Ayreon - The Human Equation

Enviado por Rockexplorer el Jue, 02/07/2009 - 19:12
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CD I:
1. Day One: Vigil (1:33)
2. Day Two: Isolation (8:42)
3. Day Three: Pain (4:58)
4. Day Four: Mystery (5:37)
5. Day Five: Voices (7:09)
6. Day Six: Childhood (5:05)
7. Day Seven: Hope (2:47)
8. Day Eight: School(4:22)
9. Day Nine: Playground (2:15)
10. Day Ten: Memories (3:57)
11. Day Eleven: Love (4:18)

CD II:
1. Day Twelve: Trauma (8:59)
2. Day Thirteen: Sign (4:47)
3: Day Fourteen: Pride (4:42)
4. Day Fifteen: Betrayal (5:24)
5. Day Sixteen: Loser (4:46)
6. Day Seventeen:Accident? (5:42)
7. Day Eighteen: Realization (4:31)
8. Day Nineteen: Disclosure (4:42)
9. Day Twenty: Confrontation (7:03)

Tras el éxito de sus anteriores obras, hubo que esperar cuatro años para poder hincarle el diente a la quinta obra de Arjen Lucassen. En 2004 veía la luz “The Human Equation” trayendo de nuevo consigo la inspiración operística de las obras de Ayreon tras “Universal Migrator”. Esta vez los cambios eran significativos en todos los planos, Lucassen daba una vuelta de tuerca magistral a su ya de por si genial trabajo, y su nueva obra terminó maravillando al mundo de la música, a todos aquellos que se atrevieron a iniciar la nueva aventura, aquellos que no se sintieron cohibidos por la extensión de un álbum de 20 temas, alojados en dos discos de casi 100 minutos de duración de genialidad infinita con su ya sello personal inundando cada uno de los digitales surcos de ambos cd’s.

Lucassen cambió el concepto musical sin abandonar sus raíces metaleras y progresivas, y parió otra obra maestra, dejando todo el protagonismo a la historia y secundando la música como herramienta para mantener los 100 minutos de clímax de todo el trabajo. Para ello, redujo los parajes individualistas, esto no quiere decir que no haya demostraciones de virtuosismo instrumental, lo hay, pero en menor medida. Aquí no encontraremos pasajes de 4 o 5 minutos de éxtasis instrumental, ni atmósferas recreando pasajes espaciales, la obra no lo necesita, resultaría sobrecargada y fuera de lugar. El Heavy Metal, parte como protagonista a partes iguales con el Folk y retales de electrónica, que aparecen en el momento justo, simplemente para secundar, como ya dijimos, a la tormenta de sentimientos a la que el álbum nos expone de principio a fin. En este caso sus influencias progresivas aparecen más difuminadas, y aún así logra sorprendernos trayendo a nuestra memoria a los viejos e inmortales dioses de los que recibió la sabiduría de forma directa, a base de extensas sesiones de audición progresiva, para alcanzar su verdadera entidad en el género y dejarnos flipando, sin poder quitarnos en ningún momento nuestros auriculares de la cabeza.

Las elecciones de Lucassen en el reparto de la obra son excepcionales, no solo por la calidad demostrada durante el transcurso de la misma, sino por que en cuanto a la personificación de los distintos papeles, las voces dan una personalidad que todos podemos relacionar con los mismos, sin equivocarnos, todos sabemos lo que cada voz representa en su justo momento, y sería muy justo recalcar el sobrecogedor trabajo de todos ellos, pero me gustaría destacar a Devin Townsend como la ira, Mikael Akerfeldt como el miedo, Eric Clayton como la razón, Magnus Ekwall como el orgullo e Irene Jansen como la pasión, aunque estos son solo mis favoritos, cada uno cuando escuche el disco, me imagino, sacará sus propias conclusiones con respecto a este tema.

Se trata de un disco para disfrutar sentado en una oscura noche, con la seguridad de que no tengas que hacer nada al día siguiente, limpiando tu alma de problemas que puedan interferir en lo que estas a punto de escuchar, es una ópera, amigo, cógete el libreto del cd, y empieza a leer según los temas resbalen por tu reproductor, Arjen y sus acompañantes harán el resto.

1 de la tarde en un lugar cualquiera. El sol luce en el cielo, no hay nubes, ni nada que pueda interferir en un día que, a priori, pudiera parecer perfecto. Un coche avanza por la carretera, una carretera sin tránsito, olvidada, como si millones de ojos estuvieran expectantes en ese preciso momento, en ese preciso lugar. El coche se sale de la calzada impactando contra el único árbol que puebla una tierra yerma y árida. Su único pasajero queda dentro gravemente herido. Comienza la historia. 20 temas para describir 20 días de infernal coma.

La acción se desarrolla en dos planos de la realidad distintos: el primero, la vigilia representa la habitación del hospital donde el pasajero está convaleciente, la segunda es la realidad del coma, una habitación oscura, herméticamente cerrada, donde el pasajero comparte su estancia con unas presencias a las que no reconoce, pero por la forma en la que le hablan, estas sí le conocen a él, se trata de sus emociones. Unas tratan de persuadirle de que su vida a sido un fracaso, ha sido egoísta, orgulloso y cobarde. Otras tratan de explicarle que su vida puede tener otra dirección si él decide seguirles, su vida no solo ha tenido puntos oscuros, debe tratar de olvidar sus traumas, sus malas acciones, y tratar de hacer felices a aquellos que le aman.

En la realidad de la vigilia, acompañando al pasajero, su mejor amigo, y su mujer, tratan de ayudarle, hablándole, intentando que el protagonista reaccione haciéndole rememorar los momentos felices en común, pero a medida que los días avanzan, el pasajero no da respuestas, sigue sumido en su preocupante coma mientras los médicos tras exhaustivos exámenes dictaminan que nada físico funciona mal en su cuerpo. La batalla interna que el pasajero libra en su mente contra sus emociones, es la clave de que este se recupere. Para ello debe volver atrás, rememorar aquellas cosas que durante su vida le han pasado factura: la muerte de su madre, sola y desamparada, abandonada por un marido cobarde, que la maltrató psicológicamente al igual que a si mismo. Muerte provocada en parte por su cobardía para demostrarle los sentimientos que su madre tanto necesitó. La traición a su mejor amigo, consiguiendo terminar con su carrera profesional empujado por la envidia y la falta de autoestima, alimentada por sus devastadores años de escuela en los que los niños se ensañaban con él, creyéndose peor que su amigo hizo todo lo posible para que le expulsaran de su trabajo. Su fracaso en su matrimonio, causado de nuevo por si mismo, enfriando sus sentimientos hacia su mujer, amparándose en su trabajo diario para no tener que hacerla feliz, desembocando esto que su enamorada esposa necesitara de su mejor amigo para consolarse, y le fuera infiel con este. La razón le revela, que todo este cúmulo de traumas hicieron que él mismo se estrellara en un intento por acabar con su vida, de nuevo de forma cobarde. El reconocimiento de sus errores, y su aprendizaje de los mismo hacen que el miedo, la ira y la agonía no encuentren las razones para convencerle de que su vida no ha tenido sentido y de que esta debe terminar. El amor, la razón y la pasión consiguen que el pasajero acepte su nueva vida, una nueva vida donde los rencores y los miedos del pasado no tienen cabida, no por que deba enterrarlos sino por que debe aceptarlos como parte de si mismo y utilizarlos en su favor para fortalecer sus lazos con aquellas personas a las que importa. El pasajero, vuelve a la vida tras veinte días de viaje interior y con la batalla mas importante de su vida ganada, debe contar la verdad a sus seres queridos sobre sus errores, aceptar las afrentas recibidas y continuar con una vida que no debe terminarse de forma prematura, de esta forma tanto el pasajero, como nosotros, que escuchamos el álbum con embelesada devoción aprenderemos de nuestros errores, en mayor o menor medida, sabiendo que la vida no es más complicada de lo que nosotros mismos la hacemos dejándonos convencer por sentimientos negativos que están ahí con el único propósito de hacernos más fuertes. Cuando entendemos esto es cuando la aventura termina. El secuenciador de sueños cierra el programa de la ecuación humana. El colono se incorpora: “Emociones, las recuerdo”, el viaje continúa….

P.D: Reseña a petición de Fer. Espero haber captado de forma fiel el espíritu del disco.

Arjen Anthony Lucassen: Electric and Acoustic Guitar, Bass, Analogue Synthesize, Hammond, Additional Keyboards, Mandoline
Ken Hensley: Hammond
Oliver Wakeman: Keyboards
Martin Ordford: Keyboards
Ed Warby: Drums
Joost Van Den Broek: Synthesizers, Spinet
John McManus: Low Flute, Thin Wistle
Jeroen Goosens: Flute, Alto Flute, Bass Flute Panpipes, Descant and Treble Recorder, Didgeridoo, Bassoon
Robert Baba: Violins
Marieke Van Der Heyden: Cello
Cast:
Devon Graves as Agony
Devin Townsend as Rage
Eric Clayton as Reason
Mikael Akerfeldt as Fear
Magnus Ekwall as Pride
Heather Findlay as Love
Irene Jansen as Passion
James LaBrie as Me (Passenger)
Marcela Bovio as Wife
Mike Barker as Father
Arjen Lucassen as Best Friend

Sello
Inside Out