimentando numerosos cambios estructurales.
“Mother Mary” parece reivindicar la esencia Groovy con una saturación similar a la del primer tema, mientras que “Beneath The Tree”, una de mis predilectas del plástico, explota una vez más lo melódico y baladístico, pero con un extra de oscuridad nacido de las voces dobladas y armonizadas del propio Zakk. Me encantan los detalles distorsionados y acústicos que nuestro protagonista añade (principalmente un montón de licks irresistibles).
Otro buen puñado de composiciones a disfrutar son “Low Down” (aquí encuentro elementos y arreglos de Metal más contemporáneo y un riff inspirado, según el propio Wylde, en Angus Young), “Black Pearl” y sus teclados llenos de espiritualidad antes de golpearnos de lleno con más riffs secantes, “World Of Trouble” o la estampida final que impone “The Beginning…At Last” (abróchate el cinturón que vienen curvas tomadas a la velocidad de la luz).
Mención especial para “T.A.Z.”, corte de menos de dos minutos completamente instrumental en el que Wylde roba el show y se queda a solas con una guitarra española, ofreciendo un auténtico recital de técnica, velocidad y magia entre arpegios y punteos solo a la altura de un icono de su estatura. El título son las siglas de “The Alcoholic Zone”.
El premio a la mejor balada del disco se lo concedería de lleno a “Spoke In The Wheel”, una pieza completamente acústica que podría haber pertenecido a cualquiera de los dos discos solistas de Wylde (¿no os recuerda un poco a su “Lost Prayer”?) o a su proyecto sureño Pride And Joy. Aquí aprovecho para reivindicar la voz tan versátil y rota de un tipo reconocido fundamentalmente, y con razón, por su magia tras la guitarra (en esta canción hace auténticas diabluras tras el mástil), pero también dotado de unas cuerdas vocales ideales para engancharnos.
Como bonus track, Wylde decidió versionar “No More Tears” de su querido Ozzy Osbourne (¿podría decirse que se autoversionó?) prestando su voz a una canción que, como todos saben, había grabado con el Madman unos años atrás en la guitarra.
“Sonic Brew” es el Génesis de un grupo maravilloso y que estaba por traernos un par de discos monumentales más como el “Mafia”, “1919 Eternal”, “The Blessed Hellride” o el “Stronger Than Death”, entre otros. Ante LPs así este humilde reseñista solo puede quitarse su sombrero imaginario, dejarse la barba crecer cual Zakk Wylde y ponerle la máxima nota.

Bored To Tears

Rose Petalled Garden

Spoke In The Wheel

Beneath The Tree

Zakk Wylde - Voz, guitarras, bajo, piano
Phil Ondich - batería
Mike Inez - bajo (pista 15)

Sello
Spitfire Records