Abruptum - Obscuritatem Advoco Amplectère Me

Enviado por Kaleidoscope el Jue, 06/05/2021 - 16:07
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1. Part I (25:31)
2. Part II (25:28)

Álbum completo

“La esencia auditiva de la más pura maldad negra”

Con esa frase Euronymous describía a Abruptum luego de acogerlos en su mítico sello, Deathlike Silence Productions. “Obscuritatem Advoco Amplectère Me” resultó ser el cuarto lanzamiento del catálogo (catalogado como ANTI-MOSH 004), todo ello sumado al carácter errático y retorcido de la música, su pertenencia como líderes de la “True Satanist Horde”, las leyendas urbanas que giran a su alrededor (como que las vocales eran gritos de dolor de IT cortándose en estudio) y un único estilo, que podrá gustar o no, otorgaron del álbum debut de Abruptum un status de culto muy alto, pero ¿Es más la leyenda que la música? ¿O la música respalda lo que se dice de él?

Estamos ante un disco difícil, que no acepta centro: o te parece un compendio de ruido y mierda o te parece uno de los alcances más impíos, atormentados y escalofriantes que ha dado el Black Metal. Yo, sin duda, me posiciono en la última postura. Y si bien es cierto que hay un debate en torno a qué género realmente se le encuadra a “Obscuritatem Advoco Amplectère Me” para mí se trata de BLACK METAL, cierto es que sonoramente se acerca más al Noise o al Dark Ambient que al Black como se le conoce tradicionalmente, pero la esencia de esta placa debut es lóbrega y negra como el más oscuro vacío, sus surcos laberínticos, caóticos y estridentes te persiguen, te aturden y te atormentan, la “música” se expande como una sombra carente de forma que te invade, te envuelve y te asfixia.

Buscarle sentido o estructura a un álbum como este es no entender la gracia. Lo que aquí se busca es transmitir sensaciones en su más puro estado, sin estructuras, solos o riffs propiamente dichos que te distraigan. Cada instrumento es una extensión ramificada de la misma expresión: las guitarras rechinan, se tuercen y chillan tortuosamente, las baterías golpean con una contundencia autodestructiva, casi como si Evil se golpeara a sí mismo e IT berrea, se desgañita e incluso se queja desganadamente como un nigromante poseído en una ceremonia ocultista clandestina.

El álbum se divide en dos partes de 25 minutos, ambas en la misma línea, priorizando perpetuar ese ambiente psicótico, esquizofrénico y profano. Describir detalladamente ambas composiciones es una tontería y, además, iría en contra de lo que pretende este álbum. Lo que sí puedo decir es que no por ello “Obscuritatem Advoco Amplectère Me” carece de momentos estelares, porque más bien sobran. Tampoco diré que aquellos momentos son memorables como una canción de Iron Maiden porque, primero, no es cierto y segundo, no es la gracia. Sin embargo, aquí no son las composiciones lo que perdura en la memoria, sino ese sentimiento de mal cuerpo que no te abandona incluso después de haber terminado el disco. Abruptum saben jugar con el ruido, experimentando con campanas, teclados y quién sabe qué más para crear atmósferas tensas que parecen salir de un más allá corrupto y desesperanzado.

Evidentemente se está ante un disco difícil, muy difícil de domar, pero la cuestión aquí es dejarse llevar, cerrar los ojos y entrar en un degenerado y angustioso trance, hasta que sientas que tu sombra es ajena a ti y es un ser maquiavélico que busca hacerte daño. Ciertamente son sensaciones extrañas, incómodas y desagradables las que transmite esta propuesta; muchos se preguntarán ¿Para qué sentirlas? Pero para el que busca la expresión más extrema y no teme meterse en el abismo de lleno el mundo de “Obscuritatem Advoco Amplectère Me” es una experiencia que se debe vivir, aunque irónicamente te haga sentir muerto.

Un clásico polémico que polariza mucho, aspecto que en mi opinión es positivo porque lo extremo se ha relajado demasiado y difícilmente estremece, perturba o divide: se ha acomodado y el debut de Abruptum 28 años después sigue incomodando.

Un viaje sin rumbo que me sigue fascinando, porque cada escucha es una vivencia diferente. Algo que se tiene que sentir en carnes propias al menos una vez en vida.

Valoración: 9.0

It (R.I.P. 2017): Voces
Evil: Guitarras, Batería, Ruidos

Sello
Deathlike Silence Productions