Ayreon - 01011001

Enviado por kuarox el Dom, 28/02/2021 - 02:21
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CD1:

1. Age Of Shadows (10:47)
a) Age Of Shadows
b) We Are Forever
c) Age Of Shadows (Reprise)
2. Comatose (4:26)
3. Liquid Eternity (8:10)
4. Connect The Dots (4:13)
5. Beneath The Waves (8:26)
a) Beneath The Waves
b) Face The Facts
c) But A Memory…
d) World Without Walls
e) Reality Bleeds
6. Newborn Race (7:49)
a) The Incentive
b) The Vision
c) The Procedure
d) Another Life
e) Newborn Race
f) The Conclusion
7. Ride The Comet (3:29)
8. Web Of Lies (2:50)

CD2:

1. The Fifth Extinction (10:29)
a) Glimmer Of Hope
b) World Of Tomorrow Dreams
c) Collision Course
d) From The Ashes
e) Glimmer Of Hope (Reprise)
2. Waking Dreams (6:31)
3. The Truth Is Here (5:12)
4. Unnatural Selection (7:15)
5. River Of Time (4:24)
6. E=MC2 (5:50)
7. The Sixth Extinction (12:18)
a) Echoes On The WInd
b) Radioactive Grave
c) 2085
d) To The Planet Of Red
e) Spirit On The Wind
f) Complete The Circle

Nota: antes de comenzar con esto, quisiera pedir disculpas al lector por el tocho que se presenta a continuación, ya que no tiene por qué coincidir con lo que se escribe, y puede hacerse demasiada larga su lectura. Agradezco su paciencia.

La retahíla de colaboradores, especialmente vocalistas, que ha pasado por Ayreon a lo largo de su historia es casi tan infinita como el Universo en el que se ambienta su mitología. Pero por encima de todos ellos sobresale el nombre del rey, el astro más brillante, el dios de todo este cotarro: Arjen Anthony Lucassen. Un hombre que tiene tanto de humildad como de buen músico y compositor. Y eso es mucho decir. Un hombre, o quizás algo superior, que, sin hacer mucho ruido, ha ido poco a poco lanzando una serie de discos que, desde ya mismo, les aseguro que son todo un deleite para aquel que sepa apreciarlos, hasta lograr una discografía tan inmaculada como envidiable por cualquiera que guste de la música, no digamos ya del género progresivo. Sin demasiada publicidad, sin polémicas, nada. Pero contando, además de con su inalcanzable talento, con los intérpretes más portentosos de la escena, alguno de los cuales incluso se hizo más conocido en su día a raíz de las colaboraciones con Arjen.

Y no hay más que ver los DVD que ha ido sacando recientemente para darse cuenta del inmenso aprecio y respeto que le tienen todos ellos, tanto los instrumentistas como los vocalistas. No en vano, ¿cuántos pueden presumir de tener en sus discos las firmas, entre muchos otros, de Rusell Allen, Fish, Damian Wilson, James LaBrie, Floor Jansen, Anneke van Giersbergen, Michael Romeo, Joe Satriani, Mikael Akerfeldt o el mismísimo Bruce Dickinson? Pues sí, todos ellos han ido desfilando en algún momento por los diferentes trabajos de Ayreon, algunos con más protagonismo que otros, pero absolutamente todos, contando hasta el último LP, “Transitus”, liberado en 2020.

No obstante, hoy vamos a retrotraernos unos años más, al 2008. Arjen venía de grabar cuatro años antes aquel pináculo en su carrera que llevó por título “The Human Equation”. Contó para la ocasión, y como es habitual, con algunos de los intérpretes más renombrados del panorama internacional; todos bajo la batuta del genio holandés, que dio como resultado aquella exageración de trabajo, que en líneas generales está considerado de lo mejor, o lo mejor directamente, de su discografía. Y no sin motivo precisamente. Así las cosas, uno no podía salir con cualquier cosa, puesto que las comparaciones estarían, inevitablemente, dirigidas hacia tal obra.

¿Qué hizo, por consiguiente, nuestro amigo Arjen? Pues un disco en concepto completamente distinto, mucho menos teatral y operístico, pero más oscuro y sobrio y, al menos, igual de variado. Esa es la intención. ¿Y cómo lo tituló? Pues “01011001”. O, dicho de otra forma, Y. Es el código binario de la letra Y, ni más ni menos, que es el nombre del planeta del que vamos a saber en la historia. El hogar de los Forever, aquellos aliens de los que ya se nos ha hablado un poco en trabajos pasados. Tras un disco de temática más introspectiva, personal y realista (podemos debatirlo en comentarios para ahorrar spoilers) toca recuperar la ciencia ficción de la que tanto hace gala Ayreon. Y rebobinar la cinta al principio, al origen de la historia de los Forever. O casi, puesto que “The Source”, trabajo de 2017, es aún una precuela de este, que nos cuenta los sucesos que nos llevan a lo que está a punto de golpearnos. Y pienso que es tiempo de descubrir qué es.

Al escuchar este disco en primer lugar, uno puede suponer que los sucesos de “The Source” son en realidad bastante trágicos, ya que el nada halagüeño título del primer track, “Age Of Shadows”, así nos lo hace ver. Efectos de sonido varios nos conducen directamente, y de sopetón, a un sencillo riff. Sencillo a lo mejor, pero os aseguro que de buenas a primeras no es extraño si uno se encuentra ya moviendo la cabeza. Es alucinante la potencia con la que se despacha esta introducción, dejando bien claro que caña va a haber. El riff muta sin perder nada de su poder para llevarnos a la estrofa, en la que aparece ya la primera estrella de este trabajo, Tom Englund (Evergrey). Inmediatamente, nos golpean en el estribillo Steve Lee (Gothard) y Daniel Gildenlöw (Pain Of Salvation). Ojito a los nombres que ya van apareciendo. Estribillo que directamente penetra en el cerebro como un cuchillo afilado, y hace que queramos cantar con ellos ese “The age of shadows has begun” a pleno pulmón. Efectivo y memorable.

Tras repetirse protagonistas una segunda vez, hay tiempo para meter una sección técnica de guitarras y teclados, que nos lleva en volandas ante la aparición de otros dos portentos, que imagino que no necesitarán mayor presentación. Hansi Kürsch y Floor Jansen lo bordan en la estrofa que sirve de puente a una parte más calmada, que se corresponde con la sección “We Are Forever” del tema. Y es aquí donde escuchamos aparecer la voz de Jonas Renske (Katatonia), que nos suena desesperanzadora, y vemos que, efectivamente, estamos ante una tragedia. Los Forever (spoiler) han perdido su hogar, y están lamentándose, mientras deciden que rumbo han de seguir (fin del spoiler). Tras Jonas, toma el testigo la súper cantante que es Anneke van Giersbergen. Qué voz se gasta esta chica, y cómo es capaz de exprimirla Arjen. El momentazo en el que las líricas suplican “Help” en binario, mientras se unen al fondo on/off (traducido como “Forever”) y yes/no (significando “S.O.S.”) es simplemente inclasificable. On/off y yes/no son otra forma de poner 0 y 1 en formato texto, así que seguimos en binario. Todo ello lo recita Anneke en varias capas, a la vez que la superdotada cantante sigue recitando aquello de “Forever we try, forever we die”. Aunque en realidad no escuchas a Anneke, sino a una Forever desesperada. Esta superlativa sección es de una maestría digna del mismo planeta Y, porque desde luego en la Tierra no creo que exista. Ser capaz de gestionar eso, que además tenga sentido, y que encima a la vez sepa transmitírtelo (la voz de Anneke ayuda mucho en este menester) no está al alcance de un cualquiera. Es arte, directamente. Una bellísima obra de arte que sólo un genio absoluto es capaz de crear. Por cierto, que el ritmo del tema en este tramo te vuelve a invitar a mover la cabeza.

Finalmente, vuelve el motivo principal de la canción, con Hansi y Floor de nuevo bordando la estrofa que ya hicieran antes. Y tras esto, el memorable estribillo repetido varias veces para que todos los protagonistas de este tema tengan su momento, uniéndose para la ocasión otro “cualquiera” como Jorn Lande. Y nada más, por decir algo. Este magistral “Age Of Shadows” funciona como una apabullante presentación, tanto de la temática del disco, metiéndonos directamente en harina, como de los actores que en él se encuentran. Es una inmejorable carta de bienvenida, joder (con perdón), es que incluso se hace corto a pesar de durar casi once minutos. En ese margen de tiempo le da para tener absolutamente todo lo que se le puede pedir a una banda como Ayreon, así de simple. Este tema ya podría justificar el disco entero, así que sólo nos queda una cosa, con perdón de la expresión que voy a utilizar, y es gozar como gorrinos en el barro mientras nos sumergimos más y más en la telaraña temática que nos ha propuesto nuestro gurú holandés.

“Comatose” recuerda que Ayreon no es una banda sólo de metal, sino que sus influencias van mucho más allá. El título es todo un acierto, puesto que te hace volar mientras eres acariciado por las voces de, nada menos, Anneke Van Giersbergen y Jorn Lande. Creo que cualquiera que sepa un poco de qué va esto podrá imaginarse que un dúo entre estos dos son palabras mayores. Muy mayores. El tema es tranquilo, con ciertas influencias electrónicas fantásticamente metidas, como es habitual, por otra parte. Podría catalogarse como más experimental que el anterior, y demuestra a su vez que la variedad va a estar presente el disco. Un corte que nos golpea, más suavemente que “Age Of Shadows”, pero igual de eficaz.

Como a estas alturas ya hemos descubierto que la historia no es un cuento de hadas y rosas precisamente, es lógico que la dureza haya de hacerse presente, y vuelve a lo grande en “Liquid Eternity”. Tras el trance de “Comatose” despertamos bruscamente y volvemos a mover la cabeza al ritmo que Arjen nos ha querido marcar en este heavy riff. Las estrofas son algo más tranquilas, y son recitadas por Jonas Renske y Daniel Gildenlöw, mientras vamos descubriendo detalles de cómo era la vida de los Forever antes de la “Edad de Sombras”. El estribillo es un subidón que cuenta con nueva estrella, Magali Luyten, que le imprime esa potencia a la perfección. Otro nuevo invitado estelar hace su aparición en la tercera estrofa, y no es otro que Bob Catley (Magnum). Creo que este señor tampoco tengo que decir quién es a estas alturas. Magali vuelve a bordar el estribillo, complementada esta vez por Tom Englund, y después se da lugar a una parte instrumental más calmada en el que las bellas melodías de sintetizadores y violines, acompañadas al final de la guitarra, valen su peso en oro. No puedes dejar de estar atento a qué va a venir después, y es nada menos que un breve diálogo entre Jorn Lande y Floor Jansen, ambos fantásticos. Da paso a un doble estribillo con el que finaliza el tema, y te deja con el subidón encima. Ocho minutos, pero es que si fueran otros ocho estoy convencido que tampoco se haría largo este pedazo de tema.

Aparte de la historia principal referida a los Forever y el Planeta Y, tenemos recogidos una serie de cuatro testimonios situados en el planeta Tierra, con varios protagonistas que no están relacionados entre sí. La razón de estos temas es presentarnos un poco la vida en la Tierra en el momento previo a lo acaecido en el tema final, que no diré qué es hasta llegar al mismo. También tienen cierta relación con la historia principal, pues lo que describen sus protagonistas estaría provocado por los Forever. Además, sirven de poco velada crítica social en el sentido de que estamos demasiado apegados a las tecnologías, y por ello vamos perdiendo la humanidad que nos caracteriza.

El primero de esta serie es “Connect The Dots”, un tema más breve y que tal vez pase algo más desapercibido, pero que contiene un grandísimo estribillo, capaz de meterse en la cabeza y no salir de ahí en una temporada. Nos narra el día a día de un terrícola, interpretado por Ty Tabor, a quien complementa con coros el mismo Arjen en dicho estribillo. Aunque musicalmente sí que puede palidecer un poco respecto a lo anterior, al ser un tema corto se pasa en un suspiro y no llega a aburrir en ningún momento, lo que para él supone una gran ventaja.

Volvemos a la historia principal con “Benneath The Waves”. Tiene una intro muy ambiental y tranquila, que me evoca otros temas pasados como aquella joya titulada “2084” del Universal Migrator I. Líricamente sigue el lamento de los Forever, a la vez que vamos descubriendo más detalles de su vida pasada. Recordemos que “The Source” no existía, así que todo lo que sabíamos de estos extraterrestres era lo narrado en este trabajo y algunas pinceladas en los anteriores. El estribillo de este tema es una auténtica delicia, sobre todo al ser cantado por Anneke y Floor. Casi echo de menos a la primera cuando sus partes pasan a ser recitadas por Jorn Lande y Steve Lee, aunque muy bien cantadas también por parte de ambos. En este punto el tema gana algo de dureza, dejando parcialmente apartada la atmósfera de trance que hasta ahora lo caracterizaba. Aquí es donde entra la parte de “Face The Facts”, la más dura del tema, en el que Hansi nos muestra su característica voz sobre los riffs. Tras ello, vuelve la parte ambiental, y finalmente el estribillo, en el que Lande y Jansen están impecables. El tema finaliza en un break un tanto extravagante, pero interesante, de efectos sonoros varios que acompañan a la guitarra y la flauta. Esta maravilla realmente dura más ocho minutos, pero su pausado tempo y su atmósfera hace que no parezca tanto.

Finalmente, nuestros alienígenas han decidido que no pueden estar lamentándose toda su existencia, así que debaten acerca de una vía para restaurar la vida tal como la concibieron. Eso es básicamente lo que se cuenta en “Newborn Race”, un tema que empieza acústico, algo más movido y menos ambiental que el anterior, para después dar paso a una parte metálica, incluyendo el buen solo de Lori Linstruth, habitual colaboradora, y como curiosidad “rosa”, actual pareja de Arjen Lucassen. Tras ello bajan un poco las revoluciones, asentándose el tema en una onda más rock, mientras los Forever van dando forma a su idea de expandir vida. Luego vuelve un poco la carga metalera, mientras es recitado el estribillo de esta parte varias veces, para finalizar en, de nuevo, una onda algo más rockera y ambiental. Todas estas variaciones contribuyen a que el tema mantenga bien el nivel.

Los Forever finalmente han aprobado llevar a cabo la panspermia, esto es, distribuir la vida a otros mundos a través de cuerpos astronómicos. De esta forma, como el título da a entender, “Ride The Comet” nos narra justamente eso, cómo los Forever mandan su ADN hacia un planeta distante como decidieran en el tema anterior, “Newborn Race”. Jorn Lande, Tom Englund, Jonas Renske y Bob Catley son los encargados de “despedir” a su ADN en las estrofas, acompañados de unas excelentes frases vocales interpretadas por el rango agudo (y menudo rango agudo) de Floor Jansen, mostrando de esta forma la gran versatilidad que la caracteriza. El poderosísimo estribillo es cantado por Magali Luyten, un portento vocal como dijimos antes, que le da una fuerza gigantesca al tema. Otra pieza impecable de este rompecabezas que ha ideado el genio, y que de momento le está saliendo de lujo.

“Web Of Lies” pone cierre al primer CD, siendo el tema más corto y minimalista del disco. Se trata de un breve y bello acústico, hecho para que Simone Simons se luzca, acompañada por Phideaux Xavier en una estrofa. Siendo el segundo fuera de la historia principal, el tema del que trata es más interesante de lo que al principio se puede entrever, como habíamos dicho, y está relacionado con el control que ejercen las tecnologías sobre nosotros, en particular las redes sociales, siguiendo el rastro de “Computer Reign” y “Computer Eyes” de sus dos primeros trabajos. Fantástica la última estrofa, en la que Simone se declara a “OL”, en referencia a Oliver Palotai, pareja de la pelirroja vocalista en ese entonces y en la actualidad. Hasta eso tuvo en cuenta el inigualable genio holandés.

Y aquí quiero hacer un pequeño apunte. Sólo con lo escuchado en este primer CD, el trabajo ya sería de notable, pudiendo rayar incluso el sobresaliente (subjetivamente, para mí lo alcanza). Con esto quiero decir que si el disco terminase aquí estaríamos hablando de una obra de en torno a 5 cuernos, sin ninguna duda, por parte del que suscribe. Teniendo en cuenta esto, sigamos.

Un disco doble puede ser, valga la redundancia, un arma de doble filo. Puedes hacer un excelso primer CD y liarla bien liada en el segundo, o viceversa claro. Sin embargo, conviene recordar de quien hablamos. Arjen ya está habituado a los dobles, así que esa “regla” seguramente podamos pasar de aplicarla aquí. Bueno, el caso es que el inalcanzable tema que abre el segundo CD nos despeja todas las dudas de una bofetada. Siempre puede haber una primera vez para que Ayreon la líe en un segundo CD, pero desde luego no va a ser aquí a tenor de lo que desfila. “The Fifth Extinction” ya no es que mantenga el nivel, es que directamente casi se ríe del primer CD. Con todo el ladrillo-reseña que llevamos, uno puede suponer dónde colocaría tal afirmación a este track de diez minutos de duración. Al contrario que “Age Of Shadows”, que es un bofetón desde el inicio, este empieza de forma pausada, tomándose su tiempo para irnos metiendo en la temática. Pero es que cuando explota a los dos minutos y medio aproximadamente es cuando empieza la corredera de guantazos. No es un tema rápido, pero no lo necesita. Es muy heavy, está diseñado para mover el cabezón durante su duración superior a los diez minutos, y puede lograr perfectamente ese cometido.

Particularmente impagable tiene casi (o sin casi) todo, el inicio acústico con la mezcla de voces de Anneke, Bob Catley, Steve Lee, y después Jorn Lande, que desemboca en esas estrofas oscurísimas, en afinaciones graves, y sus efectos sonoros apocalípticos; la frase de los “reptiles”, el diálogo ético entre los Forever, el solazo de sintetizador que se casca un maestro como Derek Sherinian; el final, desde la entrada de los instrumentos de cuerda, pasando a la parte donde los Forever van discutiendo el siguiente paso, habiendo decidido finalmente chocar el cometa contra el planeta Tierra, originando la 5ª (en la vida real, hasta la fecha última) extinción masiva... En fin, no sigo porque si no al final menciono el tema segundo a segundo. El estribillo sigue siendo muy eficaz y fácil de recordar, está compuesto en un formato acústico en esta ocasión, mostrando un poco la parte Folk. En este caso, para mí no es la parte más reseñable del tema en lo musical, en las letras ya es otro tema, pero eso no es malo. Simplemente es que es tal burrada la despachada en el resto, que para mí me pasa más desapercibido, aún aportando una buena cuantía melódica al asunto. Melodía aporta asimismo la parte instrumental que conduce al final, con una ambientación bastante bien lograda. Mención especial también a las letras, una absoluta epopeya moral de ciencia ficción, con ciertas frases que pueden entenderse como actuales también. Tema de otra galaxia, simplemente.

Sigue ahora “Waking Dreams”, donde los Forever dan forma a su creación (humanos). Se repite el formato dueto de “Comatose”, en este caso entre Jonas Renske en las estrofas y Anneke bordando el estribillo. Si había alguna duda de que estos temas le quedan de lujo a la holandesa, aquí se disipa del todo. El tema es más pausado y ambiental, configurando de este modo un binomio similar al del inicio del disco, pero “Waking Dreams” es algo más movido que “Comatose”, e incluye una gran parte instrumental con solo de Tomas Bodin al sintetizador, junto a un muy buen solo de Arjen con la guitarra. Realmente, gracias a todos estos pasajes, el tema no se hace nada largo, sino al contrario, supera los seis minutos pero la sensación que puede dar es de durar más o menos la mitad. Otra gran composición, y van unas cuantas. Fue uno de los recuperados en el directo “Ayreon Universe”.

“The Truth Is Here” es, básicamente, el creador ante su criatura. Arjen asumiendo las labores vocales y, francamente, creo que este tipo de temas le encajan a la perfección. El carisma que irradia hace que quieras recitar junto a Mr. L las apocalípticas letras de la canción, una auténtica poesía distópica, mientras sientes junto a él todos los avatares de sus visiones y predicciones, agravados por su enfermera, perfectamente interpretada por Liselotte Hegt. A riesgo de ser repetitivo, es una auténtica oda a la música, particularmente más al Folk en este caso. Pero pasado por el horno de Arjen y sus sonidos futuristas, que le otorga una dimensión más de lo que cabría suponer. Es el tercer y penúltimo tema ambientado en la Tierra y, para mí, creo que el mejor de este grupo de cuatro por todo lo que puede llegar a transmitir. Como curiosidad y spoiler, se suele dar por hecho que Mr. L es en realidad el hippie de “Into The Electric Castle”, tras lo acaecido en aquella aventura. Personaje que también fue interpretado por Arjen, principalmente por ello se desarrolló dicha teoría.

¿Y cómo te pones al nivel de algo como lo anterior sin sonar demasiado repetitivo? Pues soltando otro cañonazo como “Unnatural Selection”, una apoteosis como otras tantas que llevamos. No quiero ser pesado, pero es que está todo tan bien pensado e hilado que te hace preguntarte si esto es obra de una mente humana o de algo más. Puede que, a pesar de todo, Arjen mismo sea un Forever, un extraterrestre que ve cosas que nosotros, simples mortales, somos incapaces hasta que nos las muestran. “Unnatural Selection” vuelve a la historia de los aliens, y lo hace, como digo, a lo grande. Es uno de los temas más rápidos del trabajo, impagables esos “Listen to the warning”, así como los diálogos entre Tom Englund y Steve Lee, que hablan sobre enseñar a los humanos los conocimientos que ellos tienen para que así se desarrolle la civilización. La melodía es fantástica, y los riffs están a la altura. El tema trata asimismo temas de actualidad, particularmente el daño medioambiental, que finalmente pueden conducir a una extinción. Se trata de otro de los puntos álgidos del conjunto, que ya es decir, y una vez más dura más de lo que parece. Fantástico tema, aunque suene redundante esto que escribo.

“River Of Time” es algo que podrían haber firmado los mismísimos Blind Guardian. Y claro, ¿quién mejor para cantarla que Hansi Kürsch, vocalista de los bardos alemanes? Si esto aparece en un disco de su banda madre a nadie le sorprendería. Pero, aparte de las influencias Folk, se ve que está llevado al terreno Lucassen, dándole otra vuelta de tuerca al disco y abriéndonos la boca nuevamente. ¿Que suena similar a otras cosas? Ok, puede, pero no todos los días tiene uno la oportunidad de escuchar una “canción de Blind Guardian fuera de la discografía de Blind Guardian”, ¿no? Y menos si encima metemos a Bob Catley de por medio. Lo más alucinante ya no es el temazo en sí, que es otra clase gratuita de cómo hacer música, sino lo fresco que sigue sonando todo a pesar de la minutada que llevamos encima. Mientras que otros discos pueden llegar a hacerse más pesados, este se hace incluso corto. Tal cosa sólo está al alcance de los elegidos, tan sencillo como eso.

A estas alturas de la historia es bien conocida la famosa fórmula, al menos en su versión más simple, que el gran físico Albert Einstein dedujo relacionando la energía con la masa y el cuadrado de la velocidad de la luz. Pues bien, este es el nombre literal que lleva el tema que ahora se muestra, “E=MC2”. Es la cuarta y última canción ambientada en la Tierra, año 2085, y narra el periplo de dos científicos interpretados por Wudstick y Marjan Welman, realizando ambos vocalistas un gran trabajo, para resolver la ecuación de marras y detener el inminente apocalipsis. Resultó al final que se cumplieron las visiones de Mr. L. Musicalmente, es un tema con mucha carga metálica, pero también tintes electrónicos, algo que Arjen sabe llevar muy bien, por lo que está hecha con un buen gusto que muchos quisieran para sí. El tema cuenta además con un solo de Michael Romeo hacia el final. Entre genios queda la cosa, Einstein, Romeo y Lucassen.

Y nos queda otra de las más grandes cumbres del trabajo como es “The Sixth Extinction”. Un cierre que desde ya anticipo que es inmejorable. Aquí es donde se une todo, las vidas que nos han ido narrando en los cuatro temas de la Tierra, y las de los Forever, que se dan cuenta de que la humanidad ha fallado, causando su propia destrucción, tal como decían las visiones de Mr. L. La sexta extinción masiva, de la que se lleva tiempo hablando en la vida real, sucede en 2085 en el mundo de Ayreon. Y por supuesto, el tema hace honor a su nombre y no defrauda nada. Absolutamente en todo momento uno puede sentir ese apocalipsis, desde las primeras notas de su primera parte, la épica “Echoes Of The Wind”, con un riff headbangeador y perfecto acompañamiento acústico en las estrofas. Tildarlo de épico igual se queda corto.

Si aún hay ganas de sacudir la cabeza, “Radioactive Grave” es tu pasaje. A las voces de los distintos Forever las van completando el dueto entre Floor Jansen y el gutural de Jonas Renske, empleando así en este disco ambos registros de su voz. Una brutalidad de tramo que desemboca en el más pausado “2085”, fecha del apocalipsis. Esta parte es muy curiosa, pues mientras que el Forever de Jonas Renske está depresivo, sin ver salida a la situación, la música es oscura y también depresiva a su vez. Por contra, mientras otros Forever intentan ver el vaso medio lleno, el acompañamiento fabuloso de piano es algo más “feliz”. Este tipo de oscilaciones es una muestra más de lo que es capaz de hacer Arjen. Aunque parezca una chorrada, no siempre se logra de una forma tan clara y fantástica como esta casar la música, la letra y el ambiente que se quiere transmitir, todo en uno, y retroalimentándose uno a otro. Esta parte revienta finalmente en “To The Planet Of Red”, con un solazo de sintetizador de Joost van der Broek sobre los riffs de “Radioactive Grave”, dotando de continuidad y empaque al tema. Continuidad manifiesta en la breve “Spirit Of The Wind”, que nos une líricamente al “Migrador” que conocimos en el año 2000, invocado por los Forever, y que reutiliza los acordes de “Echoes Of The Wind”, recordándonos así que todas y cada una de las partes de esta monstruosidad de corte están perfectamente unidas y seguimos en el mismo tema.

Esta parte nos encamina ya al final, “Complete The Circle”, que es un tramo epiquísimo para poner un broche de mucha altura al trabajo, en el que van desfilando los actores que en él se encuentran. Para mí es el mejor final de un disco de Ayreon, junto a los de “Universal Migrator II” y “The Human Equation”. “The Sixth Extinction” es uno de los mejores y más memorables temas jamás compuestos por el superdotado holandés, jugando para mí en la misma liga que sus máximas joyas, puesto que ella misma lo es.

Temáticamente, este disco es el punto de encuentro de todos los demás hasta la fecha, el que los une a todos. Podemos ver referencias a ellos, con lo que la historia se va a disfrutar mucho más si ya se conoce la mitología de Ayreon. Sin embargo, puede funcionar como un cuento independiente también, y arrastrar al oyente a él aunque no sepa de qué va la cosa en los otros. Lo único es que a lo mejor no se cogerían las referencias en un principio, pero se puede disfrutar igualmente. Como bien reza el último tramo del disco, el círculo se ha completado.

Musicalmente, es un disco bastante variado, como viene siendo habitual en los trabajos de Arjen, aunque tal vez no tanto como otros trabajos del holandés. En este caso, en cambio, presenta un sonido más sombrío, siendo seguramente el más oscuro de su discografía hasta ese momento, a pesar de las partes oscuras que tienen también los predecesores. Esta atmósfera es algo que le queda fabulosamente para la historia que se cuenta, y le suma muchos enteros, acentuándose además en los momentos necesarios. En general, el nivel es altísimo, los vocalistas, que de por sí son todos all-stars, están inconmesurables, puede que a lo mejor falten algunas voces, pero creo que con el nivel que hay no se echan de menos. En la calidad compositiva de los temas ya entran también los gustos subjetivos de cada cual. Hay algunos mejores que otros, pero considero que ninguno es malo, para mí de hecho muchos de ellos brillan dentro de la discografía de Ayreon. Es un disco al que no le sobra ni le falta nada, todo está perfectamente cuidado, empastado y calculado, algo bastante habitual por otra parte en los proyectos de Arjen.

En fin, si el paciente lector ha llegado al final de esta novela, creo que sabe, bajo mi punto de vista, la nota que se merece este trabajo. No menos de un 10, y de ahí hasta alcanzar el planeta Y, o el casi infinito Universo, pueden ponerle a ese “10” el número de cifras que quieran detrás. Si es que hasta el título contiene cuatro veces el 10 en su interior. Este tipo de inventos, tan vastos como el propio Universo del que provienen, sólo pueden competir contra sí mismos, simplemente. Y me temo que este no es el único título de Ayreon merecedor de tal afirmación.

En consecuencia, decir que estamos ante una obra de arte inconmensurable o colosal es, en mi opinión, no hacerle ni un ápice de justicia. No hay calificativo que se me ocurra. Es la obra de un talento tan sumamente descomunal que estremece el sólo pensarlo. Para mí el más grande que nos queda, y ojalá sea por muchísimos años más. A veces me pregunto cómo estaría valorado Ayreon de haber sido más conocido. Pero, por otro lado, esto hace que sus fieles devotos podamos sentir más nuestra a la banda de un genio irrepetible, humilde y cercano. Y eso, amigos, para mí vale más que todas las ventas, discos de oro o platino del mundo.

Un monolito hecho música, otro más, para la eternidad. Forever.

AYREON:

Arjen Anthony Lucassen – Voces, Guitarra, Sintetizador, Teclados, Bajo, Programación.
Ed Warby – Batería.

VOCALISTAS:

Hansi Kürsch (Blind Guardian).
Floor Jansen (After Forever, ReVamp, Nightwish).
Daniel Gildenlöw (Pain Of Salvation).
Tom Englund (Evergrey).
Jonas Renske (Katatonia).
Jorn Lande (Masterplan, ARK, Jorn).
Anneke van Giersbergen (The Gathering, Aqua de Annique, Vuur).
Steve Lee (Gotthard).
Bob Catley (Magnum).
Magali Luyten (Beautiful Sin, Virus IV).
Simone Simons (Epica)
Phideaux Xavier
Wudstick
Marjan Welman (Elister)
Liselotte Hegt (Dial)
Ty Tabor (King’s X)

INVITADOS:

Lori Linstruth – Guitarra. Solo en “Newborn Race”.
Michael Romeo – Guitarra. Solo en “E=MC2”.
Derek Sherinian – Teclados. Solo en “The Fifth Extinction”
Tomas Bodin - Teclados. Solo en “Waking Dreams”
Joost van der Broek - Teclados y Piano. Solo en “The Sixth Extinction”
Jeroen Goossens – Flauta.
Ben Mathot – Violines.
David Faber – Cellos.

Sello
Inside Out