
1. Charnel Rift
2. Crowned in (Floral) Vice
3. Enraptured by Decay
4. Seared Eyes
5. Lifeless Sanctum
6. Endless Wound
7. Finality I Behold
Al parecer, en Denver (Colorado), lleva dándose un caldo de cultivo para el death metal (y el metal extremo en general) desde los últimos diez años aproximadamente. Y, si bien de entre todas las bandas que burbujearon a la superficie los más famosos son Blood Incantation, alrededor de ellos no deja de haber otras propuestas igualmente interesantes. Ahí están Spectral Voice y Black Curse para servir de ejemplo, ambas de ellas emparentadas por tener miembros comunes. Pero vamos: que hoy, toca hablar de Black Curse.
Fundados en 2015 bajo el nombre de Maliblis por Morris Kolontyrsky (Blood Incantation, Spectral Voice), Gravetorn (Spectral Voice), Jonathan Campos (Primitive Man) y Zach Coleman (Khemmis), terminaron por cambiar de nombre a Black Curse y, el año pasado, lanzaron una demo que pretendía dar a conocer el nuevo proyecto de estos personajes. Demo que por cierto saldría ya bajo el sello Sepulchral Voice Records, el cual, se precia de tener buen ojo para encontrar buen metal de tinte sucio y misterioso. Tenemos ejemplos como Grave Miasma, Degial, Venenum… pero como ya dije, hoy nos centraremos en Black Curse en concreto, ¿Por qué? Pues porque desde que los he descubierto me han volado la cabeza. Así de simple.
Hay grupos que triunfan por razones muy concretas: Algunos lo hacen por ser pegadizos, otros por sus letras… alguno que otro por sonar a esta o aquella banda… y hay otros, que de algún modo se las apañan para sencillamente llamar la atención. No sabrías explicar de manera concreta cómo lo hacen pero ¡ah! Lo hacen. Y este es el caso de Black Curse mismamente. Por supuesto, no consideraría que este proyecto haya triunfado todavía, de hecho su viaje apenas acaba de comenzar. Pero claro: entre el apoyo de Sepulchral Voice Records, el historial de los integrantes que conforman la banda, y este pedazo de debut llamado Endless Wound… pues joder, las sospechas o esperanzas son justificadas. Y si bien el tratar el futuro éxito o fracaso de esta agrupación es un asunto estéril en estos momentos, sí es cierto que al menos hay que comentarlo, dejarlo ahí (por si acaso…). Lo que ya es más necesario, es reubicarnos y centrarnos en el esputo infernal que es este Endless Wound (Abril de 2020).
Lo primero, es remitirnos al sonido de bandas hermanas como es el caso de Blood Incantation y Spectral Voice, pero también es necesario el tener en cuenta que estos Black Curse tiran también por sonoridades como las de los también arriba mentados compañeros de sello Grave Miasma o los españoles Teitanblood. Y es que tienen esa manera tan especial y guarra de crear death metal con aromas black, ese estilo tan deforme, decadente, sucio y atronador ¿Me seguís? Estamos hablando de un equilibrio muy concreto que, para terminar de balancearse, necesita de un trabajo de producción muy cuidado (dentro de su cochambre). En el caso de Endless Wound, ese trabajo recayó sobre las capaces manos Arthur Rizk, quien ya tiene una dilatada experiencia produciendo metal de toda clase y condición; desde el heavy metal más tradicional al black metal más raw.
En otras palabras: estamos hablando de una obra que nos reúne a una serie de personalidades de lo más validas dentro del panorama estadounidense. Incluso el artwork es una obra llamativa (pintada por Denis Forkas Kostromitin). Pero ojo: que tengo que aclarar que aquí la música se basta para explicarse por sí misma. Porque es ponerse Endless Wound y sentir como el suelo cede ante nosotros y nos precipitamos en slow-motion al averno. El sonido de esta peña es tan infernal, crudo y amenazador que ponerse a hablar de canciones no valdría la pena. Lo que sí es necesario, es hacer hincapié en lo importante que es afrontar este disco con la determinación precisa. Porque eso no son unos Arch Enemy ni unos Amon Amarth. Black Curse son de esos que vienen a condenarte al tormento eterno.
Si te van bandas como las que mencioné más arriba y quieres algo más de ese estilo, no esperes más. Sencillamente dale una oportunidad a Black Curse y su debut Endless Wound. Ya el título lo dice todo. Hieren de principio a fin con su sobrecogedora forma de hacer metal extremo.
Cuatro cuernos. Un 7,75.
Jonathan Campos: guitarras.
Zach Coleman: batería y percusión.
Morris Kolontyrsky: bajo.
Eli Wendler: voz y guitarras.