
1. Bleed
2. Black Rain
3. Never
4. Follow Me (Part 1)
5. Follow Me (Part 2)
6. Addicted to Serenity
7. Surrender?
8. Sanity
9. Liquid Angel
Angel Dust no se rinden. No nacieron para ello. Y eso que no lo han tenido nada fácil de cara a forjarse una carrera en el, a veces, injusto reino del Heavy Metal. El combo de Dirk Assmuth, batería, puede presumir de encarnar, y sin ningún tipo de dudas, la figura del superviviente. Pues eso ha hecho la molona banda germana casi desde que dió su primer latido de vida, sobrevivir. A cualquier precio. Bajo cualquier regla. Como buenos metaleros, oye.
Un par de trabajos icónicos, aunque a años luz del reconocimiento real que merecen, como "Into the Dark Past" o "To Dust You Will Decay", dos furiosos y certeros puñetazos Power-Thrash, que entregaron un material de primera en su momento, sorprendiendo a muchos en la parroquia, y un retorno cuando ya nadie esperaba nada de Angel Dust, como fue el compacto y esperanzador "Border of Reality", son la triada de discos que el combo tiene en su colección. Nada mal, ¿eh?. Ya me gustaria tener tres discos paridos, y que esos tres trabajos sean invenciones casi sin taras, mega-veloces y cargadas de buen feeling metalero. 1998 trajo ilusión al reino de los Dust. Y a sus seguidores. La banda rompía un silencio de varios años, y lo hacía con buena materia prima. Un tour bien largo (que incluyó un show en el célebre Wacken 98, y que yo pude presenciar) demostró que la leyenda, el estatus de culto del combo, no había decaido, para nada. Quizás, a lo sumo, el invento se había hecho algo más accesible, menos crudo. Pero Heavy y demoledor, ante todo. Si heredaron su nombre de un tema de Venom, banda por la que Assmuth siempre sintió adoración, está claro que la cosa no va a ir en una onda "Glammie", colega.
Una de las portadas más trabajadas en la historia del grupo, con un tono a medio camino entre lo elegante y lo oscurote, y con un brujo-hechicero de lo más chungo y peligrosete, almenos ese aspecto da, nos da la bienvenida a la onda del 99. Angel Dust, cuyo logo no oculta su amor por el Thrash Metal (esos logos "thrashmetaloides" de lo más impagable...) vuelven a demostrar que la caña, la agresión y el pulirle los dientes a la clientela no está reñido, para nada, con acotar el viaje a base de un buen poso melódico, que haga entrar bien el ataque riffero y que no deje los timpanos, desde el primer segundo, sangrantes y medio inservibles. Ya que Angel Dust vienen dispuestos a quemarte el alma, como mínimo, tienen la decencia de regalarte un caramelo y endulzarte la pesadilla. Tios majos, coñes.
"Bleed", el primer disparo teutón, se inicia con un teclado de naturaleza preciosista. Pronto, como cargando pilas, como si la cosa se fuese convirtiendo en una especie de Panzer Heavy, las guitarras se unen a las teclas y la cosa acaba siendo un deleite para los amantes del buen movimiento de cabezón. La voz de Thurisch, bien rasgada y oscura, pero no privada de cierto poder, de empaque, ralla a gran altura. No es un Michael Kiske, pero cumple. Tema en clara onda Savatage, con un caminar tan elegante como épico y tenebroso.
"Black Rain" y "Never", con un estilo que los puede hermanar con Nevermore, por el marcado tono Heavy-Power-Thrash, poseen mucho más cuerpo en las cuerdas, tanto las de la guitarra como las del bajo, y la batería de Assmuth, sin atisbos de piedad, va a por todas. Cuerpo y estoicismo. Ideal.
"Follow Me (Part 1)" y "Follow Me (Part 2)", aventura "mistico-Hard" que nos hace vivir la banda, primero con una balada al uso, la power-ballad dulzona, y resultona, de turno, y luego con una onda riffero-cañera, que va ganando en fuerza y velocidad mientras se va dando a conocer, nos dejan ante "Addicted to Serenity", que, con alta dosis "groovielona", se pone a intentar sonar a puro Power ochentero, como rindiendo tributo a los Helloween de los "Keepers". Mucho encanto, mucho vaivén guitarrero, mucho vacile entre bajo y batería y un Thurisch que demuestra que, a pesar de no ser un titán de las cuerdas vocales, es un tio que sabe como trabajar con su garganta. El teclado sigue siendo un acompañante de órdago que eleva el sentimiento que vivimos al darle cera a "Bleed". Técnica, buen rollete, sobretodo si eres de los que sigue añorando la era "Keeper", y un buen martillo para callar las bocas de aquellos que sueltan que la escena Power, almenos la que se cocía en 1999, estaba más que finiquitada.
"Surrender?", que también suena "Savatagerizada", y en exceso, aunque también siente predilección por intentar ahondar en los terrenos de unos titanes como Queensrÿche o los Metal Church, cuando no van en plan destroyer, atina con su premisa. Angel Dust saben hacer convivir muchas ramas distintas dentro del Heavy Metal, como la onda progresiva, el huracán Power, o el deje Thrash. Y "Surrender?" es un ejemplo de ello. Me encantan las bandas que no se averguenzan de enseñarte de dónde provienen. Y me gusta más, como es el caso, aún cuando se suena a medio camino del plagio, que la onda respire sinceridad, cierto latido orgánico. Ya que no son la banda más original del planeta, como mínimo, la banda se pone al ciento por ciento, volcados, entusiasmados. Se palpa, se huele, y se nota, descaradamente, la pasión estampanda en el disco. Puro Metal, joder. De muchas vertientes, pero Metal. Y del puro. Puramente delicioso. Impagable, en la franja final del tema, el toque Halford en Thurisch. Muy logrado. Pelos de punta.
"Sanity" (que, de nuevo, podría andar parida por Jon Oliva) y "Liquid Angel" (otra baladita, y bien maja, ideal para cerrar) ponen el punto y final a "Bleed", cuarto intento de una bandaza de llegar, como mínimo, a un lugar decente a ojos del fandom. La cosa se ha acabado y casi no nos hemos dado cuenta. Algo que se agredece y habla bien de una entrega sonora. Nada peor que el típico disco que parece que nunca se acaba.
4 cuernos (bajos) directos a "Bleed". Un trabajo compacto, con empaque y carisma, pero demasiado "Savatagesco" para mi gusto. Aunque muy buena onda, que tanto gustará al amante de Savatage, de Helloween, Gamma Ray, Nevermore o Iced Earth. Power, Heavy, acotaciones Thrash y unas gotejas de Groove. Para una tarde sin nada que hacer y con ganas de ponerte las pilas.
Dirk Thurisch: Voz
Bernd Aufermann: Guitarra
Frank Banx: Bajo
Dirk Assmuth: Batería
Steven Banx: Teclados