
01. Silence In The Age Of Apes
02. Colossus
03. A Secret Door
04. God Of Sick Dreams
05. Scream Until You Wake
06. Child
07. Justice
08. Gun
09. When All But Force Has Failed
10. Wormhole
“We Accelerate!”
Avatar no es una banda del montón, o al menos eso siento cada vez que escucho un nuevo lanzamiento de este trabajado quinteto sueco, al cual deseo un futuro lleno de gloria. Y es que álbumes oscuros y sobresalientes como “Black Waltz”, “Hail The Apocalypse” o “Feather And Flesh” son auténticas joyas infravaloradas de Metal contemporáneo (pronto espero traeros reseñas de los álbumes que faltan).
La banda llega en estado de gracia tras el éxito obtenido por “Avatar Country”, aunque algunos recriminaron a los suecos el aparente “cambio” en cuanto a imagen que el grupo pareció experimentar con la parodia que suponía el hecho de dedicar un disco entero a hablar de la historia de una ciudad ficticia y de su rey. Por lo tanto, el hecho de que los suecos anunciaran el año pasado que iban a grabar nueva música levantó dudas sobre qué podríamos encontrar en su interior, musicalmente hablando, aunque estas se disiparían rápido cuando el propio Johannes afirmó que este sería “uno de sus álbumes más densos y crudos”, así como tras haber anunciado que el monarca de Avatar Country, encarnado en los directos por Jonas “Kungen” se había marchado (como Juan Carlos en España, pero sin escándalos ni actos completamente antiéticos).
“Hunter Gatherer”, como buen disco de Avatar, no se ciñe a un solo estilo volviendo a regalarnos ese abanico sonoro que tan bien los ha distinguido estos años en el que hay dosis de Death Metal Melódico mezcladas con elementos de Metal Alternativo, Metalcore o, incluso, Industrial Metal. Este hecho es algo que me encanta del grupo ya que hace de cada disco y/o canción una experiencia única. or lo que, ya desde el inicio, aconsejo a todo fan que espere escuchar canciones pegadizas y festivas que no escuche este álbum porque Avatar vienen muy en serio.
“Silence In The Age Of Apes” es la pieza ideal para abrir un disco de esta magnitud. Estamos ante una clara declaración de intenciones de los suecos. El quinteto destruye todo lo que se interpone en su camino con riffs demenciales de la dupla Jonas-Tim, sobre la que nuestro querido Johannes se desgañita cantando con rabia cada instante del corte. El puente de este corte se grabará a fuego en tu mente, con ese “We accelerate!” gutural que John Alfredsson emula también con el doble pedal (tremendo batería este, señores).
“Colossus” se encargará de terminar de engancharnos con una buena dosis de Metal duro y pesado que se acerca a lo industrial donde la base de bajo y batería marca el devenir de un corte que con cada escucha se irá convirtiendo en una de tus preferidas. El puente es toda una lección de agudos por parte de Johannes para terminar en un bruto estribillo en el que colabora Corey Taylor. Y es que si algo tiene de bueno el señor Eckerström como cantante es su amplitud de registros (algo de lo que carece Corey, todo sea dicho), llegando al agudo más hiriente hasta el gutural más roto pasando por infinidad de tonalidades. Tema gótico al más puro estilo Avatar en el que como ya habían hecho en cortes del pasado como “Get In Line” se permiten rajar contra esta sociedad sumisa a la tecnología.
La cosa se pone más seria si cabe con “A Secret Door”, uno de los mejores cortes de este LP. Una introducción atmosférica es liderada por un pegadizo silbido que es cortesía de Corey Taylor (curioso que contaran con él para esto y un estribillo) que se intercala con algunos riffs más eléctricos. Nuevamente, el mordiente Johannes surge de las tinieblas y canta, en un inicio, con un tono cercano y cálido para, al par de compases, pasar a los guturales y, de nuevo, volver a levantar un poco el pie del acelerador en el puente-estribillo. Corte cambiante que recuerda muchísimo a la versión que el grupo mostró en el más progresivo “Feathers & Flesh”, un álbum magnánimo, y que tal vez extrañé un poco en “Avatar Country”.
La siguiente es “God Of Sick Dreams”, un corte más “lineal”, si es que este adjetivo podemos usarlo para hablar de Avatar. Johannes saca toda su mala durante los versos para terminar siempre con un estribillo más melódico. Nuevamente las guitarras suenan grandiosas y contundentes, contando con una sección solista en la parte intermedia. Tal vez sea la canción accesible del disco, sin tampoco tener ese gancho comercial.
Una batería cabreada abre la contundente “Scream Until You Wake”, pieza dotada de mucha fuerza y dramatismo en la voz de Eckerström (una vez más juega con su arsenal de registros con una aparente facilidad envidiable). Estribillo para enmarcar y surge ese sentimiento de que no hay nada de relleno en un álbum hasta el momento perfecto (¡qué gozada!).
La faceta macabra del quinteto que tanto me mola surge en “Child”, una canción completamente inesperada en cuanto a estructura y sonido en la que Johannes parece cantar por momentos como si de un narrador diabólico se tratara (un poco al estilo de “Puppet Show” o “The Eagle Has Landed”), para luego arremeter con otro par de balazos guturales que nos vuelan los sesos. La letra no tiene desperdicio alguno hablando, de un modo desgarrador, de cómo un niño asiste al funeral de su madre y no pierde la esperanza de que reviva.
Agárrese al asiento porque la banda viene con todo en “Justice”. Una actitud similar a la del corte inicial o de viejos clásicos como “Hail The Apocalypse” hacen que este corte se acerque mucho al Metalcore, pero con ese característico estribillo más melódico que tan bien se les da a estos muchachos. Johannes vuelve a lucirse con el micrófono, cosa que ya os aviso que no dejará de hacer en lo que resta de obra. Por si le faltaba algo a esta pieza, Tim y Jonas, quienes llevaban desde el inicio muteando con elegancia, se sacan de la chistera un solo conjunto de guitarras veloz y que podría ser de los mejores de la obra. La parte final del corte, en la que Eckerström se pone en modo narrador me recuerda muchísimo a un momento similar que nos regaló Tom Araya en la parte final del tema “World Painted Blood”.
Pero para innovadora tenemos “Gun”. Ojo a este sorprendente y nunca antes escuchado tema tocado únicamente a piano (cortesía de Alicia Forest) y con la voz suave de Johannes que emociona a cualquiera. Es una especie de balada, pero con ese toque tan personal, gótico y distintivo del grupo que termina por encajar perfectamente en el concepto del disco. Avatar rompe por completo con su estilo para regalarnos algo realmente grande.
El caos no tardará en renacer con la cruda y demencial ya que “When All But Force Has Failed” , un corte más fiel a los tracks de la era del “Black Waltz” o “Hail The Apocalypse”. Henrik se sale tras el bajo, con una línea veloz y omnipresente que sigue muy de cerca Alfredsson sacando humo de su kit para, finalmente, marcarse un breve solo de batería. Un tema completamente perfecto.
El disco termina siendo fiel al mantra de “innovar y, al mismo tiempo, no olvidarse de lo que han hecho hasta el momento para ser grandes”. “Wormhole” tiene un inicio extraño y pesado que no tarda en mutar en un riff distorsionado (ojo a esas guitarras compenetradas que parecen simular el motor de una moto) sobre la que Johannes lanza sus últimos guturales. El puente me recuerda muchísimo a “Eclipse” de Pink Floyd, solo que llevada al Metal, para terminar en un estribillo sencillo pero efectivo. La sección intermedia está marcada por un recital de guitarras melódicas en un primer momento, para pasar a varios punteos de ensueño y, ya de paso, permitir a Mr. Alfredsson añadir sus propios detalles con el doble pedal.
Si todavía les quedaba algo por demostrar, “Hunter Gatherer” es la obra que termina de confirmar a Avatar como una de las bandas insigne del Metal actual. Sin ceñirse a un solo estilo, buscando siempre marcar la diferencia con cada canción y con la incalculable calidad individual de cada uno de los cinco integrantes, estos suecos acaban de marcarse uno de los álbumes del año sin duda alguna y, ya de paso, uno de los mejores de toda su discografía (a la altura de “Black Waltz” y “Hail The Apocalypse”.
Johannes Eckerström - Voz
Jonas "Kungen" Jarlsby - Guitarra
John Alfredsson - Batería
Henrik Sandelin - Bajo
Tim Öhrström - Guitarra