Atheist - Elements

Enviado por M.G.Steinbrüggen el Sáb, 05/04/2014 - 00:48
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1. Green
2. Water
3. Samba Briza
4. Air
5. Displacement
6. Animal
7. Mineral
8. Fire
9. Fractal Point
10. Earth
11. See You Again
12. Elements

Que sabor tan agridulce deja este disco que estoy a punto de soltar, y no es solo que vayamos a hablar de una banda infravalorada, que pese a su poca difusión tiene una de las más importantes trascendencias en la historia del death, es que vamos a hablar de una banda que en cuanto a calidad puede mirar a los ojos a quien quiera. Y es que Atheist fueron de esos valientes del género que se quitaron esa máscara de distorsión y producción cuestionable (Que pese a ser molona ha encubierto a menudo muchísimas carencias de las bandas extremas) para sonar de una forma que se sale de cualquier género. Dejo de enrollarme para justificar porque he dicho lo del sabor agridulce... Es una jodida pena que éste que voy a reseñar sea el último grabado por la banda hasta su reunión más de una década después para el “Jupiter”. Es cierto que su historia fue más accidentada de lo que nadie habría deseado, pero eso no justifica esa pronta ruptura. Estamos hablando de una banda que cuesta mucho de llegar a disfrutar, quizás porque llego a hacer más complicado lo que era imposible de complicar, dándonos de las piezas más técnicas que ha visto el género. Vamos a hablar del “Elements” de Atheist, los más técnicos del death metal técnico, pero también incomprendidos dentro de un género que es de por si incomprendido. Quiénes hemos conseguido gozar a base de machacarnos la cabeza de la música de los americanos sabemos que vamos a entrar en un disco que tiene un defecto visible, y es que el momento en que la última canción tendremos que suspirar y decir amargamente adiós a unos de los más grandes.

Es cierto que el verdadero death old school debe sonar guarro, con una mala producción, una atmósfera bien saturada con su debida distorsión y una voz gutural de ultratumba, y fue ese tipo de música fue la que puso las bases de un género, pero en la última década del milenio las cosas cambiaron para algunos, y yo, analizando desde la distancia, juzgo bajo mi opinión cual era el camino correcto a seguir... Mi veredicto es claro, y es que lo que hicieron Atheist es el death tal y como yo creo que se tendría que hacer, todo lo que se escucha en Atheist es a lo que cualquier grupo del género más duro que jamás existirá tendría que aspirar. Tenemos una instrumentación de rock algo extraña con dos guitarras solistas y un vocalista-rítmica, y en primer plano un baterista y un bajo de armas tomar... Se consiguió que todos estos elementos fueran perfectamente reconocibles y localizables en toda su obra, y especialmente en éste último álbum. Y, es más, si tenemos en nuestro alienígena lineup la calidad suficiente para tocar géneros que van más allá del metal ¿Porqué no demostrarlo? ¿Porqué no ampliar miras? ¿Porqué no emplear todo tu talento en tu obra?, y es que su cortísima obra sirve para callar las bocas de todo aquel asno incapaz de levantar la tapa antes de mear que en un auge de melomanía se atreve a asegurar una lamentable afirmación en la que se habla del metal extremo como un género donde no ha habido talento o que se abusa de la fuerza bruta o incluso del ¿Ruido? Canciones como “Samba briza” hacen levantar al auditorio, y es que podría haber sido una horterada que hubiese sonado tan afín al disco como una ranchera, pero es que ellos en mitad de su extremo disco nos sueltan una Bossa nova de nivelón que ni el diablo sabe como no desentona en absoluto con el resto del disco y donde la guitarra nos va a enamorar con su sentida melodia. Amplitud de miras, muchos, incluso demasiados cambios de ritmo, nitidez absoluta para no emmascarar una melodía que derrocha calidad.

Como habéis podido suponer ya, la temática de este disco trata sobre los cuatro elementos, dedicando una canción a cada elemento y una a todos en general que será evidentemente el tema-título. La temática y las letras están trabajadas a conciencia como es costumbre en el death técnico, aunque en este aspecto quedaban eclipsados por el dios de “Evil chuk” que dominó la pluma a un nivel muy superior, de todos modos las letras serán tan complejas como la música y animo a los traductores a hablarnos de vez en cuando de estos americanos. La interpretación de tales letras por el estandarte del grupo que viene a ser Shaefer si que no tiene nada que envidiarle a nadie, dando una fuerza y un dolor a la melodía casi palpable, y es que consiguen hablar del agua como el símbolo de la vida, pero entre algunas pinceladas en la letra y la interpretación vocal consiguen darle la vuelta a la tortilla convirtiendo la misma agua en algo “pecaminoso”, aunque ese término nunca existió para ellos. Ya solo en el inicio de su mejor canción del disco “Air” que empieza aumentando de ritmo progresivamente enlazando bien el cambio de estilo con la ya mencionada “Samba briza”, vemos probablemente el mejor ejemplo de como afecta esa voz a lo Schuldiner en la técnica melodía con una frase principal que suena más a una declaración de guerra.

¿Que se puede decir de esas dos guitarras solistas? Pues la verdad es que hacen lo que les place durante todo el disco, desde endiablarse en solos tan cortos como afilados, hasta llorar nítidas notas con el único objetivo de hallar la atmósfera deseada como es en el caso de la corta instrumental “Displacement” o esos llantos que se escuchan durante toda la tremebunda “Fire”, o también se dedican experimentar con sonidos como es en el caso del inicio de “Animal” que recuerda ligeramente a ese inicio también triturador de “Keep it in the family”. Cuan difícil es definir las canciones de “Elements” cuando todas ellas contienen una riqueza musical impropia de su duración. Al escuchar este álbum e intentar explicarlo te sientes como después de aquellas noches de fiesta donde te pasan tantísimas cosas que al llegar exhausto a casa te preguntan ¿Que tal la noche? Y no sabes por donde coño empezar.

No es la primera vez que hablo de la base rítmica de Atheist y lo hago diciendo que puede ser de lo mejor que ha visto el metal. El bajo, ese instrumento que acostumbra a a trabajar en la sombra con la esperanza de que algunas personas de oídos mínimamente entrenados puedan apreciar su trabajo se expone ahora a plena luz del sol, y es que bien seguro estaba ese ex-Cynic llamado Tony Choy de que su trabajo iba a ser intachable. Tomará un protagonismo el instrumento de Choy en este trabajo que no se puede exagerar, el nos regala las primeras notas del disco que pese a aún no poder ser juzgadas, suenan a promesa de calidad, y no piensa callar ya hasta el final del último tema, podréis seguir toda su diabólica trayectoria si queréis, pese a ir a una velocidad imposible notaréis cada una de sus cabalgadas vibrar en vuestro cerebro, y cuando todos los instrumentos callen, las cuatro cuerdas de Choy seguirán dando vida a los Atheist, y esos son sin duda de los momentos de mayor éxtasis del disco. En cuanto a las percusiones de Greenbaum, se de varios bateristas a los que la gente ha mitificado, que si tuvieran en su vida que enfrentarse a temas como el tema título, “Air” o “Mineral”(Cuya interpretación en directo es sencillamente inigualable) Lo que harían sería tirar las baquetas por la ventana e ir corriendo a la tienda de música más cercana a comprar un ukelele para ver si con ese nuevo instrumento llegan a ser alguien.

Creo que si habéis llegado a leerme hasta aquí sería un delito no gozar a Atheist en la propia experiencia, y los que sean hombres lo harán mediante al enlace del álbum completo, pues creo que es la forma de optimizar el disfrute que te aportan los americanos, escuchando el disco entero, porque “Elements” No es una lista de obras de arte, es una obra de arte en sí y debe ser escuchada al completo, es más, merece unos buenos altavoces con los que extasiarse con toda su gama de sonidos y sus matices.

A veces sobrevaloramos discos por la trascendencia que estos han tenido en un género, y como ejemplo puedo poner, que en el fondo, todos sabemos que obviando el quién fue primero, éste último de Atheist supera con creces a casi cualquier disco de death hecho en los 80's. Voy a hacer para despedirme, una afirmación de la que me puedo arrepentir si nada más acabar de escribir me pongo a escuchar el trabajo del 91 de estos mendas, y es que “Unquestionable presence” es la mayor aportación que ha hecho Atheist al metal, “Elements” es la mayor aportación que ha hecho Atheist al mundo de la música.

Valoración: 10

https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=Y2KZczLu3dI

Voz y guitarra rítmica-Kelly Shaefer
Tony Choy – Bajo
Franck Emmi-Guitarra
Rand Burkey- Guitarra
Josh Greenbaum – Bateria